La vida diaria

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Luego de otro abuso por parte de su padre, el adolescente pelirrojo se encontraba en su habitación llorando en silencio con su ropa mal puesta, arrugada y estirada. Era el infierno en el que él vivía desde que había nacido. No entendía por que a su hermana y a su hermano gemelo no los trataban de esa manera, sus padres eran especialmente crueles con él.

Solo tenía el apoyo de su primo y su hermana. Ellos dos eran los únicos que lo ayudaban a soportar la constante tortura que vivía y ya no se sabía si lo podía llamar "vida".

Su primo... Él también había sido víctima de su padre, la culpa lo perseguía desde ese día. Aumentando ese sentimiento estaba el hermano de su querido primo Él lo rebajaba, golpeaba, humillaba y torturaba constantemente al estar completamente convencido de que lo que sufrió su hermano era culpa del pelirrojo.

Matthew pudo haber hecho muchas cosas para acabar con su sufrimiento. Suicidarse, escapar, pero él insistía en que algún día sus padres dejarían de tratarlo así y podría vivir una vida feliz.

Su esperanza jamás se desvanecía, incluso cuando su padre estaba a punto de matarlo a golpes, él seguía y sonreía.

-Primo... -El rubio de ojos versosos que Matt conocía como Angus, se encontraba parado en la puerta viéndolo temblar a causa de los golpes.

-Tranquilo, vas a estar bien... -Lo ayudó a levantarse y curó sus heridas.

-Angus, vamos a casa, déjalo, esa basura no se merece piedad y mucho menos tu ayuda. -Un pelinegro furioso entró de repente en la habitación sacando al rubio del brazo casi arrástrandolo.

Matthew miró al pilinegro y no dijo ni una palabra antes de que este se llevara a Angus contra su voluntad.

-Lawrence, por favor, hermano, si lo dejamos en ese estado va a morir... -Angus estaba desesperado y preocupado por su primo, él nunca lo culpó por lo ocurrido años atrás.

Matthew se levantó como pudo y fue con sus primos.

-No te preocupes... Estoy bien, anda con Lawrence... -Dibujo en su rostro una leve sonrísa tratando de ocultar el dolor que sentía.

-No pued- La frase fue cortada cuando Lawrence apretó con mas fuerza el brazo de su hermano provocándole un fuerte dolor.

Lo siguiente que hizo fue llevárselo a su casa.

Aunque intentaba negarlo por su fuerte orgullo, Lawrence amaba a su hermano mas allá de lo fraternal.

Matthew se recostó en la cama hasta que escuchó como la puerta de su habitación se abría violentamente, era su padre, Ryan, seguramente venía para "castigarlo".

-Papá... Estoy muy cansado, me duele mucho, por favor, hoy no...

Ryan se enfureció tras oír esas palabras, ¿Quién se creía ese bastardo para pedirle que no lo hiciera?

-Quitate la ropa y hazlo rápido, no quiero esperar. -El hombre dijo esto con una voz fría y dura. El indefenso pelirrojo obedeció con lágrimas en los ojos.

El chico miró a su padre debilmente y solo hizo lo que le decía, no tenía ganas de ser torturado por resistirse.

Mientras tanto en la casa de los otros dos hermanos. Lawrence se encontraba provocándose cortes, lesiones a si mismo frente a su hermano menor.

-¿Te gusta que haga esto?... Es tu culpa... Siempre es tu culpa, solamente quiero cuidarte, hermanito, pero... No me lo permites... -Se provocó un corte mas profundo.-

Angus solo lo miraba con lágrimas en los ojos intentando inútilmente de que pare con la atrocidad que estaba cometiendo. Cada corte de su hermano era mas profundo que el anterior, más peligroso, más cerca a las arterias.

-Dime que es tu culpa... -El cuter se deslizó entre la carne peligrosamente cerca de las venas. -No quiero que te acerques a Matthew... ¿Ves lo que me haces hacer?... ¡Él es una rata con una vida miserable y no merece piedad!-

La puerta de la habitación se abrió. Ahí se encontraba Daniel, el padre de los dos jovenes. Sostenía en su mano un cinturón. Lawrence ya sabía lo que venía.

Angus abrazó a su hermano tratando de protegerlo, se notaba qe sus padres lo querían mas a él y a su hermana Anny que a Lawrence.

Su hermano lo empujó rechazándolo y sacándolo fuera de la habitación. El pelinegro sabía que merecía un castigo y lo iba a enfrentar. Se sacó su camisa blanca y la dejó sobre una silla con tranquilidad. Luego se quito sus lentes haciendo que su vista de difuminara. "Miro" a su padre con sus ojos de dos colores y se apoyó en la pared dándole la espalda.

-...Cuando quieras...-

El padre del chico lo miro con un poco de desprecio y empezó a darle latigazos por toda la espalda.

Los gritos no salian siempre, cuando lo hacían eran ahogados y a veces solo pequeños alaridos.

-¿E-eso es todo?- El pelinegro sonreía debilmente intentando ocultar el dolor que sentía recorrer todo su cuerpo.

El padre lo miro con desagrado y le dio una patada tirándolo al piso.

-...¿Por que no puedes ser como tu hermano?... -Después de esas palabras el hombre se retiró de la habitación.-

Lawrence se levantó y fue a darse un doloroso baño, esas heridas serian como fuego al tocar el agua caliente, ignorando esto, se dio una ducha rápida y cuando todos dormían se dirigió a la habitación de su hermano.

Angus se encontraba acostado en su cama con una almohada sobre su cara, no noto la presencia de su hermano en la habitación. El mayor aprovecho esto y con una sonrisa se colocó cuidadosamente sobre el estómago del chico. Sabía que inicialmente se asutaría pero estaba preparado.

-¿Que?... -El rubio levantó la almohada para mirar al otro a los ojos.-

-Hola hermanito...-

-Hola...-

Los labios de ambos se unieron en un beso agresivo que empezó el pelinegro. El rubio se sorprendió mientras intentaba seguir el ritmo de ese beso húmedo y desesperado.

Lawrence lo miró con lujuria, no podía soportar el tener a su hermano completamente sumiso debajo de él y no hacer nada. Angus sonrió con un poco de perversión, él obviamente ya conocía las claras intenciones del mayor.

El castaño acercó su boca al cuello del rubio y comenzó a darle pequeñas lamidas y chupetones dejandole notables marcas de color violeta mientras le recorría el cuerpo con las manos.

Angus solo soltaba algunos suspiros y gemidos de vez en cuando mientras veía a su hermano tocándolo.

Sin decir ni una palabra, el pelinegro comenzó a desvestir con rapidez a su hermano. El rubio lo miraba sonriente mientras le desabotonaba la camisa con una lentitud tortuosa, esa sería una larga noche.

Juguete de mi familia [yaoi]Where stories live. Discover now