Capítulo 3 - Fracasos y Conquistas

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Solange realmente no necesitaba la práctica pues entrenó toda la noche anterior.
Varios instrumentos se ocuparon de inmediato. No había pasado un segundo y ya había una línea enorme para practicar puntería con los shuriken así como también muchos habían acaparado las estacas.

Se sentía confiada en su fuerza y puntería, por tanto, solo fue hacia las espadas, que estaban desiertas.
Tomó una katana y comenzó a hacer sus formas musicales. Las espadas de los cazadores usadas bien, cortaban el aire y hacían sonidos como de silbidos. Se podían manejar de forma que sonaran como tonadas fantasmales y se decía, hipnotizaban o al menos reducían la concentración de ciertos vampiros.

Solange empezó una que le había enseñado su hermano Garret hace tiempo y por primera vez en toda la mañana, se sintió relajada. Aún le dolía la cabeza y el cuello por el estrés pero su mente estaba en otro lugar. Concentrada en cada corte que le hacía al aire, en perfecta coordinación con su cuerpo, su respiración marcando un ritmo perfecto...
No supo cuándo sucedió pero a mitad de su práctica todos la contemplaban con los ojos bien abiertos. Todos habían detenido lo que hacían. El profesor incluido.

Ella paró en seco. ¿Había escuchado mal las instrucciones y estaba haciendo el ridículo? ¿Las espadas no estaban permitidas todavía? ¿Por qué la miraban así? Terminó el giro que estaba haciendo y guardó la espada en un movimiento de vuelta a su funda.

—Muy bien, Soleil —le felicitó el profesor—. Siga así —y volvió a observar a los demás que poco a poco reanudaban en las armas elegidas.

¿Qué estaba pasando?

Nolan se acercó a ella.

—¿Te enseñó tu hermano? —preguntó él.

Ella asintió.

—Quizá luego puedas enseñarme. Aunque seguro no podré hacerlas sonar hasta dentro de unos años.

—¿No puedes? Creí que era normal.

—No, las armas no se me dan. Mi madre decía que eran mis manazas de gorila —añadió sonriendo avergonzado—, pero no es solo eso. Es raro para novatos.

Y así fue, en cuanto comenzaron las pruebas, se dio cuenta que no era normal. La mayoría, aún en sus armas elegidas tenían un nivel por debajo de lo que había esperado. Ahora podía ver cómo sus otros compañeros la vieron en las otras pruebas.

Las armas más elegidas fueron los shuriken. Con Julieta Taiyou y Solange en primero y segundo lugar. Miranda, la chica de trenzas quedó en último, no logrando siquiera llegar a tocar la tablilla de marcas, sino con todos los shurikens en el piso a medio camino, excepto el que se clavó en la mano.

Las estacas fueron un arma que casi todos subestimaron. Debían insertarse con ángulo y fuerza perfectos. Varios salieron lastimados cuando al estacar la pared de madera, lo hacían mal y la estaca se les rompía en las manos.

Casi todos usaron la cuerda metálica como su tercer arma. Era solo hacer nudos y restringir movimientos. Muy fácil, la cuerda era tan buena que prácticamente hacía todo el trabajo.

Solange y unos cinco más usaron la espada, pero de todos ellos, ella fue la única que pudo sonarla en su presentación. El resultado final fue un promedio de esas disciplinas y por fin, Solange consiguió un primer lugar y su primer emblema.

Con aquella victoria fue muy animada a la siguiente clase, pues también estaba dentro de sus fortalezas.
La profesora Alemina, la misma profesora de Lectura Mental, entró al aula tras ellos y se quitó la sudadera. Podía ver que tenía los brazos definidos y fuertes. Era la clase de lucha cuerpo a cuerpo.

SolangeWhere stories live. Discover now