Un nuevo comienzo con Grey [Editando]

CAPÍTULO 36

– Vamos a comer.

***

Vamos al súper mercado y compramos todo lo necesario para hacer la comida, cuando tengo que ir por alguna bebida Ana me dice que a media cuadra hay una licoreria.

Ella está tranquila y callada.

– ¿En qué piensas?

– En lo poco que te conozco.

– Tu me conoces mejor que nadie.

Eso es muy cierto nena, nadie sabe más de mi que tu, ni siquiera Elena.

– Yo diría que eso no es verdad.

– Soy una persona muy, muy reservada.

– Salud.- digo.– ¿Puedo ayudare con eso?

– No está bien sientate.

– Me gustaría ayudarte.

Otra primera vez, eso sería fantástico.

– Corta las verduras.

Mierda! Como se hace eso?

– Yo nunca he cocinado.

– Me imaginó por que pero, sabes no te iría mal pasar por la cocina de vez en cuando.

– ¿Como tú?

– Exacto, señor Grey.

Toma un pimiento y el cuchillo.

– Ven te muestro

Me acercó y observó como lo hace, no es tan difícil.

– No parece difícil.

– Trata de no revanarte un dedo.

– Muy grasiosa.

Ella me Sonreí y le devuelvo la sonrisa, comienzo a picar los pimientos con mucho cuidado, Ana me roza cada vez que pasa y siento las corrientes eléctricas que siempre hay entre nosotros.

– Se lo que está haciendo señorita Steele.

– Se llama cocinar señor Grey.

Se burla de mí y de que en mi entre pierna ya ahí un gran bulto.

Me roza su trasero sexy, burlándose de mi y yo estoy que no aguantó.

– Si vuelves a hacer eso Anastasia te tomó aquí en la cocina.

Sigue burlándose de mí.

– Vas a tener que suplicar primero.

–¿Es un reto?.

– Tal vez.

Me acercó y apago el gas, me inclinó y el calor entre nosotros es terrible.

– Después comeremos pon el pollo en la nevera.

Ella hace lo que le digo, me pongo aún lado de ella y se inclina, así que quieres juegos sexys, eh?

– ¿Asi que vas a suplicarme?

– No Anastasia sin nada de suplicas.

Al menos de parte mía no.

La tomó de la cintura y la acercó a mí, nos necesitamos, nuestros labios se necesitan, la tensión sexual va aumentando.

–¿ Qué es lo que quieres Anastasia?

– A ti.

–¿En dónde?

– En mi cama.

La tomó en mi brazos y la llevó a la cama, la recuesto y cierro las cortinas.