Capítulo 2 - Emblemas

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Hacía dos años, varias familias en la dinastía, incluída la familia Soleil, quisieron reabrir el importantísimo proyecto de investigación de Augusto Aldo. Un científico y cazador excelente que había muerto en una situación trágica.

Algunas familias protestaron, pues el motivo de la expulsión de los Aldo, hacía trece años, fue que el mismo Augusto cerró su investigación, destruyendo sus pruebas y resultados sin deseos de continuarla o compartirla.
De abrirla de nuevo, sin el consentimiento de la familia, los Aldo hubiesen sido expulsados por nada, perdiendo la oportunidad de administrar el suero de cazadores al más joven de su línea, el eterno rival de Solange y compañero de escuela, Israel Aldo.

Solange no tenía idea sobre qué era la investigación, pero al parecer fue tan importante y el ambiente quedó tan tenso después de eso, que no existieron eventos de integración para cazadores desde aquella propuesta.

Para ser sincera, secretamente le alegraba que todo hubiese sucedido de esa forma, Solange prefería no tener a Israel en la academia durante todo el verano. Era SUFICIENTE tener que verlo casi todo el día, casi todos los días en la escuela y en las clases de artes marciales de la tarde como para también verlo ahí.
No es que fuera desagradable como sus demás compañeros; nunca destruyó sus cosas, jamás le arrojó nada, nunca le dijo cosas de su físico con intención de hacerla llorar pero sus constantes intentos de probarse en comparación de Solange eran lo que lo hacía TAN molesto.

Se sentaron en los últimos escritorios disponibles. Solange tomó uno y el chico rubio, Nolan se sentó a un escritorio de separación tras ella. En medio de ellos había una chica pequeña y delgada con trenzas que lucía como si le fuera a dar un ataque al corazón en cualquier momento.

—Bien, ¿todos completos? Ok, soy Katherine pero llámenme Kathy. Ya sé, mi nombre no puede ser más cliché en el mundo de los vampiros, bueno, fuera de mi hermana que se llama Carmilla... mis padres tienen ese sentido del humor.
Tengo diecisiete años y... veamos, nunca he sido buena para las bienvenidas.... como sabrán son muy diferentes al resto de los otros chicos, ustedes tienen una responsabilidad más grande que incluso muchos adultos normales. Mi trabajo es darles la introducción... y sí, así es —dijo ella, jugó con la manga de su capa, se meneó de un lado a otro, se aclaró la garganta y continuó—. Sepan que MUCHOS mueren en esta carrera, asesinados a sangre fría por criaturas que solo han visto en sus pesadillas —dijo con un tono sombrío—, pero ¡hey! Al menos nos pagan bien —añadió encongiéndose de hombros.

Solange escuchó a la chica de trenzas tras ella aumentar su respiración.

—No tienes que tener miedo, nos entrenarán para poder defendernos, pasarán meses, quizá hasta un año antes de que enfrentemos a nuestro primer vampiro —escuchó a Nolan murmurarle para calmarla. La chica de trenzas le dio las gracias en un murmullo sofocado.

—Dicen que como cazadores, estamos condenados a morir con nuestra cuenta de banco casi intacta... yo les digo que quienes dicen eso NO HAN IDO A LAS TIENDAS CORRECTAS —dijo Kathy con una risa estruendosa, riéndose de su propio chiste malo —. En fin, pasaré lista. Espero hayan tenido un buen desayuno porque hoy será un día de introducción y pruebas. Presten mucha atención a sus compañeros, pues hoy también elegirán a sus equipos definitivos.
Un buen equipo puede significar la diferencia entre la vida y la muerte. ¡Elijan bien! —sugirió Kathy y empezó a decir nombres en voz alta. —Ariché, Bimorí —gritó.

Una chica de piel café tostada y rasgos indígenas completamente simétricos y con abundante cabello café muy oscuro levantó la mano con una sonrisa tímida.
Después de pasar lista a cada uno de los veinticinco novatos. Kathy encendió el proyector, conectó la bocina y se sentó hasta atrás del salón. En la pantalla grande se aparecieron unos números contando hacia atrás antes de que la película empezara.

SolangeWhere stories live. Discover now