—Y yo te dije que no insistieras más —dijiste mientras seguías tu camino, pasando de largo he ignorándolo.

Roger afligió sus orejas y frunció el ceño.

—¡Puedo amarte tanto como él lo hizo, he incluso más! —te detuviste abruptamente— ¡Solo tienes que darme una oportunidad y puedo demostrártelo!

Fueron segundos los que te mantuviste allí parada, parecían horas. La gente se comenzó a acercar, mirando la escena como típicos chismosos.

No te atreviste a decir algo, solo apretaste los puños y seguiste tu camino, sin contestarle o dirigirle siquiera la mirada al erizo que dejaste atrás.

Las chicas rodearon al muchacho entristecido por tu semanal rechazo, lo había intentado durante 2 años, y sin embargo, sus esfuerzos siempre fueron en vano.

Tal vez debería considerar el rendirse, porque pensándolo más abiertamente.

Si él fuera tú, jamás dejaría de amar a aquel ser que perdió. Tiró las margaritas en un bote de basura mientras caminaba por el sentido contrario al tuyo y tenía a las chicas a su lado consolándolo.

Tenía que empezar a aceptar que jamás le darías una oportunidad.

——°——

Pasa luciendo su real majestad

Pasa, camina, los mira sin verlos jamás

La Bikina, tiene pena y dolor

La Bikina, no conoce el amor

Altanera, preciosa y orgullosa

No permite la quieran consolar

Dicen que alguien ya vino y se fue

Dicen que pasa las noches llorando por él

——°——

Con un suspiro, te sentaste en la banca y dejaste las flores recién compradas a tu lado. Posicionaste tus manos en tu cara, sobándola un poco para luego relajarte.

—¿Era hoy? ¿Por qué no me avisaste? eres mala amiga, ¿lo sabías? —alzaste rápidamente la mirada hacia el zorro más alto que tú.

Sonreíste levemente en gracias y quitaste las flores de tu lado, permitiendo al recién llegado sentarse.

—Sí, bueno, ya sabes, lo hago cada sábado temprano, pensé que ya sabias —el zorro oji-azul negó tranquilamente.

—¿Y cómo has estado?

—Nada del otro mundo, Tails, el trabajo ha sido pesado y Michí lleva días queriendo vengarse de mí por no darle toda la bolsa entera de croquetas —Tails rió en carcajada.

—Ese gato es muy glotón, igual que... —Tails se interrumpió tristemente, te miró mientras posaba una mano sobre la tuya. Tú le miraste confundida y extrañada— ¿Has estado comiendo bien, verdad? —asentiste, aún con extrañeza.

—Sí, lo he hecho, ¿a qué se debe la pregunta? —Tails bajo disimuladamente su mirada hacia tu cuerpo; volvió a mirarte a los ojos.

—Porque... te veo más flaca —resoplaste y alejaste la mano de su agarre.

—Estoy bien, en serio, no te preocupes —el zorro no convencido, hizo una mueca en línea delgada.

Suspiro y metió las manos en los bolsillos de su bata de laboratorio.

One Shot's [Sonic x Fem. Reader]Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα