El peor y mejor error

Capítulo 20

Condujo en silencio, mirándome de reojo. “Amo a esa mujer más que a mi propia vida” esas palabras no dejaban de resonar en mi cabeza. ¡Demonios! ¿Cómo se suponía que conseguiría estar molesta si decía esas cosas? No Febe, beso a la zorra, tienes que ser fuerte, me repetí mentalmente. Las cosas ya eran complicadas, si queríamos que funcionaran debíamos intentar ir con calma.

—Llegamos —Dijo rodeando el auto. Aun no podía liberarme del cinturón.

— ¡Estúpido cinturón!

—Espera —Se acercó a mí y me libero— Ya está —Dijo mirándome con esa sonrisa de niño.

—Bien —Dije intentando parecer normal. Salí del auto y me tomo de la cintura— Oye.

—Aun no estás bien. Déjame ayudarte.

—No.

—No te estoy pidiendo permiso —Cerro la puerta del auto y me condujo hasta la entrada de la casa— Ni cuando estas enferma te quedas tranquila.

—Ya estoy bien.

—Mentirosa.

—Engreído —Me llevo hasta mi cuarto e incluso me ayudo a meterme a la cama.

—Descansa.

—Gracias.

— ¿Puedo darte un beso de buenas noches?

—No.

—Pero…

—He dicho que no. Ahora fuera.

—De acuerdo.

Lo vi salir y hundí el rostro entre la almohada. El amor era un tremendo dolor de cabeza.

Desperté con el sonido de mi teléfono, lo tome y conteste aun con los ojos cerrados.

—Diga.

— ¡Febe!

— ¿Hannia?

—Ya llegue —Mierda. Abrí los ojos de golpe, eran las 11 ¿Había dormido tanto? Con todo lo ocurrido me había olvidado por completo de su visita.

— ¿Dónde estás? —Pregunte saliendo de la cama y dirigiéndome al baño.

—Pues en la terminal como me dijiste.

—Demonios. Me acabo de levantar —Confesé abriendo la llave de la regadera. Después de lo ocurrido el día anterior, tenía que bañarme.