Cold Fire (One Shot Suga)

Capítulo 02

You could stay with me forever, or you could stay with me for now.

El sábado me dediqué a hacer algunas tareas y ver televisión además de comer, claro. Aunque también un suceso que no estaba incluido en mis planes ocurrió, y fue a causa de Blake, que al recordar que el lunes vio a Tod persiguiéndome, decidió que contárselo a mi madre sería buena idea. La convencí de que no fue nada (porque era verdad, ni me tocó un pelo) y que sólo me había insistido en que le hiciera los deberes y me negué. Finalicé el día con una maratón de "Pinocchio" por mi laptop, llegando al capítulo 20 del drama dándole cierre a aquella bella historia.

El domingo finalmente mi hermanastro y yo nos reconciliamos mediante una partida de videojuegos en la que por fin gané y se lo presumí en la cara, aunque luego de todos modos le compartí la mitad del budín que habíamos apostado. Ese mismo día busqué alguna señal de un "Rap Monster" pero no hubieron resultados salvo algunos sitios en los que se filtró la palabra "rap" delatando blogs que querían citar a personas interesadas en ese campo para batallas en el parque central, "Quizás algún sábado me pase por allí" fue uno de mis pensamientos.

Pronto otro lunes se asentó en el país y junto con él, mi típica rutina en días escolares. Hacía un poco de frío por lo que opté por unas pantimedias debajo de la falda y un pulover debajo del suéter en el que encima me coloqué el saco.

Para suerte mía, Blake ya me esperaba en la puerta mientras miraba algo en su celular. Caminamos sin comentar mucho, tal vez sobre algunas materias y algo de Shary, pero nada nuevo a decir verdad. Me despedí de él e hice mi recorrido para llegar al Último año.

—Eh, Bora, ¿cómo le haces para ver con esos ojos tan rasgados? —Tod como siempre, molestando con bromas que carecían de humor pero para su pandilla eran divertidas y lo apoyaban como si fuese un genio.

Lo ignoré y tras retirar los libros de mi casillero me encaminé al salón donde se encontraba Libby hablando con Ruth alegremente, sentada a su lado.

—¡Hola! —las saludé con una sonrisa aunque no tenía mucha conexión con la última nombrada—¿Por qué Venus no está?

—Ah, se ha enfermado —me explicó Libs con una mueca de tristeza.

—Qué mal —acompañé su pena—¿Así que harás el trabajo de Ciencias con Ruthie?

—Ah, es muy probable—sonrió—¿Quieres sentarte aquí, Ruth?—palmeó el asiento a su lado—Nadie te hará daño, eh—rió.

La chica de cabello amarronado se pasó tímidamente al pupitre de Venus y en los próximos minutos una Pam agitada se hizo presente.

—Pensé que llegaría tarde —sentenció en la entrada intentando regular su respiración, algunos compañeros rieron y ella les sonrió—Pero veo que no —se sentó junto a mí y de inmediato la campana sonó—Justo a tiempo.

Las clases transcurrieron con normalidad, hasta que llegó la hora de Ciencias. Nos habían avisado la semana pasada sobre que mandaría un trabajo con una guía de veinte preguntas que aunque no eran tantas como para nuestro rendimiento, eran bastante complejas por lo que tras unos pucheros de parte de chicas como Madeline y Tori nos permitió hacerlo en parejas. Teníamos planeado que Libby con Venus, y Pam y yo ni siquiera nos lo preguntábamos, ella fue mi fiel compañera de banco desde que llegué a la ciudad, así que siempre asumíamos en esos casos que íbamos como un grupo sea de a dos o de más, las dos en el mismo.

Hablando sinceramente, nos esforzamos en finalizar el trabajo para no tener que llevárnoslo a casa, pero el sentido del humor a veces sarcástico de Pam me encantaba, y siempre me hacía carcajear, así que nos entretuvimos un rato mediante susurros fingiendo que discutíamos algo sobre una respuesta, o escritos mientras supuestamente nos mostrábamos la una a la otra las notas sobre los temas para de ahí llevar a cabo una contestación. Así que sumamos todo eso al trabajo, que nos estancamos en la número siete y decidimos dejarla para luego, que Libby y Ruth nos pedían ayuda discretamente y que teníamos fiaca, llegamos hasta la n°12 y de las que seguían habían varias para reflexionar o pensarlas mejor en vez de poner lo que decían los textos.