I

2.4K 239 373
                                    

Cuando el Sacerdote Principal le concedió permiso para bajar la montaña y recorrer el reino en busca de obtener experiencia sobre la vida, Xie Lian, el Príncipe Heredero del reino de Xian Le, nunca se imaginó que terminaría consiguiéndola de ésta manera.

Si alguien llegara ante él por la mañana de aquel día y le dijera la forma en que terminaría por la tarde, lo más probable es que reiría y pensaría que la persona quería estafarlo o jugarle una broma. También creería que es alguien muy ocurrente para inventar semejante tontería.

Lástima que no sería más que la verdad.

Ahora, metido en el problema en el que estaba, Xie Lian se cuestionaba una y otra vez las decisiones que lo llevaron a este punto. Tal vez debió ser más precavido, tal vez no debió subestimar a su adversario, o tal vez no debió acudir a ese sitio en primer lugar.

Sea como fuera, no había mucho por hacer. Al menos, no mientras estuviera en esa forma.

Cuando el demonio huyó, en medio de un desorden de miembros y lamentos, Xie Lian quiso seguirlo, sólo para ser atacado por una extraña niebla que lo dejó inmovilizado por completo. Un momento se encontraba cubriendo su rostro por acto reflejo, y al siguiente estaba rodeado de oscuridad, sintiéndose algo confundido.

Al principio pensó que aquel hechizo lo había cegado y en su pánico levantó el brazo para frotar sus ojos. Sólo entonces se dio cuenta de que algo pesado se encontraba cubriéndolo de pies a cabeza. Frustrado, manoteó hasta lograr quitarse lo que lo atrapaba.

Xie Lian notó dos cosas entonces:

La primera, es que la luz del sol resultaba demasiado brillante después de pasar un periodo en la oscuridad. La segunda, es que el bosque donde se hallaba parecía haber crecido de sobremanera en ese corto tiempo que estuvo fuera.

Los árboles eran enormes, e incluso la hierba parecía cubrirlo casi por completo. Xie Lian temió que aquella niebla sospechosa tuviera un efecto desorientador, lo que produciría alucinaciones.

«Ah, perfecto. Tendré que ir con cuidado si quiero salir de aquí» pensó, molesto de que la presa se hubiera escapado de él. No era común que él tuviera esos descuidos. Lección aprendida.

Xie Lian agachó la vista para inspeccionar eso que lo había atrapado, por la textura se sentía como tela. Grande fue su sorpresa al descubrir que no sólo acertó en el material, sino que también era una cosa que conocía bien.

Ahí a su alrededor, su propia túnica de cultivador creaba una especie de charco bajo sus pies.

Xie Lian gritó, o lo intentó, porque en lugar de palabras lo que resonó a través de sus oídos fue un chillido agudo como de animal.

Eso lo dejó estático.

Parpadeando, inclinó la cabeza hacia su propio cuerpo. Lo que vio era motivo suficiente para hacer que comenzara a hiperventilar. El bosque no se había hecho más grande, dedujo. Fue él quien se encogió en tamaño. Pero no era cualquier tamaño, porque ahora, en lugar de un alto y apuesto joven, se encontraba un animalillo esponjoso tan blanco como la nieve.

Incluso tenía cola.

Xie Lian observó con horror cómo en lugar de manos, tenía unas patitas diminutas con almohadillas rosadas. En la cima de su cabeza podía sentir como sus dos orejas se movían reaccionando a los sonidos del bosque. Un cosquilleo en su nariz le hizo saber que también tendría bigotes. Y su largo y esbelto cuerpo estaba recubierto de un suave pelaje blanco.

Xie Lian no sabía si reír o llorar en ese momento, aunque incluso si lo intentara lo único que obtendría sería un chillido como el anterior. Eso estaría muy mal.

Accidentally Found YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora