Capitulo 97: El futuro diferente al pasado.

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Cada vez que sentían que Aria estaba a punto de huir, sus voces salían de la siguiente multitud. Fue extraño ver a varios hombres persiguiendo a una mujer joven a pesar de que ella había ganado el juego.

Además, las voces crecientes de quienes la seguían fueron suficientes para infundir miedo en Aria. Parecían feroces; era como si descubrieran cómo había ganado el juego, y le destrozarían el cuerpo si la atrapaban.

Mientras se apresuraba a evitarlos, entró en un lugar extraño y vio un callejón sin salida en la distancia. El grupo que siguió también lo comprobó y redujo la velocidad.

"¿Qué debo hacer?"

Fue cuando. Una mano que apareció de la nada agarró a Aria. Pudo ver la puerta cerrarse detrás de ella antes de darse cuenta de que la habían arrastrado a alguna parte.

-¿...?

La persona que agarró a Aria cerró la boca para evitar que gritara. -Si no te calmas, la gente entrará. ¿Te irá bien?

A diferencia de Aria, que tenía la mitad de la cara cubierta, la voz del hombre zumbaba debido a que la máscara del animal cubría todo su rostro y cabello. Entonces Aria asintió con la cabeza cuando se dio cuenta de que en realidad estaba tratando de salvarla. Su mano, que cubría su boca, descendió lentamente.

-Dónde estoy...?

-Es una habitación privada. Lo alquilé por un tiempo.

Cuando puso los ojos en blanco, vio una mesa grande, algunas sillas lujosas, cartas organizadas, etc. Como él dijo, era una sala privada donde los VIP podían jugar juegos de alto riesgo.

-... No sé cuál es tu intención, pero gracias por tu ayuda. -Aria expresó su gratitud con gentileza.

Entonces el hombre advirtió en voz baja. -Has sido un poco temerario. Este es un lugar peligroso para que una mujer camine sola. Excepto por su género, este es un lugar difícil para cualquiera que gane el juego durante tres días seguidos. Hay locos que han perdido su dinero.

Ella no pudo responder porque su consejo era razonable. Ella solo asintió en silencio. -Gracias. Iré ahora.

-Sigue siendo peligroso. Estarán esperando afuera. -Como para respaldar la afirmación del hombre, alguien golpeó la puerta. Sorprendida, Aria se agachó y tembló, y él la ayudó a sentarse en el sofá.

-Creo que será mejor que esperes un poco, incluso si es un inconveniente.

-... Supongo que sí.

El hombre se sentó frente a Aria. Ella estaba tan distraída, y pensó que él estaba usando una máscara de animal, pero resultó ser una máscara de león. La melena dorada de la máscara brillaba cada vez que la luz se reflejaba en ella como un león real.

Por un tiempo, los ojos del león estuvieron en Aria. A diferencia de Aria, cuya máscara revelaba claramente su boca y ambos ojos, la máscara del hombre cubría todo su rostro, y no estaba segura de si realmente la estaba mirando, pero estaba claro que estaba mirando hacia adelante.

-¿Me dijiste que alquilaste esta habitación, pero no vendrán otras? -Fue Aria quien rompió el silencio primero, incapaz de superar la carga.

El hombre respondió -Sí. Por suerte, solo alquilé una habitación, pero todavía no he decidido qué hacer. Abrí la puerta para entregarlo y me di cuenta de que estabas allí.

-Oh ya veo.

Si las palabras del hombre eran ciertas, eso sería favorable para Aria. Ella le dio las gracias de nuevo.

-No sé si puedo hacerle esta pregunta a cualquiera que haya estado sufriendo hasta ahora, pero ... ¿Puedo preguntarle el secreto para ganar partidos consecutivos?

-... eso no es difícil de responder desde que me salvaste.

Y fue muy simple porque ella no iba a decirle la verdad. Quizás, podría parecerle una respuesta inesperada. Puso los brazos sobre la mesa y acercó la parte superior del cuerpo.

Aria, quien recuperó la compostura, sonrió suavemente y respondió -Lo dejé a la suerte.

-... Jaja, oh Dios. Traté de conseguirlo con demasiada facilidad. -Volvió a quitar el brazo de la mesa y se enderezó como si entendiera lo que quería decir Aria.

Esta vez, Aria preguntó -¿No te sientes incómoda con una máscara que cubre todo tu rostro?

-Es incómodo, pero no puedo evitarlo porque no quiero mostrar mi cara.

Era una pregunta sin sentido con una respuesta fija. Desde entonces, los dos, que no tenían nada más que decir, se quedaron callados. Siguió un silencio muy largo.

El tiempo se sintió más largo porque no sabía cuándo salir. Además, los ojos del león, que reemplazaban a los del hombre, también eran gravosos. Era hora de superar un silencio tan largo que nunca terminaría.

TOC Toc.

Alguien llamó a la puerta afuera. Aria, que apenas había recuperado la compostura, respiró de nuevo. El hombre, que hizo un gesto de silencio, llevó un dedo índice a la boca feroz del león, se acercó silenciosamente a la puerta y preguntó a alguien de afuera.

-¿Quién es?

-Vine a comprobarlo porque no ha dicho qué hacer desde que alquiló esta habitación.

El hombre abrió la puerta y miró a otra persona que tenía la voz y el habla que parecía ser un empleado.

-¿Qué vas a hacer?

-Pensaré un poco más y decidiré.

-Está bien. -El personal hizo una reverencia cortés y desapareció.

Volvió a cerrar la puerta y dijo, dándose la vuelta -Es como si se hubieran ido.

-Uf...

Entonces Aria respiró hondo, como aliviada. Parecían haberse ido, exhaustos. Así que no había ninguna razón para que ella se quedara aquí por más tiempo.

-Gracias. Iré ahora.

Aria, que se levantó de su asiento sin arrepentirse, se dirigió a la puerta. Entonces el hombre, que estaba de espaldas a la puerta, la abrió para Aria.

-Este hombre es tan amable que sufriría una pérdida.

La había salvado del peligro y se había reído de él a pesar de que ella no le había dicho cómo ganar victorias consecutivas. Además, tan pronto como la amenaza desapareció, abrió la puerta para despedirla. Era una persona de buen carácter.

La villana retrocede el reloj de arena ⏳ (Novela)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora