INOCENT, It's dark but it's just reality [Kurapika]

CAPITULO 2

⌫ "ˢʰᵉ ᵒⁿˡʸ ˡᵒᵛᵉˢ ᵐᵉ ʷʰᵉⁿ ᵗʰᵉʳᵉ'ˢ ᵃ ᵐᵉᵃⁿˢ ˢʰᵉ ᵐᵉᵃⁿˢ ᵗᵒ ᵉⁿᵈ"*

. . .

Estaba justo al frente de una enorme casa en la penumbra de un bosque apartado de la ciudad. Sus paredes grises de concreto estaban desgastadas y agrietadas. Algunas de sus ventanas estaban a simple vista sucias y empañadas por la baja temperatura, desde entonces la llovía había parado antes de llegar aquí pero el frío no había dejado mi cuerpo y mis pies descalzos y sucios empezaban a doler.
La arquitectura de la casa parecía ser bastante antigua, me recordaba a esas imagen que veía en los libros que me daban para estudiar en mi tribu. Todo lo que transmitía este lugar era lo que los niños pequeños llamarían "lugar embrujado".

-Ven.- Me ordenó la mujer que me esperaba en la puerta.

Me separo del lujoso auto en el que vinimos a este bosque para dirigirme con poca confianza a su persona mientras está misma abría las puertas de la entrada para dejarme entrar primero y ser acogido por el ambiente fúnebre dentro de la casa, donde ella me trajo luego de nuestro pequeño altercado en el callejón donde dejó el cadáver de aquel que nos buscaba pelea a su suerte.

A ella no le pareció preocuparle, como si el hecho de recibir consecuencias, no le valiera. Fuí abstente en cuestionarle sus acciones y tenerle cuidado por temor y desconfianza.

-¿Vives aquí?- Pregunté con tono curioso a Zuliben, quien estaba recargada en la pared sin quitarme la mirada encima.

-A veces.

Nuestras voces hacían un pequeño eco al hablar. Mis labios se separaron ligeramente al contemplar el interior de la casa; la tenue luz era brindada por el candelabro que colgaba a lo alto del techo, era más cálido que afuera. Reforzaba más mi creencia de que la construcción era antigua.

-¿A veces?- Le dirigí la mirada

-Por mi trabajo no tengo tiempo para venir, así que podrás ver la casa un poco descuidada.- Exclamé un "oh" en forma de suspiro. Vi como se separó de la pared y se encaminó a mi y habló antes de que yo lo hiciera.- Tendrás que quedarte aquí hasta entonces.

[...]

La noche había llegado. La situación me tenía demasiado tenso; estar en manos de una desconocida la cual solo conocía su nombre no estaba en mis planes. Pareciera que me estoy confiando demasiado, pero aún así, no tenía otra alternativa que seguir deambulando hasta que alguien me atrapara, y en todo caso escapar de aquí.

El exterior seguía siendo desconocido para mí, he pasado gran parte de mi vida aislado dentro de mi aldea donde siempre nos dijeron que el mundo es enorme y muy cruel, y la otra parte estuve encerrado y solo, confirmando lo que me dijeron. La situación me generó inseguridad, el temor de estar rodeado de desconocidos y que se atrevan a juzgarme; por consecuencias del pasado. No sentirme capaz de asociarme con personas fuera de mi clan era un problema pero aún así fuí tan atrevido para ahora estar aquí.

Zuliben se ha mostrado amable, me explicó que está casa era el único lugar en el que podía esconderme y estar seguro, me ofreció ropa limpia y comida, incluso me dió una hermosa habitación en el segundo piso, había una cama con dosel, con sábanas blancas y azules oscuras de terciopelo, había una ventana con cortinas abiertas del mismo color azul de la cama, el vidrio estaba empolvado y daba una mala visión del exterior por las ramas de los árboles que chocaban con esta y casi impidiendo el paso de la luz.

Traté de deslizar la ventana hacía arriba pero parecía estar sellada. Mi atención fue a una vitrina de madera con puertas de cristal con objetos dentro, fuí a ella con curiosidad y tuve que sentarme de rodillas en el suelo por comodidad. Dentro de ella habían varías figuras pequeñas; muñequitos de cerámica. Habían varios en cada estante de la vitrina, eran figuras de animales y niñas pequeñas, la cerámica era blanca y estaba pintada con tonalidades rosas.