capítulo 1

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La situación pedía mostrarse alegre y relajada.

«Lo siento, no me queda de eso, pero el menú del día incluye: Desesperada al borde de la histeria».

Era más de medianoche y _______ Caine estaba de los nervios. Había intentado pacientemente explicárselo a su sobrina, pero los bebés de cinco meses no atendían a razones ni aceptaban sobornos.

-Por favor, Nicole, deja de llorar -murmuró, mientras paseaba de un lado a otro con el bebé en brazos. _______ miró hacia la puerta, que había cerrado para que los gritos no se oyeran por toda la casa, aunque probablemente sería tan efectivo como intentar parar un misil con un paraguas-. Por fin he logrado que tu hermano se durmiera y vas a despertarlo otra vez.

Sabía que cuidar niños no era tarea fácil, pero no había esperado que fuese imposible. Claro que, siendo una mujer soltera de veintiocho años, no había esperado convertirse en madre de dos niños de manera inmediata.

Estaba demasiado cansada y la sensación de soledad era más dolorosa que los gritos de Nicole. Se le encogió el corazón al recordar la sonrisa de su hermano... la sonrisa que su sobrino de seis años, Tanner, había heredado. Aunque apenas lo había visto sonreír en las últimas semanas.

Los grandes ojos castaños de Tanner eran demasiado solemnes cuando poco antes corría por toda la casa, atacando enemigos imaginarios con su espada láser.

El niño había perdido su casa en Corpus Christi, Texas, el mismo fin de semana que perdió a sus padres, y después había tenido que irse a vivir con su tía en un apartamento de dos dormitorios en Houston y acudir a un colegio donde no conocía a nadie. Las clases habían empezado la semana anterior y su profesora, la señora Phipps, le había dicho a _______ que apenas hablaba con nadie.

Tanner dormía en la habitación de invitados y Nicole en un diminuto estudio, pero los dos, acostumbrados a una casa con jardín, merecían algo más que eso, había decidido _______. Una vez que vendiera la casa de Corpus Christi compraría una a las afueras de Houston, pero llevaba dos semanas buscando y no había encontrado nada que le gustase.

Cerró los ojos y una lágrima se deslizó por su mejilla. Habían pasado tres semanas desde la muerte de su hermano mayor y su esposa en un accidente de barco. Estaban emocionados por la excursión con unos amigos porque era su primer viaje desde que nació Nicole.

_______ había ido a Corpus Christi para cuidar de sus sobrinos y recordaba a su cuñada explicándole cómo debía preparar los biberones:

-Me ha costado un poco, pero el sacaleches es un gran invento y creo que tendrás suficiente hasta que vuelva. He dejado tres biberones en la nevera.

Tres semanas después, Nicole aún no se había acostumbrado a la fórmula que compraba en la farmacia. Se la había recomendado un pediatra de Houston, pero a la niña no le gustaba.

«Lo siento, cariño, no puedo hacer nada más».

_______ estaba a punto de gritar, pero hizo un esfuerzo para controlarse. Debería llevarla al salón, pero su salón daba al dormitorio de los vecinos...

Lo que daría por tener a alguien que la ayudase o le diese apoyo moral, al menos.

Si no fuera medianoche llamaría a sus padres, que vivían en una comunidad para jubilados de Miami. Su madre había querido quedarse para ayudarla, pero Catherine y Edward Caine eran mayores y no tenían la misma energía que antes.

Su mejor amiga desde la universidad, Jonna Wilder, tenía una cita esa noche con su último novio y, si las cosas habían ido como esperaba, seguramente no estaría en casa.

Un mes antes, _______ habría llamado a Christian para pedirle ayuda, pero su prometido había salido corriendo en cuanto se leyó el testamento en el que se la declaraba tutora legal de los niños.

-Por favor, entiéndelo, esto no significa que no me importes, _______. Es que... no estoy preparado para convertirme en padre de familia de repente.

Tampoco lo estaba ella, pero no había alternativa. Era la tía de los niños y debía hacerse cargo de ellos. Desgraciadamente, se sentía inadecuada, incapaz.

Necesitaba ayuda.

Nicole arrugó la carita y lanzó un alarido tan potente que _______ pensó que se les caería el techo encima.

No, más bien necesitaba un milagro.

Por el altavoz del manos libres, Zayn Malik escuchó una voz masculina con acento texano:

-Te agradezco mucho que me hagas este favor.

Zayn comprobó distraídamente los coches que tenía delante. La congestión de tráfico en el centro de Houston era debida a que los niños habían vuelto al colegio, aunque por el calor que hacía parecía pleno verano y no el mes de septiembre. Otras personas se enfurecían en los atascos, pero él estaba demasiado acostumbrado.

-Con el salario del que me has hablado, no sé si esto podría calificarse de favor, Bill.

Aparte del dinero, Zayn se alegraba secretamente del encargo porque sería una distracción. Así no podría pensar en los repentinos cambios en su vida y en la resultante melancolía... una palabra estúpida que lo hacía parecer el héroe de una novela gótica.

Olvidarse de todo, eso era lo importante.

Zayn se enorgullecía de permanecer sereno en cualquier circunstancia, pero hacía tiempo que no experimentaba ninguna emoción fuerte y, cuando menos, la oferta de Bill Daughtrie le había parecido curiosa.

Zayn era asesor de alta tecnología informática y su trabajo consistía en solucionar problemas o renovar sistemas informáticos, pero era la primera vez que alguien requería sus servicios como espía corporativo.

«Seré como James Bond, pero sin el bolígrafo-pistola», había pensado al escuchar la oferta de trabajo.

Bill Daughtrie era un antiguo compañero de facultad, propietario de una empresa de ingeniería, y estaba decidido a protegerse de un empleado traidor que, supuestamente, pasaba información a su mayor competidor.

-No podrías haberme llamado en mejor momento -le dijo-. Esta temporada no tengo la agenda tan llena como de costumbre.

De hecho, la había limpiado deliberadamente porque debería estar recién casado en ese momento. Y habría vuelto de su luna de miel para montar la casa...

Apretó el volante con fuerza. No estaba enfadado con Elena, que se había enamorado de su mejor amigo, Jake, pero se había hecho ilusiones sobre cómo iba a ser su vida y en aquel momento se sentía perdido.

Y solo.

Su mejor amigo y su exprometida estaban en Hawai, donde se habían casado en secreto, y su única pariente viva, la madre a la que había cuidado mientras luchaba contra un cáncer de mama, se había recuperado maravillosamente y estaba haciendo un crucero por el Caribe. La gente que más le importaba en el mundo estaba en zonas tropicales y él estaba allí, en Houston, en medio de un atasco.

No sabía qué iba a encontrar trabajando de incógnito como director de proyectos informáticos en la empresa de su amigo, pero una cosa estaba bien clara: necesitaba un cambio.

el mejor equipo zayn malik y tuWhere stories live. Discover now