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Una noche fue todo lo que tomó para que Tom sintiera cada vez más curiosidad por esta chica. Ella no estaba encantada de él ni le tenía miedo a primera vista, y eso era extraño para Tom. Incluso había intentado legilimancia con ella a la mañana siguiente, pero nunca funcionó. Tom sintió que no tenía control sobre ella y tenía control sobre todos. Esta chica ya lo hacía sentir menos poderoso.

La oportunidad perfecta para interrogarla se le ocurrió cuando estaba en sus deberes de prefecto y la vio deambulando por los pasillos después de horas. Él sonrió y dejó caer su expresión de orgullo en el momento en que ella lo vio.

"¿Qué cree que está haciendo fuera tan tarde, señorita River?" Preguntó sombríamente. Ella no se volvió para reconocerlo, pero aun así habló.

"No podía dormir, así que salí a caminar", respondió. Es posible que solo se haya ido por unos momentos en casa, pero había estado atrapada aquí durante días. De repente, recordó por qué estaba allí en primer lugar.

"Mírame cuando me hables", le fulminó con la mirada. Alexandra se dio la vuelta y se cruzó de brazos. "Es respetuoso".

"No te respeto", dijo Alexandra secamente. La sangre de Tom hirvió y Alexandra se dio cuenta. Seguro, tenía miedo, pero sabía que era mejor no mostrárselo. Sabía lo que estaba haciendo y le sorprendió que realmente estuviera funcionando. Aún no la había lastimado.

"¿Y por qué es eso?" Preguntó, acercándose a ella. Ella se quedó de pie en un lugar, negándose a retroceder.

"Porque no te conozco. ¿Cómo puedo respetar a alguien de quien no sé nada?"

"Porque un día voy a ser el mago más poderoso del mundo, y aprenderás a respetarme, o enfrentarás las consecuencias".

"¿Se supone que debo creer eso?" Ella continuó interrogándolo. Fue entonces cuando la agarró del cuello y la empujó contra la pared de ladrillos detrás de ella. Tan pronto como su mano la tocó, sintió como si hubiera estado tocando fuego, lo que hizo que la dejara ir. Alexandra se llevó la mano al cuello, sintiendo la misma sensación.

Ese era el momento que Dumbledore esperaba que sucediera. Sabía que Alexandra sería la chica que cumpliera la profecía. La chica que rompió a Tom Riddle. La chica de la que Tom se enamoraría, a pesar de sus antecedentes.

La chica que salvaría el Mundo Mágico con solo su toque.

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