Ese dia, aquella chica

12 1 0
                                    

Ese día, el día que todo cambió.
Llegue al colegio como una niña más, risueña, feliz, volví a mi casa como una niña menos, ya nunca más feliz.

Las palabras de aquella chica, a la que realmente nunca conocí, ni mucho menos ella a mí, me convirtieron en alguien extraño, me volvieron callada, distante, desconfiada, me volvieron oscura, mi alma se llenó de dudas y la niña que era se volvió pequeña, detrás de una coraza de seguridad que nunca fue real, que solo escondía, inseguridad y me quedé vacía.

Aquella chica atenuó todo mi brillo y lo convirtió en vacío con la oscuridad que produjo al abrir su boca. Ya ni recuerdo lo que dijo, solo recuerdo el horror, decenas de miradas y voces opinando al mismo tiempo, murmullos apabullantes, un dolor incalculable en mi pecho, nunca nadie me había invalidado de esa manera ante gente desconocida, ese día me di cuenta de que podía ser juzgada únicamente por las malas intenciones de alguien, que solo con eso la gente ya pensaría mal de mí sin tener ni idea de lo que soy, a partir de ese día nunca más fui la misma.

Mi luz se volvió tenue, apagada, vague por los pasillos de mi vida durante muchísimo tiempo sin yo misma saber quién era, sin acercarme demasiado a nadie para que no pudieran dañarme, escondiendo bajo la alfombra y bajo las mangas de la chaqueta una herida que no he podido sanar en todo este tiempo, porque aún la arrastró aunque han pasado 9 años porque ese día además de oportunidades de crear historias y recuerdos con muchas personas, me perdí yo.

Tal vez aún sigo allí llorando en aquella sala llena de taquillas y mochilas como una chaqueta tirada más, mientras la gente pasa, sin ni si quiera percatarse de que hay alguien allí, aunque yo en realidad no puedo escuchar nada, solo siento el sabor salado de mis lágrimas callendo, un nudo en el estómago enmarañandose más y más con cada respiración y mi propia voz interior juzgandome también.
Creo que mi niña interior aún sigue allí, deteriorándose día tras día, reviviendo una y otra vez ese día y todos los que le siguieron, que aunque ninguno de ellos fue peor nada volvió a ser lo mismo para ella.

Desde ese día solo recuerdo estar triste siempre, un vacío que nunca supe como llenar aunque lo intente de muchas maneras, un dolor que nunca pude justificar porque para mi siempre fue una tontería lo que pasó y nunca quise aceptar que me había afectado y que me había cambiado de tal manera que lo pague conmigo misma, de manera física y mental, me atormente mil noches, pase días enteros durmiendo en mi cuarto porque durmiendo no tenía que pensar ni sentir nada y así salvaba las noches que no podía dormir por los pensamientos, desde ese día mi cabeza no a parado de correr hacia todos lo escenarios posibles y de tratar de controlarlo todo en función de si podía salir herida o no y aún así he salido igualmente herida en otras ocasiones pero en ninguna tanto como en esa.

Aquella chica me mato y aún no se donde enterró el cadáver, desde ese día solo soy mi propio fantasma vagando ausustado de su propia vida.

Sonrisas MuertasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora