Silbidos De La Muerte (Bakugo x Lector@)

Capítulo 2

Kamiki Yui estaba sumida en sus pensamientos, intentaba distraerse con algo después de escuchar varias de las discusiones de sus padres sobre ayer y no lograba dormir esa noche; intentaba con toda sus fuerzas prestar atención en clases. Su vida para socializar no era la mejor, solo hablaba cuando se trataba de actividades escolares o hacía gestos para hacerle entender a la gente que le restaba la conversación sobre sus vidas.

O al menos eso hacía creer que las habían esquivado, pero por un descuido por parte de ella, Bakugo, el chico que apenas conoce, se encontró con él en el pasillo caminando a una dirección contraria en la que iba la chica; y por un descuido, ambos terminaron chocando.

-Oi, al menos fijate bien extra.

-Si... -lo dijo en un susurro para luego irse corriendo a un lugar para estar a solas y respirar aire fresco dejando a Bakugo plantado.

A Bakugo pareció no importarle y que en un principio pensó que la chica había sido muy torpe esta vez pero al ver por cómo corría parecía como si viera una persona estar al límite, estar cansada al intentar más tiempo en correr, le picó la curiosidad aunque eso no importaba en lo absoluto y pensaba que era por su quirk.

En el transcurso del día, la chica seguía continuando sus actividades normales, prestar atención en clases hasta que llego la hora de comer.

"Me siento como un bicho raro estar rodeada sin más, con esas personas sabiendo que nadie va a sentarse conmigo"

Lo que ocurrió fue cuando el timbre de la escuela se hacía sonar indicando la hora de receso la chica salía primero, antes de que llegara una manada de estudiantes.

"y bueno... ¿Por qué rayos estoy aquí?" -se preguntaba, ya que no tenía ni la más remota idea de cómo había llegado ahí en el comedor estando rodeada con personas de otras clases.

Se sintió incómoda. Lo único bueno es que estaba en un comedor con asientos vacíos.
La verdad prefería comer en la azotea de la escuela, pero en realidad solo quería tomar aire y el bento que llevaba en su mano sólo era una escusa para escabullirse y hacer como si de verdad fuera a comer. Ella mentía. Pero con eso lo sentía mejor. Tenía muchas opciones que se se le ocurra por donde quedarse salir, primero fué hasta la azotea con su bento. Suspiro de alivio por esas horas de receso, ya que al salir tarde, muchos de los estudiantes se amontonan del camino para ir directo en el comedor siendo muy estresante, especialmente para Kamiki, era demasiado tener que aguantar tantos empujones y gritos de los estudiantes que solamente estaban tratando de llegar por comida y otros tratando de ganar los asientos.

Por desgracia, un día a ella le tocó estar en un comedor ya que como la Academia es grande no conoce muchos caminos para deambular por ahí excepto la azotea y su salón son lo único que se sabe de memoria.

"Bueno... ya que.." -con su tenedor dió su primer bocado, por ahora está aliviada de tener otras opciones así que tuvo que recurrir a otro método y es comer tranquilamente para luego ir al baño a paso lento evitando llamar la atención y lograr su objetivo. No es la primera vez que lo hace, ya que recordaba muy bien cuando estaba en la secundaria unos de sus compañeros organizaron para una fiesta de cumpleaños poniéndose de acuerdo en comer en una pizzería después de la alberca y ella fue invitada en ese evento con tal de alejarse de las discusiones que se armaron un alboroto por parte de sus padres. Sus compañeros comieron pizza, llenándose de recuerdos agridulces mientras ella no se contenía por aquel olor que desprendía de la pizza, tenía hambre y terminó comiendo unas 6 rebanadas de pizza; por lo que sus compañeros le preguntaron sobre el resto de la pizza que estaba vacía de la mesa. Nadie respondió.

Y Kamiki se armo de valor para mentir:
"Yo las guardé para compartir pizza con mis padres"-soltó sin más la chica.

Se sentía mal comer toda la rebanada así que buscó unas varias excusas para salirse de ella, logrando convencer al resto del grupo. Más tarde salió de aquella fiesta despidiéndose de los demás, saliendo libre de ésta dirigiéndose a un centro donde entró al baño público y con una bolsa de plástico que sacó de su bolsillo lo extendió para luego usar su otra mano con unos de sus dedos las metió en la boca.

Se sentía culpable por primera vez...

Se sentía miserable....

Pero a la vez se sentía bien, ya que, por fin pudo sacar lo que comía y no volver a caer en cualquier comida que para ella es una tentación de comer de todo y a grandes cantidades, y ese método ayudaba solo para cuando va a comer enfrente de cualquier persona. Así se sentía mejor, con el afán de lograr tener una figura como cualquier heroína que se veía a diario en medios de televisión, periódicos o cuando los veía frente a ellas se le hacía revolcar su estómago ignorando completamente aquella sensación ya que sabía que debía hacerlo, mientras los comentarios resonaban en su cabeza repitiendo una y otra vez...

"Las heroínas no sólo se esfuerzan día a día rescatando civiles, su cuerpo también es lo que más destaca para estas futuras generaciones" ,se lo decía su madre frente a ella.

Y ella bien confiada, haría todo lo que pueda para convertirse en una mejor heroína del futuro, pensando agradecer a los consejos de dichas personas le han dado puros malos consejos logrando así atentar contra la vida de un inocente lo cual es un delito.

Volviendo al presente, ella estaba más tranquila cuando come mientras por dentro lloraba, no quería comer, ya que por cada bocado se hacía sentir cómo se engordaba unos kilitos de más.

Y sólo faltaban más minutos para que terminase el recreo y que la chica tuviera tiempo de salir de ahí con la única intención de ir al baño y sacar todo lo que comía. Pero, unos de sus compañeros de clase se unieron a ella a comer no sin antes pedir amablemente a la nueva en comer con ella y ésta aceptó.

-Oh, perdón por mis malos modales, soy Kaminari Denki.

-Yo soy Kyoka Jiro, llámame como gustes-respondió amablemente.

-Ojiro Masirao-dijo un chico que lo dijo de forma un poco tímido mientras movía la cola de un lado a otro.

Por otro lado, terminó de comer masticaba lentamente el último bocado que tenía en su boca estando concentrada en masticarlo bien y luego tragar con sumo cuidado levantó la vista para mirar a los tres chicos que los reconoció inmediatamente ya que al ser de la clase 1ºA ha estado repasando muy bien la lista de asistencia el nombre de cada uno de sus compañeros siendo ella una nueva estudiante.

Al mirarlos sonrió.

-Y yo soy Kamiki Yui, igualmente es un honor en conocer y perdón por preguntar pero.. ¿No les importa que me fuera de aquí? Tengo otras cosas que hacer ya que comí rápido para ir a la oficina del departamento de soporte sobre mi traje de héroe. -Mintió pero al menos es una buena excusa para ir al baño y al mismo tiempo ir al departamento sobre su traje. Una mentira no MUY grande.

-Claro, y cualquier cosa si quiere comer con nosotros será un placer para poder charlar entre nosotros-Dijo Jiro.

Después de salir de ahí fué a hacer lo que tenía que hacer a pesar de haberse atrasado unos pocos minutos volviendo nuevamente al salón con una excusa de haberse tardado en el departamento de soporte para ver su traje y hacer unos cuantos cambios en ella debido a su quirk; y al final el profesor lo dejó pasar dando por iniciada a su clase.

Ahora no quedaba otra más que usar y buscar buenas excusas siendo éstas unas mentiras, unas bonitas mentiras; se veía patética pero era por buena razón y era evitar con todas sus fuerzas volver a ver su cuerpo hincharse pensando en cómo sería al pesarse encima de una balanza, la cantidad de sus grasas corporales que almacenaba en su propio cuerpo.

Odiaba eso, estaba claro que se odiaba y lo hacía para sentirse bien y verse bien bonita, agradeciendo a los consejos que le dieron cosa que ella no se daba cuenta lo enfermizos que se escuchaban de parte de unas cuantas personas pero más de su familia: sus padres. No sabía de nada que se estaba matando gracias a los enfermizos y sucios consejos de sus padres que le daban en un pasado, no sabía ni se daba cuenta que se estaba hundiendo de más gracias a personas y más de su propia familia, no eran sanos para ella, la relación con la que estuvo eran tóxico y muy dañino para ella y aun así apreció mucho los consejos.