Mimosa - Nadie sabe que te quiero

C060 - ¡Oye, deja de tirar de mis pantalones!

―¿Podrías dejar de hacer el tonto? Estamos en la escuela. Estamos... 

Yan Qiu no sabía que Ji Xinglan lo había hecho accidentalmente. Estaba a punto de sufrir de ansiedad por culpa de Ji Xinglan, y pensó que Ji Xinglan realmente quería intimidarlo. Cuando vio que Ji Xinglan se había puesto de repente en cuclillas delante de él para ayudarle a levantarse los pantalones, Yan Qiu se sorprendió. No sabía qué clase de truco iba a hacer Ji Xinglan, así que lo empujó rápidamente. ―¡Deja de tirar de mis pantalones! 

Mientras ambos estaban ocupados escabulléndose y empujándose en la escalera, Ji Xinglan logró levantar los pantalones de Yan Qiu por encima de sus rodillas. De repente, oyó un grito por encima de su cabeza, y un objeto pesado cayó desde arriba.

Yan Qiu vio una sombra en el rabillo del ojo y se dio cuenta de que algo había caído. No tuvo tiempo de pensar en quién querría emboscarles de repente, y ni siquiera vio claramente lo que era. Instintivamente quiso esquivar, pero Ji Xinglan reaccionó aún más rápido que él. Lo agarró y se inclinó hacia un lado para poder presionar a Yan Qiu con firmeza. 

Ji Xinglan colocó su mano en su espalda para actuar como un amortiguador, preocupado de que Yan Qiu golpeara su columna contra la pared. Yan Qiu estaba atrapado entre él y la pared, y no podía moverse. Los pantalones que había logrado levantar y no pudo atar correctamente se volvieron a caer.

―...

Yan Qiu y Ji Xinglan se miraron. Ji Xinglan decidió ayudar a cubrirlo un poco.

El ruido sordo de algo que caía al suelo se elevó a sus pies. Afortunadamente, habían logrado esquivarlo a la altura del cabello.

El arma parecía bastante grande, pero no era tan pesada. Cuando aterrizó en el suelo, tampoco provocó un gran sonido.

Yan Qiu miró por encima del hombro de Ji Xinglan y echó un vistazo al arma homicida que yacía junto a sus pies, solo para notar que era una mochila escolar negra. El llavero de peluche de Hello Kitty en la cremallera se balanceaba sin parar.

¿Quién tiró la bolsa?

―¡Oye, suelta a mi jefe! ―Las dos personas se sorprendieron por el grito repentino y levantaron la cabeza. Inmediatamente después, vieron a Xie Yu en la escalera.

Fue él quien arrojó el 'arma'. La mirada de Ji Xinglan se oscureció. No sabía qué tipo de trucos estaba tratando de jugar este idiota esta vez.

Mientras miraba a cierta persona llamada Ji merodeando por la escalera y los pantalones que habían caído hasta los tobillos de Yan Qiu, así como sus ojos enrojecidos, Xie Yu parecía sorprendido y enojado.

¡Ese bastardo de Ji Xinglan! ¡De hecho, le quitó los pantalones a alguien durante el día! ¡Es incluso peor que un monstruo!

¡Dijo que no acosará a Yan Qiu! ¡¿No escuchó a Yan Qiu decir que no lo quería?! 

En solo unos segundos, Xie Yu ya se había agarrado a la barandilla de la escalera con una mano y saltó elegantemente para correr hacia ellos desde arriba. Solo había medio tramo de escaleras entre ellos, por lo que no era muy alto. Aterrizó firmemente en el suelo y agarró la bolsa, queriendo deshacerse de Ji Xinglan por el bien de la sociedad. ¡Luego, lo giró hacia la cara atónita de Ji Xinglan!

―¡Ji Xinglan, eres un desvergonzado!― Los ojos de Xie Yu ardían de furia, y la ira parecía querer adquirir una forma sustancial para quemar hasta la muerte al bribón que tenía delante. Mientras blandía su arma, gritó: ―¡Ji Xinglan! ¡¿Por qué le has tirado de los pantalones a mi jefe?! ¿Por qué? ¡¿No me prometiste ese día que no lo acosarías?! ¡¿Eh?! ¡¿Qué estás haciendo ahora?!