𝐅 𝐑 𝐈 𝐃 𝐀 𝐘

𝓤𝓷𝓲𝓬𝓪 𝓹𝓪𝓻𝓽𝓮.

Finalmente era viernes, el día que todos los estudiantes esperaban, el fin de semana estaba a la vuelta de la esquina, algo que todo estudiante ansiaba.

La mayoría de estudiantes yacía reunida en la gran cafetería del Instituto, otros preferían estar al aire libre, ya sea sentados en alguna banca, corriendo en alguna de las canchas o bien, sentados en el césped bajo la sombra de algún árbol.

Entre los estudiantes de la cafetería se encontraba un joven moreno con el rostro lleno de estrellas esparcidas por sus mejillas, estaba en compañía de un joven azabache con una cabellera algo larga amarrada en una trenza; cortesía de la pequeña mujer de aquel particular grupo de amigos, un joven pelinegro de facciones delicadas observaba atentamente su celular en busca de algo interesante en Instagram, el mayor entre ellos por tan solo un año, un muchacho de cabellera rubia oscura rodeaba con una brazo los hombros del moreno mientras que explicaba a todos los presentes la explosión del Laboratorio ocasionada por el estudiante problemático Eustass.

Otros estudiantes en la cafetería solo esperaban en que aquella voz apareciera en las cuatro bocinas de aquel lugar. Pues la razón por la cual era especial el día viernes en aquel Instituto, era por el hecho de que hace ya más de un año se había implementado una radio de noticias y chismes —siendo esto último lo que más les gustaba a los estudiantes—. Una lástima que aquel viernes habría un gran cambio.

El pecoso había soltado una broma del suceso del Laboratorio, cuando sus amigos estaban por reír, el golpe en las bocinas los detuvo, el sonido de una puerta cerrarse con fuerza llamo la atención de todos, en especial del moreno, quien de hecho no era gran fanático de los viernes.

Un golpeteo en el micrófono confundió a varios, pues siempre, Jewelry Bonney sin preocuparse por el micrófono gritaba con gran efusión; la sorpresa fue grande cuando la voz de un muchacho se hizo oír.

"¿Recuerdas nuestro primer encuentro? Yo aun cuando lo recuerdo no puedo evitar sonreír como un bobo".

¿Era acaso eso una declaración en la radio?

Varias muchachas se emocionaron ante la sola idea de aquello y comenzaron a fantasear en ser aquella persona.

Marco miro con una ceja alzada a sus amigos, ambos hombres de cabellera larga tan solo se encogieron de hombros, la mujer de pequeña estatura quien estaba dando un sorbo a su jugo de manzana tan solo negó con la cabeza; nadie en aquella mesa sabía que ocurría.

"Tú eras alguien que causaba problemas a su paso, mientras que yo tan solo era un chico tranquilo que disfrutaba leer bajo la sombra de un árbol".

Chicas comenzaron a murmurar y a cuestionar quien era la persona que estaba por confesar su amor ante todo el Instituto.

"Lanzaste un balón de básquet justo encima de mi cabeza, con rapidez fuiste por él y mientras que lo recogías, te disculpabas totalmente avergonzado. Quería reír de ternura en ese momento más me abstuve, no deseaba una herida en mi rostro".