1. Un día normal en la capital

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Aimee

Sonó mi despertador a las siete de la mañana y lamente haberme acostado tarde anoche, pero valió la pena; ayer hice una fiesta en mi casa -aprovechando que mis papás se fueron por un viaje de negocios-, la pase súper bien y lo mejor es que mis papás no se van a enterar; le dije a los empleados que si no decían nada y arreglaban la casa antes de que llegaran mis papás, les daría un  bono a cada uno, para que comprarán ropa y como sabían que después no se les presentaría una oportunidad así de comprar ropa en las mejores tiendas de la ciudad, pues claro que aceptaron.

Lo malo es que ahora tengo que arreglarme rápido porque tengo que  ir a mi primer día de universidad, la verdad es que no me emocionaba para nada tener que ir a la universidad y tampoco era necesario, podía seguir viviendo de lo que me daban mis papás de mesada y listo, pero ellos decían que era "importante" que yo tuviera un titulo universitario, así que no me quedaba de otra. Había escogido administración de negocios porque mi mejor amiga Katy también iba a entrar a la misma carrera, ella por el contrario si quería estudiar eso, siempre me lo decía desde que teníamos ocho años.

-¡No puede ser, no puede ser!- iba tarde. Entre a mi carro rápido y salí de mi casa. 

Siempre me pasaba lo mismo, el tiempo nunca estaba a mi favor, mis papás siempre me regañaban por lo mismo, pero es que no ere mi culpa, siempre había sido muy vanidosa y eso requería tiempo.

Iba en el carro escuchando Ariana Grande, cuando comienzo a darme cuenta que había un carro de policía persiguiendome, no me quedaba de otra que parquear a un lado del andén.

Voy a llegar tarde el primer día.

Era el policía Wilson, era bajo y barrigón, parecía tener más ganas yo de ir a estudiar que el de trabajar, sinceramente. Ya me lo había encontrado antes.

- Acaba de pasar el límite de velocidad. Me parece que no está empezando su año nada bien, señorita Aimee.

- Si, como sea. ¿Ya me puedo ir?

- No, debo decirle que está multa la va tener que pagar con trabajo social.

- ¿Qué? ¿Cómo que trabajo social?

- ¿Que prefiere ayudar a pavimentar las calles o darle mercados a los pobres?

- Ninguna.

- Entonces me temo que va a tener que pagar una suma de dinero muy alta.

- Bien ese no es un problema.

Encendí el carro y me fui. Sabia que mis papas se iban a enojar, era la cuarta vez en el mes que me pasaba lo mismo, personalmente creo que el limite de velocidad es una estupidez y más cuando tienes afán.

Finalmente llegué a la universidad, debo admitir que era bastante bonita y grande. Busque en mi bolso el papelito que decía el salón al que debía entrar.

Salón 104.

Cuando llegue estaba la puerta cerrada, por la pequeña ventana alcanzaba a ver Katy y al lado un puesto desocupado. Bien, solo tenía que abrir la puerta, saludar y sentarme justo en esa silla, que puede salir mal, me dije a mi misma.

Justo cuando abrí la puerta sentí la mirada de todos, incluidos el profesor; se veía que era el típico profesor inconforme con su sueldo.

-Señorita, llega usted cuarenta minutos tarde -. Dijo mirando su reloj barato.

- Bueno creo que mi reloj está mal, juro que decía que eran las ocho en punto -. Trate de sonar chistosa para quitar la tensión, pero creo que fue todo lo contrario.

- Siéntese. Empezamos mal el año, llegando tarde - dijo, señalando el puesto desocupado.

Obedecí, demasiado apenada. Ya era la segunda ves que me decían eso hoy. No era un buen día para mí.

No entendía muchas cosas de las que decía, lo único que aprendí es que el profesor se llamaba Max e iba a ser muy riguroso con la puntualidad. Creo que no nos la íbamos a llevar bien Max y yo.

Cuando terminamos la clase, Katy me acompaño a la cafetería a comer algo, ya que no había comido nada por la mañana.

- ¿Por qué llegaste tan tarde?

- No sabes lo que me pasó amiga, primero casi no me levanto y segundo me pusieron un parte por "límite de velocidad".

- Es la cuarta vez que te pasa este mes.

- Lo sé.

- Tus papás ahora sí que te van a matar.

- No digas eso, que además de tener que pedirle plata para pagar la multa, acabo de ver el último bolso que sacó Dior y también tengo que pedirles plata para comprarlo.

- Ay si, yo también lo quiero, vas tener que comportarte  bien para que te lo compren.

Cuando llegue a casa y mis papás todavía no habían llegado, dijeron que iban a llegar tarde pero no pensé que tanto. Me quedé esperándolos  hasta las once de la noche, no llegaron así que decidí, irme a dormir. Mañana me esperaba otro día en la universidad, solo llevaba un día y ya queria que llegaran las vacaciones.

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⏰ Last updated: Jan 16, 2022 ⏰

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