SCRAWLS

i just want your body next to me ('cause it brings me so much ecstasy)

-Si, por supuesto -respondió-. Vamos, te mostraré tu habitación.

Beca se despidió de los niños, prometiéndoles hacer algo por la tarde, para luego seguir a Chloe por el pasillo hacia las escaleras.

Chloe se detuvo frente a la habitación de invitados y empujó la puerta.

-La acondicioné para ti, pero si necesitas algo no dudes en pedirlo.

-Gracias, Chloe.

Chloe asintió.

-Realmente me hace feliz que estés aquí en este momento -le dijo antes de marcharse.

Beca suspiró. Ella también estaba feliz de estar ahí, pero no sabía cuánto podría aguantar su corazón.

*

Cuando Beca salió de la habitación de invitados unas tres horas después, bien descansada y recién duchada, se encontró a la familia de su hermano en la sala de estar. Los mellizos miraban la televisión mientras el pequeño Michael gateaba en su alfombra de figuras.

Chloe leía en una esquina del sofá grande. Ella fue la primera en notar su presencia y se giró para mirarla con una sonrisa.

-Tía Beca -chilló Archie saltando de su lugar en el sofá.

-Te despertaste -gritó Sasha emocionada abrazándose a sus piernas.

-Pensamos que no te veríamos hasta la cena -dijo Chloe con diversión en su voz-. Los chicos estaban a punto de ir por ti.

Beca sonrió y recogió a Sasha en sus brazos.

-Gracias por dejarme descansar un poco -le dijo a Chloe cuando se dejó caer en el sofá pequeño aun sosteniendo a su sobrina.

-Está bien -respondió Chloe-, sabemos que la vida de súper estrella debe ser agotador.

Beca entendía que Chloe bromeaba, pero aun así no se le escapó la forma en que la voz de su cuñada se quebró.

Sin embargo, tomó la decisión de ignorarlo. Al igual que ignoró todos estos años la forma en que su corazón constantemente anheló estar cerca de la pelirroja.

-¿Qué tal si los llevo por unos helados? -le dijo a Chloe-. Así tienes un tiempo para descansar sin preocuparte por ellos.

Chloe le sonrió.

-Eso realmente me gustaría.

Beca asintió.

-Bien, no se diga más -Beca se levantó y escuchó los chillidos emocionados de los mellizos-. Vamos por unos helados, niños, así dejamos tranquila a su madre.

Chloe soltó una suave risita. Beca le sonrió y señaló a Michael.

-Supongo que necesitaré llevar pañales y esas cosas, ¿verdad? Nunca he tenido bajo mí custodia un bebé el tiempo suficiente para saber lo que necesito.

Chloe negó.

-No, está bien -dijo-. Él se puede quedar conmigo.

-Para nada -respondió Beca-. Me llevo a todos.

-No es necesario, lo prometo, además está a punto de quedarse dormido.

-Mucho mejor, así no tendré que lidiar mucho con su llanto -bromeó Beca-. No estoy hecha para cuidar niños, pero creo que puedo soportar una hora con mis sobrinos, déjame hacerlo.

Chloe suspiró y asintió lentamente.

-Bien, te prepararé una mochila con lo necesario.

-Genial.