SCRAWLS

i just want your body next to me ('cause it brings me so much ecstasy)

Beca sintió como su corazón se tambaleó al escuchar la respuesta de Chloe.

-Bien, lidera el camino entonces.

Chloe asintió y caminó en dirección a la cocina. Beca había estado pocas veces en la casa de su hermano. Tan pocas veces que incluso podía contarlas con una sola mano, sin embargo, ella reconocía cada espacio y cada rincón. Después de todo había sido su regalo de bodas para la pareja.

Supo que a Chloe le encantaría y no se equivocó.

Entraron en la cocina donde estaban los mellizos de cuatro años. Sasha tenía el pelo rojo como su madre, y Archie se parecía mucho a su padre con esa sonrisa de medio lado y ese cabello desordenado.

Una sonrisa se formó enseguida en la cara de Beca. Le recordaba a ella y su hermano cuando eran pequeños.

-Tía Beca -chillaron al verla y saltaron de sus asientos para abrazarse a su cintura.

Beca se inclinó para poder besar sus cabezas.

-Hola chicos, ¿les gustaron los regalos que les envié?

Ya que suele visitarlos muy poco, Beca normalmente les envía muchos regalos. Después de todo, ha tenido una fructífera carrera en la industria de la música y no tiene en quien más malgastar su dinero. Además, siempre quiso ser la tía cool y malcriar a sus sobrinos.

-Nos encantaron -respondió Archie.

-Podemos jugar después de la comida -dijo Sasha, lanzándole su mejor mirada de cachorrito.

Beca ni siquiera intentó luchar contra ella. Sasha había obtenido esa mirada de su madre, y ni siquiera la bad ass rompecorazones Beca Mitchell (como la presentaba constantemente la prensa amarilla) podía decirle que no a esos ojos.

-Si, claro -respondió.

-Genial.

Chloe dejó a Michael en su silla de desayuno y señaló los platos de ambos niños.

-Pero primero tienen que terminar de desayunar y dejar que la tía Beca descanse un poco.

Beca le agradeció con la mirada.

-¿Quieres panqueques? -le preguntó Chloe con una suave sonrisa-. Son de arándanos, tus favoritos.

Beca parpadeó sin saber que responder. Por supuesto que Chloe sabía que eran sus favoritos, ella se los preparó muchas veces mientras vivían en la casa Bella durante sus años universitarios. Cuando todo era más sencillo. Recordar esos tiempos hacían que su corazón doliera al imaginar lo que habría pasado si ella hubiese dicho algo a tiempo.

Si le hubiese dicho la verdad a Chloe.

Se tragó el nudo de la garganta y se maldijo a sí misma por pensar en esas cosas. Estaba en la casa de su hermano, que había fallecido hace menos de una semana, y sus pensamientos estaban inundados de la pelirroja frente a ella.

-Los de arándanos también son mis favoritos -dijo Archie descuidadamente mientras pinchaba con su tenedor de plástico los trozos de panqueques.

Beca lo miró.

-Ah, ¿sí? -le sonrió-. Los de tu mamá son los mejores.

-Si -asintió el pequeño.

Beca miró a Chloe.

-Estoy bien, desayuné de camino aquí, pero gracias por preguntar -respondió-. Quisiera poder instalarme y tomar una ducha. Quizá dormir un poco.

Chloe asintió enseguida.