Capitulo 4: Dead Rabbit

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Llevamos unas horas dentro del pub, el alcohol, las luces y la música nos empapan a todos. Conseguimos gracias al novio de Helena un lugar en el sector vip. Thomas y Adam andan de cazadores, mientras que las chicas son aún más simpáticas ebrias, bailamos y cantamos a todo pulmón hasta agotarnos.

-Necesito un trago – confirma Lucille luego de un rato en la pista.

- Te acompaño – confirmo comenzando a caminar a su lado mientras nos dirigimos a la mesa con sillones en donde Helena y David, su novio, están en pleno actual previo al sexo. – creo que mejor pido algo en la barra – hago una mueca cuando veo como se toquetean en pleno boliche.

- Te acompaño – confirma Lu, ambas cambiamos la dirección de nuestra caminata hacia el barman sexy que esta mirando hace un rato – con suerte consigo un trago gratis y su número – me guiña un ojo acomodando su vestido.

Una vez allí, se pone a coquetear con el rubio, quien le sigue la conversación muy complacido con la castaña que intenta tirárselo. Me siento un poco alejada de ellos para beber mi mojito en paz.

-Supongo que una chica tan hermosa y con tanto carácter no esta sola en este pub de mala muerte – dios no, hoy no es el día de rechazar idiotas que no saben coquetear. Me giro hacia la derecha donde el diablo del avión se encuentra parado, con las luces parece modelo de Calvin Klein.

- Si fuera de mala muerte no me habrían cobrado 30 dólares este trago – le señalo la copa riendo – espero que estas de buenas hoy, no tengo valijas cerca para golpearte – ruedo los ojos mientras se sienta a mi lado.

- Déjame pagarte uno entonces – estira su mano para hacerle el pedido a otro de los cantineros – siempre puedes tirarme un trago o mejor, callarme con un beso – me guiña un ojo aceptando la bebida y entregando una tarjeta black para pagar.

- Altanero, arrogante, idiota y malo conquistando – enumero con los dedos – si no fueras sexy y esa camisa negra no te quedara tan bien, ya te hubiese rechazado – paso una de mis manos por su pecho jugando con los botones, el alcohol está tomando el control de mi cuerpo y mi consciencia grita que lo deje domarme - aunque lo de tirarte esto encima no es mala idea, gracias por eso -– tomo el nuevo trago y bebo un sorbo. Él sonríe y parece sacado de la mismísima semana de la moda en parís, bebe por completo su trago y se levanta, alarga una mano.

- Bailemos – dice tomando mi mano y tirando de ella.

- No bailo chico extraño – niego intentando quedarme en mi asiento, pero su fuerza me sobrepasa y termino pegada a él. Me lleva al medio de la pista, coloca una mano en mi cintura y espera a que me mueva.

Dejo que el resto del alcohol llene mi organismo y comienzo a moverme como con las chicas, mis caderas se mueven al ritmo de la música, paso mis manos por mi cuerpo, cierro mis ojos disfrutando de la música cuando siento como acompaña mis movimientos colocando sus manos en mis caderas.

Dejamos pasar algunos temas y comienza a correr mi cabello y dejar besos en mi cuello.

-Vámonos – susurra en mi oído mientras mete las manos por debajo de mi vestido.

- Ni siquiera se tu nombre – me giro para poder verlo a los ojos, incluso en la oscuridad el color de sus ojos destella.

- Te escuche en el avión decirme maldito diablo, creo que me queda por el momento – vuelve a susurrar muy cerca de mis labios – déjame llevarte esta noche nena – atrapa mi labio inferior, lo muerde estirándolo para luego besarme pegándome a él, me quedo inmóvil unos segundos negándome a responder.

"A la mierda" responde mi consciencia, tiene razón, no todos los hombres son iguales. Respondo al beso dejando que su lengua invada mi boca y la explore, nuestras bocas se coordinan a la perfección. Meto mis dedos entre su cabello impidiéndole alejarse de mí.

• Again •Where stories live. Discover now