𝙳𝚊𝚗𝚌𝚒𝚗𝚐 𝚘𝚗 𝚝𝚑𝚎 𝚛𝚊𝚒𝚗 | Sam Thomas. CANCELADA

Las vacaciones más normales de mi vida. 1/5

Psicópata
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Narra la rayada:

Después de ver Shrek todas las chicas se quedaron dormidas incluyéndome y al siguiente día nos levantamos para poder hacer todo lo que habíamos planeado el día anterior.

—¿Traen la comida?—Sam preguntó.

—Si, ¿Somos libres ahora?—Kristy preguntó harta de las preguntas de Sam—

—Son libres—

—WOOOOOOO—Dawn gritó emocionada—

—Esto se va a descontrolarrrrrrrr—Dije saliendo de la casa—

—Deberían meterse al mar—Stacey les dijo—

—Tienes razón, vamos—Millie le respondió jalando a todas menos a Stacey y yo—

—Mas comida para nosotras—

—Buena idea—Dije mientras habría una bolsa.

Todo iba bien, las chicas nadando, Stacey y yo comiendo mientras platicábamos. Por un momento deje de prestar atención para buscar más comida hasta que sentí algo húmedo en mi pierna y volteé a ver. Stacey me había lanzado un pedazo de pastel...

—No te atreviste—

—Si me atreví—

—Ven para aca—

Stacey y yo empezamos a correr divirtiéndonos mientras nos arrojábamos arena y un poco de comida. Todo iba perfectamente hasta que se escucho un grito desgarrador que provenía en donde estaban las chicas.

—¿Qué demonios paso?—Stacey paro de jugar al escuchar el grito—

—Se escuchó cómo Claudia—

—Vamos—Stacey me agarró del brazo para ayudar a levantarme y correr a donde estaban las chicas—

—¿¡Qué fue eso?!—Grite al acercarme con las chicas y ver el agua color rojo—

—Hay?..un..un..un—Claudia no podía hablar bien—

—¿Un qué?—

—Un cuerpo muerto—Dawn la ayudó—

—¿¡Qué?!—

—¿¡Donde?! ¿¡De quién?!—

—Es un chico—

—Llama a la policía—Millie ordenó—

Que vacaciones tan normales...¿no?

—Entonces...encontraron un cuerpo muerto—La policía nos interrogaba—

—Si—

—El de un chico desaparecido desde hace 2 meses y 1 semana exactamente—

—Ni si quiera sabíamos de esto, ni si quiera vivimos aquí, llegamos hace dos días por vacaciones—

—Claro. ¿Alguien a cargo de ustedes?—

—¿Les decimos a mis padres?—Millie preguntó—

—Nope, digan que es Sam—Susurré—

—Tiene 15 años—

—Parece de 18—Insistí—Solo díganle que venga por nosotras—

—¿Y bien?—El policía preguntó después de mirarnos susurrar por unos segundos—

—¿Puedo hacer una llamada?—