CAPITULO 28

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No se si ya lo e dicho, si si, pues lo vuelvo a decir. El de la foto es como me imagino a Dorian.

(Edite la foto para que tuviera la heterocromia, hice lo mejor que pude).

CAPÍTULO 28

Harriet.

Son cuatro de la mañana y ya despierta, dormí por la tarde y no tengo ni una pizca de sueño. Llevo un buen rato mirando al techo como idiota, así que me pongo de pie para meterme a la ducha.

Después de un largo baño salgo, me seco el cuerpo y desenredo mi cabello. Voy al closet donde me coloco la ropa interior, con todas las compras que hice se ve mucho más lleno. Compré alrededor de ochenta vestidos, algunos más formales que otros, la mayoría son muy sexys.

Busco el que usaré hoy, no puedo con algo que muestre demasiado, pero tampoco iré con algo que cubra por completo mis atributos. Me decido por un vestido en color negro, es sencillo, sensual y formal. Tomo unos tacones y un bolso a juego.

Miro la hora; 5:30 am. Dejo lo que me pondré sobre la cama y me dirijo al baño de nuevo. Ahí seco mi cabello y lo peino en ondas naturales, me aplico mascara de pestañas y un intenso labial rojo. Me coloco el vestido, que bien se me ve. Que ganas de cogerme a mi misma.

Meto las cosas necesarias en el bolso que elegí, dinero, mi celular, condones, unas bragas y otras cosas. Cuando salgo de mi habitación paso por la habitación a la que Aline entro ayer, lejos de enojarme que lo haya hecho, me causo cierto morbo y diversión. Verla tan confundida por las cosas me miró y toco fue gracioso.

Aumento mis ganas de tenerla ahí completamente expuesta para mí. Fantaseo con ponerla en esa cruz y hacerle todo lo que se me antoje. Su inocencia me permitirá hacerle tantas cosas, es tan fácil de manipular y engañar. Bastaron unas cuantas palabras bonitas para que se volviera loca por mi y estuviera en mi cama.

Se que el que tenga sus primeras experiencias sexuales conmigo, al hacerle lo que quiero, hará que sufra mucho más. Me sorprende que no este desesperada porque eso pase, no puedo negar que estoy disfrutando jugar con ello. Puede que sea estúpida, ridícula, desesperante pero eso no quita que sea atractiva.

Siempre había querido un cuarto así, como el que tengo ahora, pero por obvias razones no podía tenerlo en casa de mi padre. Por esa razón di con el Secret Sensations, el mejor lugar al e ido. Recordar el lugar me excita, tantas fantasias cumplidas ahí.

El amante asesino, esa cogida fue increíble. Una de las mejores que he tenido sin duda. Necesito que vuelva a pasar, pero después del asesinato. Es extraño, a pasado más de una semana sin ningún asesinato, puede ser por dos razones; ya controló sus ganas de matar o está reprimiéndose, lo que es peor, porque en algún momento no podrá más y matará sin idear un plan antes.

Sería un desperdicio que lo atraparan, esta tan bueno como para pasar el resto de su vida en la cárcel. Por lo menos disfrutar un poco más de la increíble polla que tiene, después no me importa lo que pase con él.

Una vez que llego al psiquiátrico sigo las indicaciones de Adam. Detengo el auto frente a la puerta corrediza del estacionamiento exclusivo para doctores, dijo que ya habría un lugar para mí. Un guardia se acerca, bajo la ventana.

-Buenos días, señorita. Este estacionamiento es solo es para doctores -explica amablemente.

-Soy Harriet Freeman, trabajo aquí. Adam dijo que ya lo sabrían -explico también.

Su boca su abre en una gran O.

-Disculpe, doctora Freeman, no sabia que era usted -se disculpa apenado.

HarrietWhere stories live. Discover now