capítulo 30

Comenzar desde el principio
                                    

Después de lanzarle una mirada declarando que si me vuelve a insistir le voy a lanzar un encantamiento silenciador, retomo mi camino hacia la Sala de Menesteres. Hoy es la última reunión del ED antes de las vacaciones y estoy verdaderamente emocionada por ver lo que sea que Harry nos enseñe en esta ocasión. Junto con el Quidditch y los deberes, las reuniones del ED han sido otra de mis maneras de escape para evitar pensar en Neville.

Y en los rumores que circulan sobre su reciente relación con Hannah Abbott.

Solo de pensar en eso me provoca ganas de llorar, algo que he hecho con más frecuencia de lo que me gustaría admitir, pero que afortunadamente solo Hermione me ha visto hacerlo.

Los rumores llegaron a mí a principios de la semana, primero fue en una plática de dos chicas Hufflepuff que escuché durante la clase de Herbología, después un rápido comentario que Lavender soltó cuando pensó que yo no estaba presente, y el más reciente fue la conversación que tuvieron Seamus, Dean y Neville en la sala común donde mis amigos lo regañaban por ser un idiota y apresurar las cosas.

Quiero fingir que no importa, que lo he superado. Pero, ¿cómo se supera al que consideras el amor de tu vida?

—Lee sigue esperando su invitación a la cena navideña. —la voz de George me trae de vuelta a la realidad.

Le doy una rápida mirada de soslayo. No se por qué me sorprende que mi hermano saque a colación el tema de Lee, las últimas semanas parece que a ese chico lo encuentro hasta en el escusado.

—Pues que siga de esperarla porque jamás llegará.

—¿Por qué no lo quieres invitar? ¡Lee es nuestro mejor amigo, y le cae bien a toda la familia!

A mí no. Al menos, ya no.

Últimamente me he sentido demasiado incomoda en compañía de Lee Jordan; siempre aparece en los momentos donde estoy sola, insinuando que debemos salir y lo mucho que le gusto, pero a pesar de que lo he rechazado millones de veces sigue insistiendo una y otra vez. Sinceramente me está colmando la paciencia, y cuando me molesto las cosas se ponen un poco feas.

—A Percy no. —le comento. George deja salir una ruidosa carcajada que retumba por todo el pasillo.

—Sí, bueno eso es porque Percy es un imbécil. —comenta burlón. —Pero Percy ni siquiera irá a la cena, por si no lo recuerdas ya no forma parte de nuestra familia.

Claro que lo recuerdo.

De hecho lo recuerdo perfectamente porque hace dos días me mandó una carta rechazando "cortésmente" mi invitación a la cena de este año. Evitaré comentarle esa parte a mamá cuando la vea.

—Es una cena familiar, George. —le digo, ocultando mis verdaderas razones para no invitar a Lee Jordan. —Tu amigo no pinta nada ahí.

George suelta una risotada seca.

—Sí, claro. Pero Luna Lovegood si lo hace, ¿eh?

Por fortuna llegamos a la Sala de Menesteres antes de que él siga presionándome por una respuesta verdadera. Al entrar nos encontramos a Harry, Luna y Ophelia charlando en una esquina, son los únicos que han llegado hasta ahora.

Doy grandes pasos hasta llegar a ellos, dejando a George detrás.

—¡Harry, buenas noticias! —exclamo golpeando alegremente su hombro. —Por fin los hemos reemplazado.

—¿Reemplazado? —inquiere Harry sin comprender.

—A ti, a Fred y a George. —aclaro, impaciente. Me quito la capa y la dejo en un rincón. —¡Tenemos otro buscador! Y no creerás quién es.

courageous| neville longbottomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora