Capitulo #24

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Laura
Estaba con Mauro en la plaza, eran las 2 de la mañana y seguíamos como niños riéndonos y viendo el cielo tirados en el pasto, sentía que volvíamos a lo de antes cuando él salía del quinto, admito que aun me ponía nerviosa cuando usaba sus apodos.

-Nena.-Su voz me saco de mis pensamientos, yo tenia mi cabeza apoyada en su hombro, hice un sonido para que siguiera hablando-Sigues igual de hermosa.-Tomo mi mentón y unió nuestras miradas, tenia un sin fin de emociones, incluso sentí mariposas, esas que no sentía hace 3 años.

-Mauro...-Negó y apoyo su frente con la mía, una de sus manos subió a mis mejillas, cerré los ojos y suspiré dejándome llevar, al cabo de unos minutos la respiración el estaba mas acelerada.

Abrí mis ojos y pude ver una lagrima cayendo por su rostro, lo mire preocupada, lo que menos quería era que llorara, y tampoco entiendo porque esta llorando.

-Hey, ¿qué pasa?-Negó y me dio una sonrisa.

-Perdóname.-Lo mire confundida-por todo lo qué pasó la ultima vez.-Concluyó, entelase nuestras manos y le dije.

-Ya, ya paso, ahora estamos aquí, juntos, eso lo único que importa.-Me dio una sonrisa a labios cerrados y dejo un beso en mi frente.

Después de varios minutos nos levantamos dispuestos a irnos, ya era muy tarde.

-Nena, felicidades.-Lo mire confundida mientras seguíamos caminando.

-¿Felicidades?-Pregunte mirándolo, el asintió dejando una sonrisita.

-Si, pues por todo, se que cumpliste tus sueños.-Escucharon eso, eso es mi corazón a punto de romper mis costillas, no puedo creer que siguiera causando eso en mi, lo abracé enternecida.

-Vos también lograste muchas cosas y me siento orgullosa.-Sonrío y me atrajo más hacia el.

-Yo te dije que ibas a lograr muchas cosas y mírate ahora, hasta pinta de trapero tienes.-Continúe el frunció el entrecejo y me miro como si no entendiera-Ay perdón, pinta es como decir que te ves así com una cosa o una persona.-Negó aun mirándome confundido.

-Creo que un poquito entiendo.-Reímos al unísono y continuamos nuestro camino.

Estábamos en el edificio donde trabajo y donde habíamos dejado el auto de Mauro, el estaba en el asiento del conductor despidiéndose.

-Adiós bombona, te extrañe mucho, sigues igual de hermosa.-Mis mejillas tomaron un tono carmesí pero como todavía estaba oscuro no lo noto.

-Adiós Mauro, yo también te extrañe mucho.-Le dio una leve caricia a mi mejilla y se fue, suspira como tonta y fue imposible borrar esa sonrisa de mi rostro.

Estaba en la cama de mi cuarto tratando de dormir, la cabeza me daba vueltas, Mauro mejor dicho daba vueltas por mi cabeza, tal vez había una remota posibilidad de que él todavía sintiera algo por mi, no me quiero hacer ilusiones y se que en 3 años las personas pueden cambiar pero el sigue siendo el Mauro que conocí y por el que mis sentimientos nunca cambiaron, me siento orgullosa de todo lo que está logrando, es lo que siempre quiso ser.

N/A
Corto como Mauro que es un chichón de piso

Besados por el destino - Lit Killah Where stories live. Discover now