El mundo oculto del Espejo [SILENE #1]

Luna de sangre

—Tiene que ser rápido, instantáneo. No lo pienses.

Otro proyectil salió disparado en mi dirección. Con la respiración agitada, concentré mi mirada en la bola de color verde que se dirigía a gran velocidad hacia mi cara y concentré de nuevo el fuego que latía en mi interior, extendiendo mi mano y lanzando lo que a mis ojos era una bola de fuego. Esta quemó el proyectil vegetal.

—Poco a poco irá costando menos y controlarás mejor las cantidades de energía que necesitas —me aseguró Nolan a unos treinta metros de distancia—. Al final incluso encontrarás la forma de hacer arder el objeto en sí mismo, sin necesidad de crear tu poder elemental a partir de tu propia fuerza. Pero iremos paso a paso.

Lista para continuar, inspiré profundamente y me preparé para el siguiente lanzamiento, el cual jamás llegó. En lugar de atacarme con pelotas hechas de hojas que podían ser quemadas con facilidad, Nolan se acercó a mí a una velocidad vertiginosa (incluso para un vampiro), agarró mi muñeca y tiró de mí hacia una zona más oscura del bosque. Con mi corazón latiendo a mil por hora, nos pegamos a un tronco realmente grueso de uno de los árboles. Quise preguntar de qué estábamos huyendo, pero las palabras no salieron de mi boca. Tenía la garganta seca por el miedo repentino que había invadido mi mente y paralizado mi cuerpo. Mi profesor no era un novato recién salido de la Academia, por lo que estaba todavía más preocupada. ¿Qué estaba pasando?

Mis ojos volaban rápidamente de un lado a otro, tratando de captar cualquier movimiento que pudiera indicarme lo que había ahí fuera. Hasta que una sombra pasó velozmente por delante de mis narices, sorteando árboles en dirección a la Academia. Hesper vino a mi cabeza como un rayo y, pensando que estaba en peligro, mi cuerpo se movió solo, queriendo ir a su encuentro antes que aquel intruso. No obstante, Nolan se interpuso, sosteniéndome con fuerza y manteniendo su oscurecida mirada sobre el punto en el que la sombra había desaparecido.

—Ha comenzado —susurró con gesto grave.

La Luna de sangre se celebraba cada 730 días en el Espejo desde el día en que se crearon los escuadrones. Estos respondían ante el rey de los vampiros, con quien debían reunirse para debatir cuestiones importantes, como descubrir una salida de aquella cárcel en la que nos habían encerrado. Además de eso, cada líder tenía una lista de asuntos internos del Espejo que debían ser solucionados antes de la próxima Luna de sangre, donde se crearía una nueva lista cuyas tareas se repartirían nuevamente entre los escuadrones dependiendo de las habilidades y ocupaciones de cada uno. Cuando Hesper me lo había explicado de esa manera me había parecido un sistema bastante limpio. No obstante, todavía no conocía a ninguno de esos líderes que podían decidir clavar un puñal en la espalda del rey de los vampiros.

Tras aquel extraño momento, Nolan me había conducido hasta la Academia, teniendo especial cuidado y vigilando los alrededores. No era mi profesor, sino un vampiro preparado para atacar al más mínimo cambio.

—¿Cuál es el problema? ¿Por qué...?

—Shh —él puso una mano sobre mi baja espalda para animarme a seguir hasta que cruzamos la puerta de la Academia, entrando así en la cocina—. Te lo explicaré todo en la siguiente clase, ¿de acuerdo? Estaba tan concentrado en tus lecciones que lo olvidé por completo. Necesito que me hagas un favor.

Viéndolo tan alterado no podía negarme a nada que pudiera pedirme. Su mirada seria y sus labios apretados me hicieron entender que había algo más detrás de aquella Luna de sangre. ¿Tendría que ver con Hesper? ¿Temía él que algo sucediera en esa reunión?

—¿Qué quieres pedirme? —no conocía su petición todavía, pero fuera lo que fuera debía de ser algo esencial.

—Tienes que esconderte en tu habitación hasta mañana, ¿de acuerdo? Esto es importante —sus dedos rodearon mi antebrazo para captar más mi atención—. Te prometo contarte todo en nuestro próximo encuentro, pero digamos que no es seguro que estés fuera ahora mismo. Te acompañaré hasta tu dormitorio y te quedarás allí hasta la siguiente lección. Con un poco de suerte, todos estarán reunidos para entonces.