Taehyun ríe audiblemente.

—La verdad me estoy divirtiendo. Solía hacer esto con las hermanas de... Kai.

Jisu levanta sus cejas sorprendida.

—Oh...

De inmediato decide cambiar el tema antes de que el ambiente se ponga incómodo, así que toma el brazo del menor y lo arrastra mientras ambos corren.

—¿Noona?

Se detienen justo en la entrada del arcade, Jisu ni siquiera espera que Taehyun diga algo antes de entrar y hacer la fila para comprar las fichas de juego. El chico no tiene más opción que entrar algo dubitativamente después de rascar su nuca.

—Ganaré un peluche para ti. —dice ella después de cambiar su dinero por fichas, a lo que Taehyun sonríe.

—¿No debería ser yo quien lo gane para ti?

—Mi querido Dongsaeng... —bufa ella— Se nota que no me has visto jugar... No tendrías oportunidad contra mí.

Jisu introduce la ficha en la máquina de garra y se queda en silencio mientras mueve la palanca con destreza.

—Bien, ¿cuál quieres?

—La ardilla.

La chica suspira con determinación, alejándose de la máquina para sujetar su cabello en una coleta y subirse las mangas del suéter, haciendo reír a Taehyun.

Y, sorprendentemente, logra sacar la ardilla.

Incluso mientras la tiene entre sus manos, Taehyun no puede creer lo fácil que lo logró. Él nunca había podido sacar nada.

—¿Sorprendido? ¿Quieres otro?

Jisu introduce otra ficha, y sólo segundos más tarde, la ardilla tiene un pequeño pingüino de amigo.

—¿Debería intentar sacar el conejo?

—Ya entendí que sólo estás presumiendo, Noona.

La chica ríe, volviendo a bajar sus mangas.

—¿Quieres algún juego en particular para sorprenderme o algo?

—Elige tú, soy bueno en todos.

—¿Estás seguro de eso?

Taehyun asiente con una sonrisita, acercándose al guitar hero y tomando la guitarra de juguete.

—Soy especialmente bueno en juegos de música.

—Yo soy mejor, tenlo por seguro. —dice tomando la otra guitarra.

+×÷=

—... Te dejé ganar.

—Sólo acepta que no sabes perder.

—¡Te dejé ganar!

—Noona...

Habían pasado varias horas desde que ambos habían entrado al arcade, y gracias a su competividad, llevaban un empate en sus victorias y derrotas. Si uno ganaba en un juego, perdería en el siguiente. La verdad tenían suficientes tickets para pedir un buen premio, pero estaban más concentrados en ganar.

—Tengo hambre... —se queja Jisu, bostezando y frotando sus ojos con el puño cerrado.

—¿Quieres ir a comer pizza? Deberíamos irnos ya... —comenta Taehyun al notar que la chica parece bastante cansada.

Jisu asiente, aparentemente sin energías suficientes para hablar. Taehyun toma las bolsas de compras del suelo y luego recuerda que deben reclamar un premio.

—Noona, ¿Qué deberíamos pedir con esto?

Ambos se acercan hasta el mostrador de premios, decidiendo que no querían malgastar esa oportunidad en un paquete de lápices de colores o en un cubo Rubik de baja calidad.

—¿Qué tal esas?

La chica señala hacia unas camisas con el logo del parque.

—¿Estás segura? —pregunta Taehyun— Creo que hay cosas mejores...

—No, quiero esas. —le quita los tickets de la mano, y sólo segundos después recibe dos camisas azul oscuro de diferentes tamaños— Póntela.

—...

—¡Póntela!

—Noona... Si querías usar ropa de pareja pudimos haber comprado algo más lindo, ¿No crees? —se burla el chico, pero aún así se coloca la camisa sobre su ropa. Por suerte es bastante grande así que no se nota que ya lleva algo por debajo. Jisu se quita el suéter y hace lo mismo, para después tirarle el suéter a Taehyun a la cara.

—Llévalo.

—No soy tu sirviente... —se queja el chico, pero toma el suéter y lo guarda dentro de una de las bolsas.

Ambos caminan hasta la feria de comida, Taehyun con vergüenza y Jisu con una sonrisa perversa en su cara.

—Noona... Pudimos haber pedido un par de lapiceros con linterna, ¿Sabes?

—Un lapicero con linterna no me daría la misma felicidad que me causa avergonzarte.

—¡Noona!

Taehyun bufa mientras le pasa los peluches a Jisu.

—Al menos finge que yo los gané para ti.

La chica ríe, pero los toma para darles un pequeño beso sobre las cabezas afelpadas.

—Me gusta la ardillita, es linda.

—¿La quieres?

—No, la gané para ti. —dice seriamente— Más te vale no dársela a nadie o te mato.

—No se la daré a nadie... —promete él— Gracias, noona.

—Sólo son unos peluches, no me des las gracias.

—Sabes que no me refiero a eso.

Jisu asiente con una sonrisa, estirando su brazo para palmear el hombro del chico con suavidad.

—No tienes que agradecerme, TaeTae.

Math ᯽ ꒰ sookai ꒱Where stories live. Discover now