-Ya te dije que estoy bien.

Suspira y asiente. Regresa a donde estaba antes.

-¿En que estabas pensando? -pregunta.

-En nada -respondo rápidamente-. ¿Qué era lo que necesitabas?

Me mira con los ojos entrecerrados varios segundos, comienzo a ponerme nerviosa sin saber por qué. Toma algunos platos de la alacena sin dejar de mirarme, me pongo de pie dándome la vuelta cuando siento que me pongo más roja.

Respiro varias veces intentando... ni siquiera se que intento. Solo sé que me he puesto nerviosa por no sé qué razón, la forma en la que me miró como si supiera lo que pasó. Ay no. No, no puede saberlo, yo no se lo e contado, quiero hacerlo, pero me da tanta pena.

-Aline -me llama, la miro-. Entiendo si no quieres contarme que es lo que te pasa, pero solo dime si estas bien.

-Estoy bien, enserio.

Asiente, no pregunta más y eso me relaja. Me pide que la ayude a preparar el desayuno, lo hago, no pongo la atención que debería a lo que estoy haciendo, por mi mente no deja de rondar Harriet.

Treinta minutos después el desayuno esta listo, huele delicioso. Quiero y necesito contarle a mamá lo que pasó, pero me da tanta vergüenza que me contengo. En todo el rato no a dejado de mirarme y se que quiere saber que me pasa.

-Mamá, hay algo que quiero decirte -susurro tan bajo que no me escucha-. Mamá.

Hablo un poco más fuerte, llamo su atención y enseguida me arrepiento.

-¿Qué pasa? -pregunta sirviendo la comida en distintos platos.

-Hay... algo que quiero contarte -susurro y siento como comienzo a ponerme roja de nuevo.

Deja lo que esta haciendo para mirarme. Frunce el ceño de nuevo y se acerca para quedar frente a mí, lo que me pone más nerviosa.

-Te escucho.

Respiro profundamente.

-Cuando salí con Harriet, bueno.... Pasó algo -digo mientras siento el corazón acelerárseme.

Su ceño se frunce más.

-No me asustes Aline, ¿Qué paso? -indica con preocupación.

-No es nada malo -murmuro-. Pero... yo quiero decírtelo.

Ella asiente. Pienso durante varios segundos como decírselo.

-Entre Harriet y yo pasó algo -susurro, siento mis mejillas calentarse.

Ladea la cabeza confundida, abre la boca para hablar, la cierra, se queda seria durante varios segundos aumentando mis nervios, después abre los ojos en exageración y se lleva la mano a la boca mirándome con total sorpresa.

Muerdo mi labio intentando calmarme. Ninguna habla durante un largo rato.

-Cuando dices que pasó algo ¿te refieres a algo sexual? -pregunta rompiendo el silencio que comenzaba a desesperarme.

Trago saliva y asiento. Sus ojos se abren más y suelta una exclamación que es ahogada por la mano que aun sigue en su boca.

-¡Oh por dios! ¿Estas hablando enserio?

Cuando no puedo más con la vergüenza aparto la vista. Con delicadeza mamá toma mi barbilla para que alce la cabeza y la mire.

-Ali...

-Si -susurro interrumpiéndola.

-¿Y tú... estas bien?

Sin poder evitarlo una pequeña sonrisa se forma en mis labios.

HarrietDonde viven las historias. Descúbrelo ahora