Capítulo 47

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Narra Draco
Pasó una semana completa, intenté hablar con T/N pero no tuve suerte, estaba más ocupada que nunca en los tribunales.
Astoria pasaba la mayoría del tiempo en casa de sus padres, realmente no me importaba, ni siquiera estaba en la mansión.
Aprovechaba todo el tiempo posible para estar con Scorpius, nuestra relación mejoró aún más y estaba muy feliz por eso.
Me resultaba muy difícil medir mis palabras, tenía tantas ganas de contarle la verdad, mirarlo a esos hermosos ojos azules y decirte que era mi hijo.
Pero primero tenía que hablarlo con T/N ella conoce mejor a Scorpius y sabe cómo reaccionaría con la notica.

Una tarde mientras jugábamos en el jardín Scorpius tomo mi mano y me llevo a una parte del jardín que nunca había visto, me mostró un pequeño cuarto oculto, dijo que lo había encontrado hace unos días.

Scorpius: Un gran lugar para ocultarse, ¿no?

Draco: Un poco pequeño para mi, pero para ti esta perfecto

Scorpius: ¿Vendrás a la boda del tío Tom?

Draco: Claro que si pequeño, soy uno de los padrinos

Scorpius: Genial, solo no traigas a Astoria

Draco: (Riendo). No, claro que no, ya está obscureciendo tenemos que entrar

Scorpius asintió, me mostró el camino de regreso y entramos a la mansión, lo acompañe a cenar, cuando terminó Rachel lo llevo a su habitación, le dio un baño y le dije que yo lo arroparía, ella accedió y salió del cuarto de Scorpius.

Scorpius: Draco, ¿Me cuentas una historia para dormir?

Draco: Claro, has escuchado la historia de amor entre la luna y el sol

Scorpius: ¿La luna y el sol?

Draco: Si, escucha... Cuenta la leyenda que dos jóvenes llamados Luna y Sol se enamoraron locamente el uno del otro.
Afrodita, diosa de la belleza y del amor, sintió celos de que una pareja de mortales pudiera quererse de una forma tan intensa y bajó desde el Olimpo para demostrar que su romance no era verdadero.
Experta en el poder de la seducción, la diosa trató de conquistar al hombre, pero éste la rechazó con delicadeza diciéndole: "Mi señora, sin duda es usted la mujer más bella y más dulce que existe, pero mi corazón es sólo de mi amada Luna.
Ella es para mí más deseable que el mismísimo oro".
Furiosa por no haber sido capaz de conquistarle, Afrodita mandó a separar a los amantes para siempre. Convirtió al joven en el astro que iluminaría el día y a la mujer en el que iluminaría la noche, por lo que nunca coincidirían en el firmamento. Estaba segura de que así su amor se extinguiría.

Al ver que su enamoramiento sobrevivía al pasar del tiempo y la distancia, Zeus dios del trueno y líder de los dioses del Olimpo intervino para que el Sol pudiera, al menos, rozar de nuevo el rostro de su amada.
Así ocurre en los días de eclipse, cuando los dos amantes vuelven a fundirse en un sólo cuerpo, aunque sólo sea por un breve instante.

Scorpius: (Con los ojos brillantes). Wow. Que increíble historia

Draco: ¿Enserio te gusto?

Scorpius: Si, ahora es mi favorita, ¿tú has amado a alguien de esa forma?

Draco: Si, claro que si, existe una persona a la que siempre amare, sin importar cuanto tiempo pase o que tan lejos se encuentre de mi

Scorpius: ¿Es Astoria?

Draco: No, nunca podría amar a Astoria

Scorpius: Si no la amas, ¿por qué vas a casarte con ella?

Draco: Es complicado

Scorpius: ¿Las personas que se aman nunca están juntas?

Draco: Algunas si, otras toman decisiones equivocadas y sus caminos se separan

Scorpius: (Tomo su oso de peluche y una lágrima recorrió su mejilla) Ya veo

Draco: ¿Qué ocurre?

Scorpius: Extraño mucho a mamá, siempre está trabajando y casi no tiene tiempo para mi

Draco: Tú mamá tiene muchas responsabilidades y tiene que atenderlas, pero no olvides que ella te ama muchísimo

Scorpius: (Sus lágrimas seguían deslizándose por sus mejillas). Supongo que tienes razón, gracias por estar aquí Draco

Draco: Ven aquí pequeño.

Scorpius me abrazo y sus suspiros me rompían el corazón, lo arropé y me despedí de él, le di un beso en la frente, encendí la pequeña lámpara que tenía en su mesa de noche y cerré la puerta de su habitación.

Cuando di la vuelta vi a T/N recargada sobre la pared

Draco: Escuchar conversaciones ajenas no es correcto

T/N: No, imagino que no y gracias

Draco: No hay porque, aunque todavía tenemos una conversación pendiente

T/N: Tenías que arruinarlo

Draco: No, tú lo estás arruinando

T/N: ¿Perdón?

Draco: Me equivoqué pero al menos yo estoy tratando de cambiar y ¿tú?

T/N: ¿Crees que necesito tus consejos?

Draco: No, pero aún así te daré uno, deja de darle más importancia a tu trabajo o también vas a perder a tu hijo

T/N me miró molesta, entro a su habitación y cerró la puerta de golpe, quise ir a hablar con ella, pero no era un buen momento, solo espero que piense mejor las cosas, Scorpius es un niño y la necesita junto a él.

Llegue a la mansión, mis padres estaban en el comedor así que me senté a cenar con ellos.

Narcissa: Te ves muy feliz

Draco: Mi hijo es maravilloso

Lucius: El mío también

Narcissa: (Tomo la mano de Lucius). Me alegra tener de vuelta al Lucius del que me enamore

Draco: Es la primera vez que me dices algo así, gracias, supongo

Lucius: Todos merecemos una segunda oportunidad Draco, se que no fui el mejor padre, pero haría cualquier cosa para que estés bien

Draco: Lo se papá, gracias, ¿Astoria ya regreso?

Narcissa: Hace poco, esta en su habitación, se veía un poco molesta

Lucius: Esta molesta desde que Draco pospuso su boda

Pasar tiempo con mis padres fue increíble, sobre todo con las palabras de mi padre, realmente se estaba esforzando por cambiar, todo marchaba de maravilla excepto porque aún seguía comprometido con Astoria.
Al día siguiente cuando llegue a la mansión Riddle, Scorpius estaba desayunando y T/N estaba junto a él, ambos se veían muy felices

Scorpius: ¡Draco! Llegaste

Draco: ¿Ya estás mejor?

Scorpius: Si, desayunaré con mis dos personas favoritas, (miro a T/N y luego a mi). Y eso me pone muy feliz

Mire a T/N y ella me sonrió, después miró a Scorpius y le colocó un mechón de cabello detrás de la oreja. Este momento era más que perfecto, mi hijo y el amor de mi vida desayunando junto a mi, algo que siempre había soñado por fin se había hecho realidad.

Un capricho del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora