Capitulo 54 (Parte 2)

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-Deja que vea esto solo, ¿si?- pidió con su voz hecha un débil murmullo y yo acepté.

Sumergió su cabeza y a mi solo me rodaba en la cabeza la insaciable duda de que era lo que estaba viendo, ¿que recuerdo? ¿De quien? Pero respete su petición y no me interpuse.

Pasaron solo un par de minutos cuando se retiró del pensadero.

Si antes su semblante era patético no sabría cómo describir que transmitía su expresión al ver lo que fuera que haya visto en aquel recuerdo. Estaba estático, sus piernas se movían como un par de rocas hasta que se sentó en donde yo me encontraba antes, en una de las gradas.

Su mirada no estaba en algún punto en específico, simplemente estaba perdida, desorientada y vacía. Me preocupe al ver que no dijo nada y que el silencio gobernó la oficina, ya ni siquiera el ruido de la batalla se escuchaba y eso me estaba desesperando aún más.

-Harry...- me acerqué despacio, cuidando que ninguno de mis movimientos fuera rápido o agresivo y lo alarmara. Me senté a su lado y al no conseguir respuesta de su parte le volví a hablar -Harry... ¿qué pasó?

No soné exigente ni arrogante, mi pregunta salió más como una súplica por saber que le ocurría. Pero al escuchar su respuesta todo dentro de mi desmorono en cuestión de segundos.

-Yo, yo soy el último horrocrux... yo tengo que morir.

Como un sectumsempra cortando la piel y el ardor que se incrementa al tener contacto con el frío aire alrededor, cuando te impacta tienes esas malditas ganas de removerte en tu dolor y estúpidamente alegar que así se aminorará pero a pesar de querer hacer aquello no puedes porque el ardor te deja plasmado, solo con ganas de que ya llegue el momento en que dejes de respirar y la puta agonía se acabe. Así, así se sentía esa confesión de Harry, como un jodido sectumsempra a mi estrujado corazón.

Traté de hablar, realmente lo intenté, pero nada salió. Mis labios se movían pero las palabras no fluían.

-Ese siempre fue mi destino y creo que en el fondo todos sospechábamos que sería así, que una parte de Voldemort vive dentro de mi. Por algo puedo hablar con las serpientes, por algo su mente está conectada a la mía y por algo es que también me afecta cuando destruyen algún horrocrux.

-¡No!- No permití que siguiera hablando, sus palabras dolían -No puedes irte, dejar que maten como si fueras un cerdo.

-Debo hacerlo.

-¡No, Harry! ¡No!- mi garganta se desgarró y me convertí en lágrimas, apretaba una de mis manos contra mi pecho y negaba incontables veces con la cabeza, no quería escucharlo, no podía.

-Por favor... t/n-

-Prefiero ver el mundo arder antes de contemplar tu cuerpo frío en el suelo...- finalmente me gire a mirarlo y su mirada estaba triste, cansada -Me niego a la idea de no poder ver tus ojitos azules llenos de brillo como siempre, yo no podría.- esto último salió en un sollozo que traté de aguantar pero no funcionó.

Él no dijo nada más y simplemente me envolvió entre sus brazos, me aferré a su chaqueta color crema con todas mis fuerzas y sumergí mi cara en ella, llore unos minutos.

Su calor envolviéndome, su tacto cubriéndome, memorizaba cada una de las sensaciones. Me dediqué a pensar razonablemente.

Él tenía razón, debía hacer aquello aunque me doliera, tenía que aceptarlo, no tenía otra opción.

Me despegué de él y volví a mirarlo. Recordando su rostro lleno de vida, tomando su mano para memorizar cómo era su tacto y lo que causaba en mi. Posé una de mis manos en su mejilla y la acaricié y para terminar lo acerqué a mi y lo besé.

Lo besé más lento que nunca. Fue delicado, sutil, tierno. Recordando todas y cada una de las sensaciones que me causaba, cerrando mis ojos para rebobinar cada una de las veces que lo besé, desde la primera cuando salí corriendo hacia él después de que lucho contra un dragón en su cuarto año hasta la última que sería esta. Grabando en mi memoria la textura de sus labios y con los ojos cerrados visualizando que tanto se aceleraba mi corazón al estar así para no olvidarlo. Disfrute cada afectuoso movimiento de nuestros labios porque sabía que ese sería el último. En el proceso una lágrima calló y con ella mi corazón se partió al saber que sabía que el amor de mi vida iba a morir y yo no podía hacer nada para impedirlo.

Nos separamos y él limpio con sus pulgares las fugases lágrimas que humedecían mis carrillos regalándome una sonrisa llena de nostalgia y con la mirada inundada de emociones.

-Ya no será en esta vida, cariño, pero prometo no reemplazarte hasta que nos encontremos en la siguiente.

Después de haberle dicho eso él se levantó de su asiento y se dirigió a la puerta pero antes de abandonar el lugar volteó a mirarme.

-Yo... te- lo interrumpí de golpe.

Sabía lo que diría y no quería escucharlo, si terminaba su oración lo más probable era que yo me desplomara en un profundo llanto y me negara a dejarlo ir y no sería correcto. Debía ser fuerte y autocontrolarme.

-Lo sé, yo también a ti...

Fue lo único que le dije y él salió. Ahí fue donde todo mi mundo se vino abajo.

Escondí rostro entre mis manos y me dediqué a sollozar entre mis palmas. Harry iba a morir y la impotencia que me causaba no poder hacer nada me consumía.

Entre mi crisis y desesperación busque consolarme con lo que aún me quedaba, Hermione, Ron, Luna, Blaise y Colin.

Este a este último no lo había visto desde que me dijo que Harry había vuelto a Hogwarts, él era un niño, necesitaba protección ¿y si le había pasado algo? Necesitaba buscarlo, encontrarlo y ponerlo a salvo.

Me levante con la vista nublada y un dolor de cabeza terrible por todo lo que había llorado. Puse mi mayor empeño por buscarlo. Con el corazón hecho trizas y la moral por el suelo esperaba no encontrarlo lejos o en problemas porque mi capacidad de defenderme era nula sin una varita de respaldo.

Mariposas negras +18 (Editando)Where stories live. Discover now