Té para tres (TERMINADA)

056- La noche cambia

-Thomas, no me presiones- dijo ella levantándose del sofá.

-No te presiono- respondió él levantándose también. Colette le dio una mala mirada mientras buscaba su camiseta- ¡Esta bien! Un poco si- admitió él- Pero es porque quiero saber más de ti, quiero entenderte.

-No me gusta sentirme presionada- dijo ella tapándose los pechos con un brazo mientras intentaba localizar su camiseta.

-Vamos, Coco. Ya vi todo eso- dijo él mientras le pasaba la de él.

-Pues habrías hecho mucho más que solo verlos si no hubieras matado el momento- dijo ella recelosa pasándose la camiseta de Thomas por la cabeza.

-¡No maté el momento!- dijo él abrochándose el pantalón.

-¿Hablar de traumas infantiles mientras nos besamos te parece normal?- preguntó ella acomodando los cojines sobre el sofá.

-¿Traumas infantiles?- preguntó él con curiosidad- ¿Tiene que ver con tu madre?

Colette rodó los ojos enfadada.

-No quiero presionarte pero...

-Si lo haces- dijo ella tranquila- Y yo no te lo hago a ti porque entiendo tus razones.

La expresión de Thomas cambió drásticamente.

-Es diferente... es un tema diferente.

Ambos sabían exactamente a que tema se referían. A ese tema rubio, guapo, perfecto y gigante que se la pasaba con la mejor amiga de ambos.

-No es diferente- Colette ya había dejado la sala en orden antes de caminar hacia su cuarto- Aun hay cosas que no estamos listos para confesar, eso es todo.

-Es que lo de Paul...

Thomas la siguió hasta la habitación. Cuando ambos estuvieron dentro Colette cerró la puerta con llave, no hacía falta una pelirroja borracha que entrara a la mitad de la noche en busca de un objeto cualquiera.

-No te pido que me cuentes nada- dijo ella mirándolo por fin- Nunca te presionaría.

-Coco...

-Sé que las cosas con Noah están tensas- dijo ella cruzándose de brazos- Sé como se te tensionan los hombros o como tu sonrisa se desvanece cuando él está cerca. Sin embargo, nunca digo nada. No hasta que tú te sientas cómodo para contármelo.

-Se que no debería presionarte pero, Coco, sé que tienes talento, solo te estoy impulsando a explotarlo y compartirlo con el mundo.

-Pues gracias, pero no quiero explotarlo ni compartirlo con el mundo- dijo sarcástica mientras le dio la espalda alcanzado su pijama que estaba perfectamente organizada en su armario.

-Te he escuchado cantar...

-Thomas, para ahí- lo detuvo ella antes de que continuara- Date la vuelta.

-¿Qué?

-Que te gires. Me cambiaré.

-Pero si ya te he visto...

-¡Solo gírate!

Thomas se dio la vuelta como niño regañado y se quedó mirando a la pared mientras ella se ponía la pijama.

-Sabes que puedes quedarte mi camiset...

Colette se la lanzó a la cabeza.

-No, gracias. Prefiero mi pijama- dijo ella caminado hacia la cama.

-Coco, no quiero que estés molesta.

-Pues lastima porque lo estoy- dijo ella recogiéndose el cabello antes de meterse bajo las sabanas. Siempre tenía que dormir con una cola de caballo y su antifaz.