ɪx: "ɪɴᴛᴇʀᴄᴀᴍʙɪᴏ ᴅᴇ ᴀʟᴍᴀs"

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Harry, boca arriba, con ambas piernas rodeando las caderas del Diablo, quien se encontraba sobre el cuerpo de su niño favorito, sosteniéndose con sus codos en la cama, a los lados de la cabeza contraria.

Su rostro bajó lentamente hasta quedar a la medida de la oreja izquierda del rizado, mordiendo suavemente el lóbulo antes de, nuevamente, sonreír—. Porque quiero, y puedo.

En parte, Harry le temía a aquella frase, porque Louis podría desaparecer con aquella excusa, sin ninguna justificación válida.

—Oh —Fue lo único que dijo, asintiendo lentamente, sin poder evitar sonreír con timidez cuando Louis lo observó, una vez sus rostros estuvieron frente al otro, y volvieron a besarse.

—Y voy a disfrutarte un rato más, si gustas.

—Gusto —No pudo evitar reír por su repentino atrevimiento, con un tono rosado en sus pómulos—. Porque quiero, y puedo —Repitió las palabras del Diablo, quien gruñó antes de besarlo con más ganas.

Harry suspiró por la nariz, siguiendo aquel compás mucho mejor que antes: menos nervioso, más relajado, demasiado protegido entre los brazos del que influía en los malos sentimientos, pero le hacía sentir todo lo bueno.

Solo a él.

Sus lenguas se acariciaban entre pequeños sonidos que el joven no podía evitar soltar, ambos presionando sus cuerpos, con el Diablo frotando su miembro contra el de su niño favorito, amando la manera en la que éste se veía tan delicado y excitado bajo su cuerpo.

—Oh, mierda —Se quejó, apartándose, y poniendo su peor cara. Harry lo observó algo perdido, temiendo haber hecho algo mal, pero los golpes en la puerta no le dieron tiempo a preguntar.

—¡Harry! ¿Estás despierto? —La voz de su madre se hizo presente.

Harry observó al arcángel, quien le restó importancia, y volvió a besar los labios del joven, indicándole que se mantuviese callado. El mundano obedeció y continuó el beso, embobado, amando el sentir aquel cosquilleo en su vientre.

El pomo de la puerta giró dos veces, sin éxito. La puerta continuó sin abrirse, y todo gracias al pestillo que Louis corrió con sus poderes en pleno sexo...era raro pensar en ello—. ¡Harry! ¿Estás despierto?

Ambos continuaban besándose. Harry sabía que Louis creía que Anne se marcharía, pero él conocía a su madre, y ésta no se iría hasta recibir una respuesta. Sin embargo, continuó siendo obediente, sin poder negarse a los exquisitos besos que el Diablo le obsequiaba.

—¿Hijo? ¡Harry!

Louis se apartó, luciendo malhumorado—. Contesta —Murmuró en un tono de voz frívolo.

Harry aclaró su garganta antes de responder: —. Ya voy, mamá.

—Abre la puerta, cielo —Pidió Anne, girando nueva e inútilmente el pomo.

—Uhm...mi cabeza duele un poco —Mintió, y el Diablo alzó una comisura de sus labios, encantando—. ¿Puedo dormir veinte minutos? —Louis alzó ambas cejas, como preguntándole si realmente lo decía en serio. Eso no alcanzaría para todo lo que quería hacerle. —. ¿Treinta? —Harry ofreció con duda, en un dulce tono de voz.

El arcángel puso sus ojos en blanco antes de dejar suaves besos en los labios de su niño favorito. Oh, al carajo. Jugaría con el tiempo, no se permitiría desaprovechar el tener al mundano más puro en la tierra, desnudo, y entre sus brazos.

—Cielo, debemos ir a la iglesia —Insistió su madre.

—Lo sé. Solo un poquito, ¿puedo? —Harry casi rogó contra los labios del Diablo, quien empujó sus caderas contra las contrarias, robándole un suave y bajo suspiro.

Dancing With The Devil | Larry Stylinson. 👹 1 | TERMINADO.Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ