|| Los demonios unas de las especies más peligrosas y temidas por las demás personas, pero si no fuera poco los demonios tenían un alto estatus en la sociedad humana, eran muy respetados.
Langa un mismísimo demonio mestizo pero aún así el heredero d...
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Se me haces conocido
— Tienes el pelo muy largo -hablo la chiquita mientras cepillaba su cabello-
— Si, te peinaremos y quedarás muy bien -dijo la otra menor con una gran sonrisa-
Reki solo miraba de lejos mientras tomaba un vaso de agua.
— ¿Reki por qué tan serio? No es normal en ti que estés callado -preguntó unas de sus otras hermanas menores, solo se llevaba por uno que otro año de diferencia-
— Nada importante, solo es que me molesta mucho Langa
— ¿Langa? Te refieres aquel chico, parece ser un buen muchacho
— Y lo es, ese es el problema
Su hermana lo miro extrañada pero aún así ya no le decidió hacerle más preguntas, no lo quería incomodar o hacerlo sentir mal. Mientras tanto Reki aún miraba cómo sus hermanitas peinaban al aquel demonio que se encontraba comiendo una rebanada de pastel.
Realmente no se le hacía mala persona, simplemente sentía que ya lo conocía pero aún no lograba saber de dónde, los últimos días que ha pasado con él siente que ya lo ha conocido pero por más que intente recordar es imposible.
Y cuando lo vio por primera vez pudo sentir una sensación muy cálida por todo su corazón y por alguna extraña razón una tristeza, como si lo extrañara, pero ahora que lo piensa más cada vez se le hacer más familiar aquella sonrisa, aquel largo y liso cabello, su piel blanca como la porcelana, cada facción de su rostro, cada pequeño detalle de él hacía que su corazón estallara de una inmensa alegría junto con una rara melancolía.
— Hermana
— ¿Mande?
— Se te hace conocido Langa ¿recuerdas haberlo visto anteriormente?
La pelirroja movió la cabeza de un lado a otro, señalando que no, el contrario solo suspiró, no entendía lo que le estaba sucediendo.
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— ¡Ya terminamos! -dijeron al mismo tiempo las dos pequeñas muy entusiasmadas-
Le habían hecho dos chongos no tan simétricos con bastantes accesorios en todo su cabello. Langa se levanto luego de tanto tiempo de estar sentado sus pies le dolía levemente.
— Muchas gracias niñas, les quedó muy lindo -respondió con una sonrisa en sus labios-
Tras de agradecer a las chiquillas el peliazul buscó a Reki con su mirada pero no lograba encontrarlo. Cuando lo estaban peinando veía cómo el pelirrojo hablaba con su hermana, veía fijamente cada acción que hacía, no podía entender cómo una persona podría ser tan buena y pura, Reki era lo mejor que le había sucedido y verlo nuevamente como los viejos tiempos le hacía muy feliz que por eso no quería estar ningún segundo lejos de él. Pero mientras lo veía de un momento a otro se quedó dormido, no había dormido bien en la noche por estar viendo al contrario cuando estaban en el bosque.
— Reki debe estar en su cuarto -dijo aquella niña al verlo tan preocupado-
— Gracias y ¿dónde queda su cuarto?
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— Aquí es -señaló la chiquita en frente de la puerta para luego irse-
Langa la agradeció y después decidió entrar a aquella habitación, lo primero que se encuentra es a Reki durmiendo profundamente.
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