Aurora ya se encontraba terminando las últimas páginas del libro que Draco le había regalado.

Sonreía cada vez que veía algo escrito o subrayado en él, sabiendo que era la letra de él.

Después de unos minutos más de lectura, recordó que Laura le había pedido un libro para uno de sus trabajos, por lo que se dispusa a ir en busca de él.

Los pasillos estaban vacíos, y la luz de la luna ya se colaba por los ventanales del lugar. El silencio era tranquilizante, tan tranquilizante que Aurora no se percató de unos pasos acercándose por su espalda.

Boo.

Antes de que la castaña soltase un grito, una mano se posó sobre su boca, mientras otra la agarraba fuerte por la cinturoa. Aurora comenzó a sacudirse rápidamente, y de un movimiento, se giró con el libro en sus manos y comenzó a golpear a ciegas a quién estaba detrás de ella.

—¡Aurora, soy yo!—la voz de Draco se escuchó en un susurro.

Ella se detuvo de inmediato, y vio cómo su figura estaba frente a ella. En su rostro tenía una expresión entretenida, su cabello estaba desordenado, y llevaba una camisa blanca con los tres primeros botones de ella desabrochados.

—Loca —negó con la cabeza.

Aurora frunció el ceño y lo golpeó con el libro en el brazo con fuerza.

—No es chistoso, casi me das un infarto.

Él levantó sus manos en defensa, y miró hacia ambos lados del pasillo.

—Tranquila, no hay amenaza aquí.

Ella lo golpeó una vez más en el pecho.

—Auch.

Rodó los ojos y recogió los libros que habían caído al suelo.

Después de acomodarlos sobre la mesa, se giró y vio como Draco se encontraba apoyado contra la mesa del frente, sus brazos cruzados frente a su pecho, y su labio inferior entre sus dientes.

Aurora de inmediato se sintió algo atontada, rubor subiendo a sus mejillas.

—¿Qué? —preguntó.

Él se acercó a ella, haciéndola retroceder hasta chocar con el escritorio tras ella. Sus manos fueron a su cintura, atrayéndola hacia él.

—Dijiste que nos veríamos hoy.

Aurora casi suelta un ruido de sorpresa el sentir sus caderas chocar con las suyas. La cabeza de Draco se inclinó un poco, y bajó hasta llegar al cuello de la chica.

Ella cerró sus ojos, y lentamente, subió sus manos al cuello de él, acariciando suavemente la piel de su nuca.

—Sí. Sí, perdón es que no te ví y- Draco.

Se mordió el labio al sentir como el platinado succionaba con fuerza la delicada piel de su cuello, probablemente dejando marcas.

Ante el sonido, Draco pareció emocionarse más, pues sus manos bajaron hasta caer sobre los bolsillos traseros del pantalón de Aurora.

—Te extrañé —susurró, ahora con sus labios a centímetros de ella.

—Yo también —respondió, antes de cerrar el espacio entre ambos, hundiéndose en un apasionado beso.

Al cabo de unos segundos, la lengua de Draco pidió permiso para saborear la boca de Aurora.

El platinado no lograba entender cómo era posible que sintiera tantas cosas por aquella chica en tan poco tiempo.

Sinful | Draco Malfoy ✓Where stories live. Discover now