—A riesgo de sonar como un cliché, tengo que aclarar que no estábamos en una cita —aseguró, tomando aire—. Y ya te dije que él es hétero —agregó, sin voltear a verlo y como si el comentario no fuera nada del otro mundo.

—Vaya, así que le preguntaste —su amigo soltó un silbido—. Te mueves más rápido de lo que pensaba —agregó, con una sonrisa divertida en los labios. James resopló, adoptando una mueca de fastidio, no se molestó en contarle a detalle la salida que tuvo el fin de semana, pero si le dio un cortón al imaginativo cerebro de su amigo.

—No necesito preguntar, es algo que salta a la vista —James ni siquiera sabía porque estaba discutiendo el tema con su entrometido amigo, pero de todas formas se puso a argumentar con él.

—¿Tú crees? Algunas chicas me han dicho que al principio pensaron que yo era homosexual —comentó, con una sonrisa que decía claramente: hasta que les demostré lo contrario.

James le dedicó una mueca de desagrado, pero bajó el ritmo hasta convertir el trote en una caminata.

—Estaba con su novia el primer día, cuando lo conocí —trató de que su voz sonara neutra, sin lograrlo realmente. Tampoco le sabía del todo bien estar hablando de un tema supuestamente irrelevante como si fuera la gran cosa.

—Pues no sé si estás sordo, pero ella dijo que sólo eran amigos —espetó, parecía más emocionado que él con el tema

Debía ser porque los asuntos del amor siempre le parecieron divertidísimos, mientras que James, lo único que quería era mantenerse alejado de cualquier drama. Suficiente tenía ya en su vida como para meterse de cabeza y voluntariamente en algún otro desastre.

—Pues lo serán pronto y yo seré su amigo con el que sale por ahí al cine y a comer dulces —comentó, empezando frunciendo el ceño. Hablar y correr eran dos temas que no se llevaban del todo bien.

—¿Por qué eres tan pesimista? ¡Vamos! ¡Yo sé que quieres intentarlo! Ya tienes edad para novios, no seas remilgado —se quejó, dando un par de vueltas sobre su eje mientras corría. Vincent era una cosa de no creer, a James le dio la sensación de que estaba más enérgico que de costumbre.

A ver, tampoco era que el chico fuese una ardilla que había consumido red bull, sin embargo, a pesar de su carácter moderado, era de los que nunca se quedaban sin pila. James podía verlo comiendo porquerías en la mañana con una sonrisa de vendedor y cabello perfecto y después encontrarlo luego de regresar de fiesta y que se encontrara en el mismo estado. Incluso cuando solía ser un bully tenía energía extra para joder a todo el mundo sin sudar. Sin embargo, esa mañana brillaba tanto como el sol de mediodía.

—Ni siquiera estoy seguro de que sepas lo que significa la palabra remilgado —James se esforzó en serio por no bufar, porque su amigo siempre se esforzaba por apabullarlo para incitarlo a actuar de cierta manera. A veces pensaba que se esforzaba demasiado en él, y en otras ocasiones que lo veía como un fenómeno de circo.

Por supuesto, ninguna de esas dos cosas era del todo ciertas. Vincent era un buen amigo, solo que a veces exageraba en su forma de actuar.

—Estudio economía, lo mío son los números —aseguró en broma, echándose el cabello para atrás por segunda vez—. Entonces dime ¿Cómo te fue en tu "no cita"? —agregó, con una mueca que hizo que James se detuviera de golpe.

—Voy a ignorar el sarcasmo y diré que me fue bien —respondió, tomando respiraciones pausadas para recuperar el ritmo cardíaco. Los ojos de Vincent se iluminaron con aquella mueca traviesa que le daba un aproximado de lo que estaba pensando.

—Bien de "nos fuimos juntos a casa" o bien de "al menos no volveremos a vernos en lo que me resta de vida" —inquirió, picándole el hombro con el dedo índice. James no le hizo mucho caso y se inclinó para atarse los cordones.

—Bien de "saldremos por ahí el próximo fin se semana" —dijo, más concentrado en sus manos que en su amigo. Vincent lo observó, sorprendido de buena manera por la respuesta, decir que le complacía que James tuviera una posible vida amorosa era decir poco. Uno de los grandes defectos de Vincent era que detestaba ver a la gente soltera, porque el mismo detestaba estar soltero.

—Vaya, lo estás haciendo mejor de lo que esperaba —una sonrisa de medio lado apareció en su rostro, mientras trataba de no parecer una caricatura que muestra todos sus dientes—. ¿Y dónde es exactamente "por ahí"? —preguntó, inclinándose un poco para poder mirarlo a la cara. James levantó el rostro, le devolvió el gesto y después sonrió un poco.

—Por ahí —respondió y continúo corriendo, mientras Vincent se quedaba en su lugar, pasmado, decidiendo si perseguir a su amigo o echarse una carcajada.

Al final se decidió por la segunda opción.

Esto es todo por hoy chicos, espero que hayan disfrutado de los capítulos <3

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Esto es todo por hoy chicos, espero que hayan disfrutado de los capítulos <3

El destino de las estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora