Ella siguió atenta a como se desarrollaban los hechos, el ambiente deportivo hizo que se le pusiera la piel de gallina, cada vez que James hacía una jugada parecía que el resto del mundo temblaba a sus espaldas. Claro, se trataba de una porra para un equipo que nada tenía que ver con la NFL, pero sin dudas, había pasión en todo ese apoyo.

Mientras se desgañotaba, permitiendo que la euforia se apoderase de su cuerpo, Skylar entendió un poco por qué la gente se apasionaba tanto por los deportes, pues ya sea jugando o apoyando a un equipo, el ambiente te envolvía en una sensación de comunidad y ofrecía una poderosa oportunidad de catarsis. Cuando el árbitro marcó el final, ella estaba cansadísima, le dolía la garganta y necesitaba urgentemente una botella de agua, pero tenía la sensación de que, incluso si se fuese a dormir, no podría pegar un ojo.

—Se terminó —murmuró la chica con expresión eufórica, mientras observaba a los dos equipos salir de la chancha para dirigirse a sus respectivos vestidores—. ¿Nos vamos? —preguntó con tono de duda. En otras ocasiones que había ido a partidos con amigos solían ir a cenar, o irse de fiesta después del juego, sin embargo, no sabía qué clase de planes tenía Donovan en ese momento.

—Está bien —convino.

Ambos dejaron pasar a la muchedumbre que parecía tener prisa por alcanzar a los jugadores y después se dispusieron a marcharse. Sin embargo, su retirada se vio interrumpida por el sonido chirriante de unas suelas contra el piso y la voz de un chico llamándolos.

—¡Esperen! ¡Esperen! —de repente, en la parte inferior de las gradas un jugador sonriente hizo su aparición, mostrando una expresión demasiado fresca para un rostro tan acalorado.

Ellos se detuvieron, no sin antes dedicarse una mirada de interrogación. Ambos reconocían al chico frente a ellos, era quien parecía ser el único amigo de James en ese equipo, Vincent. Skylar lo había visto a menudo en las fiestas, se saludaron en un par de ocasiones, pero nunca habían tenido una conversación propiamente dicha, así que su primer pensamiento fue que quizás se estaban dejando algo en las gradas.

—¿Ocurre algo? —como siempre, la voz de Donovan al hablar fue muy distante. Parecía el tipo de tono que utilizas cuando alguien te está jodiendo y quieres pararle el carro. Vincent no se dejó amedrentar por ello y continuó sonriendo cómo si estuviese hablando con amigos de hace mucho tiempo.

—Te vi desde la cancha —comentó, dirigiéndose a Skylar—. Quiero decir que a los dos los vi —aclaró, con cierta torpeza, sin embargo, de inmediato volvió a mirar a la chica—. Nos preguntábamos si quería ir a cenar en un rato, conmigo y con James, por supuesto —él de encogió de hombros—. O sea, solo si quieres.

Skylar volvió una vez más su vista a Donovan, como preguntándole que hacer. Parecía que el chico estaba interesado en ella, pero no estaba segura, además, aquella salida era algo para distraerse y a Don no le gustaba mucho socializar. En cualquier otra ocasión ella habría aceptado sin mucho problema, no conocía a Vincent, pero parecía simpático. Sin embargo, para su sorpresa fue el mismo Donovan quien se encogió de hombros, con una mueca desganada y dijo:

—Está bien.

Vincent asintió, diciéndoles que esperasen a que se cambiaran para salir y ellos se volvieron a sentar en sus lugares. Skylar pudo sentir entonces las miradas asesinas de un montón de fanáticas del equipo, sin embargo, no les prestó mucha atención, porque estaba más concentrada en porqué de repente Donovan parecía interesado en salir por ahí con dos completos extraños.

Bueno, de vez en cuando Donovan hacía cosas raras, era parte de su encanto, pero el número de rarezas de esa semana parecía haberse superado. De repente retomó la teoría del secuestro extraterrestre.

Unos veinte minutos después, cuando Skylar estaba a punto de decirle a Donovan que se fueran a la mierda, Vincent y James aparecieron mostrando dos imágenes opuestas.

Vincent estaba bañado, cambiado e impecable, mientras que, aunque James también estaba limpio, también parecía que le habían arrastrado fuera del baño antes de estar listo, pues los hombros de su camisa estaban húmedos, mientras que sus pantalones tenían las marcas de sus palmas, como si se hubiera secado con ellas. Lo más extraño era que una de las piernas del pantalón estaba mojada hasta la pantorrilla, parecía haber metido el piel en una cubeta con agua.

Donovan se le quedó mirando un instante, pero no hizo comentarios al respecto, sin embargo, Skylar sí que se apresuró a preguntarle que le había pasado.

—Los chicos.

Fue todo lo que dijo y fue suficiente para que comprendieran el contexto de la situación. Donovan ya había escuchado por parte de su hermana que James tenía problemas en los vestidores porque los chicos no querían que los vieran desnudos. Para Don aquello estaba bien, todos tenían derecho a un poco de privacidad e intimidad, estaba seguro de que James tampoco quería estar encerrado con ellos y podía comprender de dónde venían los miedos de los demás jugadores, aunque eso no justificaba para nada la manera en que actuaban en respuesta. Ser un imbécil era una característica innecesaria en cualquier ser humano, por supuesto, algunos podían serlo de vez en cuando, nadie era perfecto, pero a veces, cómo en el caso de los chicos del equipo, parecía ser su única característica destacable. Era una cagada.

—¿Traen transporte? —preguntó Vincent, quien parecía lanzar algunas miradas demasiado insistentes a Donovan.

—No —la respuesta del susodicho fue escueta, pero había un toque en su voz que consiguió que sonara desenfadado y simpático.

—Bueno, entonces podemos ir en mi auto —comentó con una enorme sonrisa en los labios—. Vamos, conozco un excelente lugar aquí cerca donde podremos pasar el rato.

James miró a Vincent con expresión interrogativa. No tenía idea de en qué momento su amigo había organizado todo aquello, pero después de que finalizara la noche, iba a retorcerle el cuello.

 No tenía idea de en qué momento su amigo había organizado todo aquello, pero después de que finalizara la noche, iba a retorcerle el cuello

Oops! Ang larawang ito ay hindi sumusunod sa aming mga alituntunin sa nilalaman. Upang magpatuloy sa pag-publish, subukan itong alisin o mag-upload ng bago.
El destino de las estrellasTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon