Jessica tenía claro que él estaba prohibido. Que nunca podría mirarlo con otros ojos, por muchas razones. Era mucho mayor que ella, es el mejor amigo de su padre y el padre de su mejor amiga.
¿Complicado no?
Pero el destino tenía otros planes para e...
Tomo mi bolso, está vez es él quién quiere acercarse pero doy dos pasos atrás. Se le ve igual o más herido que yo.
- Por favor, no te acerques a mí. Dame espacio y tiempo para pensar, creo que tú deberías hacer lo mismo. Y si tienes deseos de volver a intentarlo con Becca, adelante, no te preocupes por mí -le regalo una sonrisa. Una sonrisa vacía, sin emociones.
- Jess, espera -trata de pararme cuando e abierto la puerta pero nuevamente rehuyo de su toque- ¿Seguiremos siendo amigos?
- La verdad no sé si eso sea lo mejor, será incómodo para nosotros y para los demás.
Salgo de su departamento y voy al mío, saco las llaves del bolso y abro tan rápido como puedo. Una vez estoy dentro de mi departamento dejo salir un pequeño sollozo. Hasta ahora me doy cuenta de todo lo que he estado aguantando.
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Los días pasan rápido. Nick me a mandado mensajes estos días para que vaya a las reuniones que hace con los demás, pero mis ganas de ver a Charlie son casi nulas. Lo evito lo más que puedo y las veces que nos hemos visto me pongo los audífonos y sigo mi camino. Cómo compartimos área de lavado, nos vemos una que otra vez.
Matthew se a dedicado a mandarme flores cada día. Y cada día que llegan se las devuelvo o las tiro a la basura, Cassandra un día casi descubre quién me manda esas flores. Por suerte ese día no mando flores con una tarjeta como suele hacer.
Estoy tan cansada de esto, que he decido venir a su oficina. El único lugar donde estoy segura puedo encontrarlo solo.
La secretaria me deja pasar luego de que habla con su jefe, entro y seguido cierro la puerta detrás de mi. Saco el puñado de tarjetas que he guardado, de cada ramo de rosas que me a enviado y las tiro con fuerza sobre su escritorio. Su expresión sería no cambia, pareciera que todo le da igual.
- Para con este juego de una vez por todas, para de enviarme flores. Te meterás en un problema y de paso me vas arrastrar a mí. Tu hija estuvo apunto de descubrirte ¿Que le ibas a decir? ¿Que son de cariño paternal? -estoy tan frustrada y enojada que no lo dejo hablar- Ya se acabó, no hay un nosotros, te lo dije antes.
- Me he enterado que las cosas con ese chico acabaron -se pone de pie y arregla su camisa.
- ¿Y eso que tiene que ver? -frunzo las cejas, él se acerca a mí lentamente.
- Solo quería buscar una manera de animarte -se apoya en el escritorio una vez queda frente a mí. Me parece extraño que justo ahora no esté acercándose a besarme o algo parecido- se veía que te gustaba.
- Si, me gustaba. Pero las relaciones no siempre son para siempre -miro hacia otro lado durante unos segundos y luego a él nuevamente- Para con esto de una vez por todas, por favor. Necesito sanar, necesito sacarte a ti y a él de mi vida definitivamente. Y que estes haciendo esto solo complica las cosas.
- Está bien, voy a parar. Pero con una condición -toma mi mano, pretendo apartarla pero la toma y no me deja apartar.
- No estás en condiciones de pedir nada, Matthew.
- Una noche. No tiene que ser ahora, ni en unos días. Será cuando tú quieras, pero que me prometas que lo harás -me toma suavemente de la cintura y me pega a él. Acerca su rostro al mío y con su nariz acaricia mi mejilla y baja lentamente hasta mi cuello- Sigues teniendo ese suave olor a vainilla qué tanto me gusta.
- Tienes pareja, Matthew -llevo mis manos a su pecho y lo aparto tan solo un poco de mí- Por favor...
- Hemos terminado -aquello toma por sorpresa. A ella se le veía muy feliz a su lado- No podía sacarte de mis pensamientos, me era imposible estar con ella y no pensar en ti. Besar sus labios y no imaginar que son los tuyos -con su pulgar acaricia mis labios- Era a ti que quería cada noche durmiendo a mi lado, obviamente no podía hacerle eso y decidí que lo mejor era terminar.
Me aparto de él y por primera vez me deja ir sin antes pelear. Muerdo mi labio inferior pensativa, él me mira esperando mi respuesta.
- Lo pensaré -eso lo hace sonreír- Pero si decido que no, tendrás que aceptarlo tal cual ¿Entiendes, Matthew?, No quiero arriesgarme más.
Estuve apunto de contarle que Charlie lo sabe, pero no quiero imaginarme lo que haría Matthew al saberlo.
