Y UN RAMO DE GIRASOLES｡ hyunho ✔️

3

y finalmente ahí estaba, a dos días del día de san valentín, observando como el chiquillo enamorado que es, a lee minho tomando agua después de un partido de básquetbol con bang y los chicos que siempre lo acompañan.

-hyunjin. -insiste jisung, chasqueando los dedos frente a su rostro -¡hyunjin!

el pelinegro suspira- ¿uhmm?

-¿escuchaste algo de lo que dije? -dolido, jisung se inclina en su lugar, tratando de meterse en el campo visual del mayor.

-no -se sincera hwang, parpadeando lentamente, observando a su castaño reír animadamente junto a un chico que era más bajito pero tenía un buen semblante hizo equipo con él esa tarde.

jisung pucherea -eres un grosero... -y se abraza con las rodillas al pecho -te dije que seungmin nos espera en su casa, dijo que tiene algo que decirnos.

hyunjin asiente, reconectándose al mundo real de a poco. -¿ahora?

-sí -el sudoroso chico se sacude al levantarse, tomando su botella de agua vacía. -creo que tiene que ver con su enamorado, al parecer va a confesarse el día de san valentín.

caminaron hasta casa de kim, unas cuantas calles al norte del parque para encontrar al alto que fue transferido pocos meses antes y se había unido de una manera extraña y silenciosa a ellos, convirtiéndose así en tres en la mesa de la cafetería. el chico era muy inteligente, educado y un tanto reservado pero eso resultaba bueno cuando había que calmar a jisung y pararle un poco el carro, además de que una vez entraba en confianza, era sumamente agradable.

-caballeros -los recibe en su habitación, abriendo la puerta para entrar primero, con un dedo al aire -el miércoles será el día que ese hombre sepa de mi existencia y estamos aquí para planearlo.

de entre todas las cualidades de seungmin, una de ellas no era precisamente la seducción. sus métodos eran más bien silenciosos, sigilosos y sutiles, tan sutiles que el sujeto en cuestión no se ha usado percatado de su presencia aunque iban en el mismo salón. y era muy lamentable, porque casi compartían varios talleres y ni así, le daba la hora a seungmin.

-¿vas a decirnos por fin de quién se trata? -un emocionado jisung se sujeta los pies unidos uno contra el otro, sentado en el suelo.

-preferiría no hacerlo.

hyunjin sonríe, sentándose cerca de han.

-oh no, estás acorralado. han pasado cuatro meses, no tienes escapatoria.

-si es feo prometo no decirlo.

seungmin se lleva dos dedos al puente de la nariz. -es seo. -asegura, con un pesado susurro. el silencio se mantiene. -de mi clase. -y ahí continúa. seungmin mira al techo arrepintiéndose de lo que va a decir para soltar entre dientes-: changbin.

-¡virgen santa! -jisung se deja caer de espaldas, visiblemente abrumado.

hyunjin le abanica la cara con las manos.

-¡no hagan ningún comentario! -seungmin se lleva las manos a la cara, bufando -lo sé, lo sé, es más mayor que yo y además no sabe ni que existo pero en serio, quiero hacer esto.

jisung no sale todavía de su estupor cuando se levanta bruscamente, tomando de los hombros a kim para sacudirlo con fuerza. -¡mi corazón vomita arcoiris!- seungmin lo empuja, haciéndolo caer de espaldas, pero al castaño no podría importarle menos y continua pateando el aire -¡esto va a ser tan bonito!

pero ese no era más que el pensamiento de un hombre que había exitosamente hablado y salido a algunos lugares casuales con su crush, quien era altamente probable le pidiera algo más serio ese día, después de meses de hablar y tener citas de todo tipo que incluían una noche en casa de bang jugando jenga con su hermana y viendo zootopia hasta caer muertos en las colchonetas que la mamá del chico puso en la sala. esas ya eran las ligas mayores, jisung podría considerarse papa casada dentro de muy poco con aquel universitario y salir con un chico de 18 a los 16 ¡eso sí que era otra onda!

-estoy muy feliz por ti -hyunjin aplaude una sola vez, sonriente. -¿en qué necesitas que te ayudemos?

seungmin comenzó así a relatar su plan para día de los enamorados ante la mirada y oídos atentos de sus amigos, callando con un almohadazo a jisung en múltiples ocasiones porque no dejaba de chillar emocionado y hacer ruidos extraños conteniendo su emoción.

-bien, entonces ya quedamos -los otros asienten, dando así por finalizada la plática seungmin -¿qué hay de ustedes? ¿algún plan en especial?

jisung alza la mano, emocionado y dando de brincos en su lugar -uh, yo, yo! -seungmin mueve la muñeca en su dirección -si chris me pide ser novios, voy a fingir estar muy sorprendido -sonríe, con los ojitos cerrados -será un regalo fantástico.

-¿y tú? - seungmin prefiere ahorrarse cualquier comentario respecto a lo que acaba de escuchar, preguntándole al más alto en la habitación -¿hay algún lugar al que quieres ir? puedo llevarte por helado si quieres, hyunjin. ¿te gustaría? jisung puede ir también.

el pelinegro abre la boca para protestar que este año no necesita ser llevado a ningún maldito lado como un niño y será un hombre valiente que encare sus sentimientos de frente. suspira y se enreda los dedos entre ellos, mirando al suelo, reuniendo mucho valor mientras los otros conversan sobre dónde seria mejor llevarlo.

-en realidad -susurra, aclarándose la garganta -hay alguien a quien quiero darle un regalo.

seungmin y jisung guardan silencio, mirando con ojos curiosos al de labios gruesos.

-no me digas que es quien yo creo...

seungmin gira la cabeza de golpe hacia han -¿quién? -al no obtener respuesta, lo hace con hyunjin -¿¡quién?!

el pelinegro traga saliva, inflando el pecho-: minho hyung.

-¡no! -kim se pone de pie para abrazar contra su pecho al de cabellos largos -¡de ninguna manera te dejaré hacer eso!

-¡es muy arriesgado! -secunda han, abrazándole por la espalda.

-me asfixian. -articula el pelinegro que funge como jamón del sandwich humano.

-hyunjin, hyunjin querido, tienes que saberlo de mi porque te quiero y me importas mucho -seungmin le sujeta el rostro, abultando sus mejillas. -es altamente probable que te rompan el corazón.

-y nosotros no queremos eso -afirma jisung, asintiendo efusivamente.

-¡nadie va a romperme nada! -asegura el chico, quitándose a kim de encima -voy a darle un enorme oso de peluche y decirle mis sentimientos. si no quieren apoyarme lo haré yo solo.

y eso habría sonado muy valiente si no fuera porque lo dijo con los ojitos aguados y la voz quebrada, azotando la puerta después de irse, dejando a los otros dos con el corazón apretado de angustia.