Capítulo 31©

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-Entremos.

Cuando entraron a la residencia, lady Emma hizo una mueca de asco, estaba algo sucia y llena de polvo, Marcus la había comprado hace un año para vivir junto a Emma cuando lograran casarse, no pensó que todo se torcería de tal forma que la venda de sus ojos caería para ver la realidad.

-Enviaré sirvientes para que limpien lo más rápido posible, y estén a tu disposición - dijo Marcus mientras lady Emma miraba todo con una mueca agria -. Aquí estarás cómoda.

-Pero yo quería estar contigo Marcus.

-Emma, ya hablamos de eso, te quedas aquí y punto.

Después de convencer a lady Emma de que quedarse ahí, era lo mejor, salió de la residencia para reunirse con lord Diego, el esposo de su hermana.

-Lord Livingston - Saludó lord Diego y Marcus hizo lo mismo - Los documentos del divor...

-Olvídalo, no voy a separarme de mi esposa - interrumpió Marcus y lord Diego le dio una pequeña sonrisa.

-Me alegra escuchar eso, lo mejor es seguir casado con tu esposa - comentó Diego.

-Ya... este, no le digas a mi hermana por favor, estoy segura de que irá enseguida y le dirá a mamá.

-Está bien.

-Pero aún preciso de tus servicios.

-Tú dirás - indicó lord Diego.

-Quiero llevar a mi esposa a París, pero antes tengo que resolver algunos asuntos y esos requieren de algunos documentos de valía y necesito que los mires.

-No hay problema, házmelos llegar y veremos que hacemos.

Por otro lado Liviana había sido, literalmente, arrastrada por lady Jayne a salir de la residencia, alegando que necesitaba caminar un poco y tomar algo de sol.

-¿No es un hermoso día? - comentó lady Jayne sonriendo.

-Sí, claro. - respondió Liviana - Mansfield Park es hermoso, pero ciertamente prefiero Hyde Park, es perfecto para despejar y pensar mejor.

-Pero aquí puedes deleitar tu vista - Liviana no pudo evitar reír al ver como su amiga miraba a un grupo de caballeros montados en caballos.

-En Hyde Park hay montones de esos caballeros - dijo Liviana.
-Entonces vámonos hacia Hyde Park.

-¿Y qué pasa con lord Christian, ya no te deleita la vista?

Lady Jayne hizo una mueca al escuchar su nombre.

-¿Por qué arruinas el momento? Casi lo olvidada, tan solo unos minutos y lo olvidaba.

-Lo siento - Liviana rió por la cara que había puesto Jayne -, pero esta noche lo tendrás que ver.

-En realidad no quiero ir - señaló lady Jayne.

-¿Y me dejarás sola? Sabes que lady Lilian invita a muchas personas a sus cenas. No entiendo porque hace una cada dos semanas.

-Tu suegra es muy alegre, me gusta, no como otras que son muy amargadas y odian a las esposas de sus hijos.

-Creo que en eso tuve suerte - dijo Liviana mirando a su alrededor, despejando su mente y liberando sus pulmones, esa caminata por Mansfield Park le estaba haciendo muy bien, hasta vio a Marcus salir de una residencia y frunció el ceño.

-¿Ese no es Marcus? - preguntó Jayne y Liviana asintió - ¿Y que hace ahí?

-No lo sé, en la mañana salió muy acelerado, tanto que no me dio tiempo de hablar con él - respondió ella sin dejar de mirar por donde se había ido el carruaje de Marcus, luego miró la residencia donde su esposo había estado hace unos minutos - En la noche le preguntaré. ¿Tu hermano aún no regresa?

-Mañana en la tarde, eso fue lo que dijo Leo - respondió lady Jayne.

-Apenas llegue hablaré con él.

-¿Y si Marcus sigue adelante con el divorcio?

-Aun así no me casaré con tu hermano, no se merece cargar con un hijo que no es de él, Jayne.

-Siempre pensando en los demás, ¿cuándo empezarás a pensar en ti?

-La última vez que lo hice, Marcus y yo terminamos en este matrimonio, el me odió por tres años y yo sufrí aún más por no ser correspondida, solo espero que Marcus acepte a nuestro hijo, de no ser así, mi padre me dio la idea de irnos a vivir a la casa de campo de Hampshire, solo fui una sola vez y es hermosa.

-Veo que tienes un plan de escape.

-Solo era una opción, pero viendo el comportamiento de Marcus conmigo, puede que no tenga que utilizarla.

En la noche, Liviana y Jayne esperaban a Marcus para ir a la cena que sus padres organizaban cada dos semanas. Liviana usaba uno de los nuevos vestidos que la Sra. Jayson le había confeccionado, aunque le quedaba hermoso, sentía que se veía más gorda, pero era eso o que se dieran cuenta de su embarazo.

Lady Jayne iba con un hermoso vestido rosa que le hacía ver como una buena jovencita.

-Estoy segura de que el embarazo te sentará muy bien.

-No lo digas tan alto, Marcus puede bajar y escucharte - comentó Liviana en un susurro.

-Cierto, aún no le dices a Marcus, en realidad no sé qué tanto esperas, ¿imaginas que Emma vaya y le diga primero la mentira que te dijo a ti?

-No hablemos de eso, por favor. Esta noche le diré, realmente quiero hacerlo, pero no sé cómo.

-Solo dile: Marcus, estoy embarazada.

-¿Estás embarazada?

E.J. Black

XXXI

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