Capítulo 33: La traición

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Habían tenido una jornada muy intensa, mientras esperaban a que la información que habían enviado diera buenos frutos, pero al fin tenían una respuesta. Siguiendo las instrucciones de F, conectaron al ordenador la memoria externa de color rojo que les había entregado su desaparecido informante, lo que hizo que al momento el sistema lo reconociera, abriendo una ruta codificada a la red, a través de la que envió una serie de datos; ninguno de los dos sabía qué tipo de información específica era la que estaba siendo enviada, pero sabían que ese era el segundo de los pasos que tenían que seguir, y prácticamente el más importante.

–No puedo creerlo, parece que Valdovinos cayó en la trampa.

–Lo que me preocupa ahora –comentó Micaela– es cómo vamos a hacer para meternos en el departamento de ese tipo.

Esteban tomó un mapa impreso mientras en ordenador seguía haciendo su trabajo.

–Este es el lugar: es un edificio antiguo en una zona periférica de la ciudad, y es en el subterráneo junto a los estacionamientos.

–Debe ser hermoso.

–Según F, esta información hará que Adán caiga en lo que cree que es un gran negocio, así que tendremos que esperar hasta que la información se envíe en primer lugar, y después hasta recibir la otra respuesta, para infiltrarnos y borrar el ordenador. Yo iré.

Pero Micaela lo detuvo.

–No. Esto es mío, yo tengo que hacerlo.

–Pero es muy peligroso, si alguien te descubre pueden llamar a la policía y todos nuestros planes se arruinarían.

–Si a ti te descubren pasará lo mismo.

–No, porque soy menos importante que tú. Si a mí me atrapan, aún puedes seguir adelante con algún nuevo plan.

La joven frunció el ceño.

–No. Esteban, Adán es un hombre sumamente inteligente, no tendremos una nueva oportunidad como ésta. Éste es el momento preciso, y tengo que ser yo. Tú vas a vigilar a Valdovinos para asegurarnos que tenga el tiempo suficiente.

Más tarde, Eva recibió en su habitación de hotel a Adán. Al principio no hicieron falta las palabras, porque la tensión de los últimos acontecimientos hicieron aflorar toda la pasión, llevándolos a hacer el amor desesperadamente; en momentos como ese, cuando la conexión era absoluta, nada más importaba, a su alrededor se extendía una muralla intraspasable, dejándolos en un sitio en donde solo existían ellos dos, los seres perfectos, el amor perfecto.

Después, la pareja estaba ocupándose de los asuntos que los llevaban en esos momentos.

–Eva, tenemos algo muy importante. Accedí a las cuentas de la Constructora Del Mar y Alzarrieta, eso quiere decir que ahora podemos hacer lo que queramos.

Eva se recogió el cabello mientras él se acomodaba sobre la cama.

–Dadas las circunstancias, me parece que es la mejor medida, sobre todo por lo que le está pasando a Bernarda en éste preciso momento: Aruse es un peligro potencial, estoy segura de que viene dispuesto a destruir a Bernarda y nosotros dos estamos justo en el medio.

La traición de AdánWhere stories live. Discover now