"2"

25.4K 2.6K 2.4K
                                    


- Anda, te invito a tomar un café.- caminabas apresurada por la oficina mientras que uno de tus compañeros te seguía por detrás, desesperado por llamar tu atención.

- Lo siento Kida, no tengo tiempo.- dijiste un tanto irritada.

Había sido un mes extremadamente difícil.

Tu trabajo iba cada día más complicado, habían hecho recorte de personal por lo tanto era mucho más trabajo para todos, en especial para ti, ya que de 30 compañeros de la misma área que tú, solo quedaban 10.

Además fuera de tu trabajo tampoco te la habías pasado de maravilla, seguías teniendo enfrentamientos con tu vecino.

Te dejaba colillas de cigarrillo botadas en tu puerta, latas de cerveza, e incluso un día llegaste y estaba un preservativo justo en tu tapete, usado por el, claro estaba.

El último enfrentamiento que habían tendió había sido dos días antes, y le habías reclamado por tener su música a todo volumen en medio de la madrugada, y lo único que hizo fue sacar una de sus bocinas y ponerla frente tu puerta.

- Por favor y/n, prometo que no volveré a molestarte después de esto.

Volteaste a ver al castaño. Era alto, de ojos cafés claros, delgado, y con una sonrisa encantadora. Se sabía que el estaba enamorado de ti, pero tenías muchas cosas en mente como para pensar en una pareja, pero a tu gusto era bastante lindo.

- No lo sé.- dijiste pensativa.- ¿será solo el café?

- Solo el café, te lo prometo.- sonreía atolondrado y te observaba a los ojos, lo cual hizo que te sonrojaras un poco.

- Está bien, pasa por mi hoy a las 8, te envío mi dirección.- diste una palmada en su pecho y te dirigiste a tu escritorio.

Saliste del trabajo y te dirigiste a tu casa. Llegaste como de costumbre a patear las colillas de cigarrillo, que parecían ya ser decoración de tu hogar.

Habías estado buscando algún departamento para poder moverte de ahí, ya estabas harta de los desplantes y malos tratos de tu vecino.

Pero de algún modo tu orgullo no te permitía seguir con tus planes de mudarte.

Sería darle la razón, moverte era lo peor que podías hacer, significaría que el ganó, y eso no era lo que tú querías.

Además, no había departamentos que se ajustaran a tu presupuesto y te quedaban más lejos de tu trabajo, la única opción era compartir casa con algún extraño, algo que no sucedería jamás.

- Vaya, veo que te molesta que arroje mis cigarrillos, ¿verdad mocosa?.

Toji te miraba patear las colillas de sus ya terminados cigarros.

Tu corazón comenzó a latir a mil por hora cuando escuchaste su estruendosa voz.

Querías tomar toda la basura que había dejado en tu entrada y arrojarle todo en la cara, pero sabías que no era una buena decisión, por mucho que quisieras hacerlo.

- Me molesta demasiado, si no tienes dinero para comprar un cenicero o un cesto de basura donde puedas tirarlos, yo te lo puedo comprar.- Tomaste una de las colillas y te volteaste para arrojarsela en la cara, y sonreiste soberbiamente ante eso.

- No necesito tu mierda, y mucho menos que me las regales.- Sonrió tomando la colilla de vuelta para repetir tu acción.

- No es un regalo.- sonreiste.- tómalo como caridad, estúpido.

Giraste tu picaporte para entrar, pero el fue más ágil y te tomó del brazo para voltearte y quedar cara a cara con el.

- No se quién crees que eres zorra, pero no permitiré que me falte al respeto una mocosa insolente buena para nada.

I n e s p e r a d o // Toji Fushiguro x lectoraWhere stories live. Discover now