Una demonio exhibida

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CINCUENTA Y TRES

MEERET, ANDROMEDA




Tessa estaba furiosa y tenía una expresión de asesino serial en la cara.

—Lo siento, Tessa, pero ya debían saber que tú eres una demonio, y no solo eso, también mataste al ángel que debía venir a salvar a este pueblo.

—¿Hablas de Azrael? El imbécil era el ángel de la muerte, solo iba a venir aquí a matar a todos, yo los salve.

«Si nuestro destino era morir, no debiste interferir» Declaró Rabyon dando un paso al frente. E inmediatamente todos lo hicieron, lo apoyaban.

—¿De qué están hablando? ¿Quién preferiría morir? —Les preguntó Tessa incrédula, aunque en palabras de Marcus, parecía asustada —Thega, si no hubiera hecho esto, tus hijos jamás hubieran nacido.

«Y no importaría porque ni yo, ni ellos hubiéramos confiado en ti» Declaró la mujer con sus hijos detrás de ella.

—Aleth, si no fuera por mí magia toda tu familia hubiera muerto en aquel derrumbe.

«Y no importaría, porque de igual forma yo moriría cuando llegara el ángel Azrael» Respondió el chico.

—Rabyon, si no fuera por mí, Davelt y tú jamás hubieran tenido una oportunidad —Hizo una pausa, ese lugar ya se había convertido en su hogar, no podía dejarlo ir —Y antes de que digas que no importaba, quiero que pienses en todo lo que he hecho por esta comunidad, cuando llegue estaban al borde de la muerte.

»Yo los salve, les di todo, busqué por días lugares donde cazar, encontré lugares donde sacar madera. —El color Morado de su piel comenzó a desaparecer— Lo hice todo por ustedes.

»Yo no tengo una familia, ustedes son mi familia y haré cualquier cosa para que me acepten de vuelta, incluso aunque no sea cómo su líder.

Hubo un silencio, Zelick camino hacia Tessa con algo en sus manos, recibiendo aprobación de los habitantes.

—Zelick...

—Tessa, tú me diste la oportunidad de vivir con estás increíbles personas, pero lamento decir que no podré apoyarte. Tengo su confianza y no la traicionare.

Tessa, derramando lágrimas, extendió sus manos, pero el chico plutoniano negó. Volteo a ver alrededor y vio como Rabyon llevaba su mano al cuello, pasando saliva pesadamente.

—¿Dolerá? —Preguntó retrocediendo un paso.

—Mucho.

—Hubiera preferido que me mintieras —Dijo soltando una pequeña risa nerviosa que desapareció rápidamente.

Zelick le puso el collar, y este le clavó varias agujas. Las orejas puntiagudas de Tessa se encogieron al mismo tiempo que caía sobre sus rodillas y un gesto de dolor inundaba su cara.

Sus manos comenzaron a rasgar, tratando de quitar el metal que ahora se había adherido a su cuello. El color de sus ojos desapareció por completo.

Marcus y Zelick trataron de sostener las manos de Tessa, pero está siguió tratando de arrancarse el collar. Marcus volteo a ver alrededor y vio como Martha se acercaba corriendo.

Su mente lo procesó rápidamente, no estaba a salvo. Tessa era un demonio y los demonios son expertos en crear caos, pero está aún no lo liberaba. Se levantó, jalando a Zelick con él.

Tessa, encajándose las uñas en el rostro y desgarrando la piel, soltó un grito que aturdió a todos, seguido por una ola expansiva que desintegró brazos y manos.

Marcus, Zelick y Martha cayeron sobre un grupo de pupilos, mientras Daniel los protegía con sus múltiples alas.

En medio de un círculo de cuerpos, se encontraba una Tessa que abrazaba sus piernas y sollozaba. El collar aún se mantenía en su cuello mojándose con cada lágrima de ácido que derramaba. La demonio repetía una y otra vez lo mismo en un hilo de voz apenas audible.

—Lo lamento, no quería hacerlo.

Algunos de los cuerpos comenzaron a moverse, la mayoría de ellos habían perdido partes de su cuerpo debido a la ola expansiva.

Algunas de las alas de Daniel se cayeron como ramas secas. Este se dejó caer mientras sus manos buscaban en su espalda las alas que ya no poseía. Zelick corrió inmediatamente a su guarida, recogiendo hierbas para poder sanar a los heridos.

Marcus se levantó, estaba aturdido y le ardía uno de sus brazos. Volteo a ver a Martha y estiró su mano para ayudarla a levantarse.

Sus ojos enfocaron y notó que faltaba algo. La mitad de su brazo ya no estaba, comenzó a retroceder mirando su inexistente antebrazo. No quería creerlo, no podía hacerlo.

—Marcus.

No despegó la mirada de su sangrante brazo.

—Marcus —Frente a él apareció la imagen de Zelick que le vendó el codo y le hizo tragar un brebaje que le provocó arcadas aliviando el dolor de su brazo. —No toques tu brazo.

Después de esa instrucción Zelick desapareció. Una mano tomó la suya.

Al voltear vio que quien sostenía su mano era Martha, está dio tres apretones. Y de pronto era de nuevo aquel niño en medio del bosque que debía hacerse cargo de su hermana menor.

La mujer que ahora mismo estaba a su lado era el producto de su crianza, de su protección. Habían sido pocos los días en los que no habían estado juntos.

De pronto sintió que había valido la pena, y no importaba si tenía los dos brazos o no. Marcus se acostó con los ojos cerrados, solo escuchando lo que sucedía alrededor.

∆   ∆   ∆

Cuando despertó no sabía cuánto había pasado, si se había dormido y desmayado, pero la mayoría de los cuerpos habían desaparecido, igual que Martha.

La luz en el cielo le indicó que seguía siendo de día. De la cueva de Roble Dorado salió Zelick, aún parecía preocupado.

Se levantó y caminó hacia donde sentía el metal, por la fuerza de atracción que este tenía, podía saber que era el collar que portaba Tessa.

Entró al castillo de la demonio. Dirigiéndose a la sala del trono, a lo lejos podía escuchar los murmullos, las cadenas y los pasos. Abrió la puerta y frente a él vio a Tessa, tres hombres la escoltaban, por otro lado Martha y Rabyon los seguían. Se acercó a Martha y le preguntó lo que sucedía.

—Iremos a la corte Meriad.

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Actualice bastante rápido ayuda, en fin siguiente actualización: 25 de enero (probablemente)

GUARDIANES | LA OSCURIDAD: FASE 1, PLUTONWhere stories live. Discover now