Yibo coloco una taza de café sobre la mesa de noche y algo de pan francés con mantequilla y queso. Xiao Zhan no podía creer lo que sus ojos veían. ¿Estaba en realidad Yibo cuidando de él? Muy bien, tenía que asegurarse de algo primero.

—¿Qué hice anoche? —Soltó sin más Xiao Zhan.

La mirada de Yibo. Hasta ahora fijada solamente en el suelo, se dirigió de golpe al rostro de Xiao Zhan y este pudo ver por la mirada que no era nada bueno.

—Bueno, quizás...—comenzó— Quizás ¿es mejor decir que soy el único que lo sabe?

—¿Nadie más vio mis estupideces?

—Bueno...pfff...

—¿Qué?

—Bueno... yo y la universidad entera.

—¿¡QUE!?

—No la peor parte, por supuesto—Yibo alzo sus manos en defensa. —Solo estabas uhm... bailando y toda esa mierda.

Xiao Zhan se tapó su cara por la vergüenza.—Si, lo hago a veces cuando tengo alcohol en el cuerpo.

—Pero sabes, la peor parte, fui el único que lo vio, no te preocupes.

—¿Qué hice? Solo dímelo, así puedo empezar a olvidarme de ello.

—Tú, viniste hacia mí, te colgaste de mi cuello, así que te traje aquí a la habitación en tanto, vomitaste unas cuantas veces y finalmente llegaste sano y salvo.

—¡Oh que asco! No lo limpiaste ¿cierto?

—Estas bromeando, por supuesto que no.

—Bien, eso hubiera sido peor.

—Si, bueno de todos modos, después de traerte a la habitación y al baño...

—Oh dios ¿Me llevaste hasta el inodoro?

—Si no te preocupes, no vi nada que pudiera interesarme.

—Si lo sé, Omega hombre. —Xiao Zhan respondió bajito, bajando su cabeza, dolía, pero sabía que era imposible que un Alfa como Yibo se fijara en un Omega hombre como él.

Xiao Zhan se llevó las manos a los ojos y meneo la cabeza miserablemente. A esas alturas su rostro estaba rojo y tragaba las lágrimas que querían salir y Yibo se preguntaba como mierda había llegado al punto de tener ese tipo de conversación con Xiao Zhan. La vida realmente tenía planes verdaderamente extraños.

—Bueno, solo olvidémoslo, ¿de acuerdo? No es que nunca lo haya experimente, es solo... Pff. Está bien.

Una pequeña sonrisa apareció en el rostro de Xiao Zhan. —Gracias...—murmuro. No sabía que decir ¿A dónde se había ido Yibo el chico rudo y mujeriego por cierto?

Decidió olvidarse de lo sucedido y comenzó a comer el desayuno, que por cierto sabia maravilloso, mejor de lo que había esperado. Tomo un poco de café e inmediatamente se sintió con mas energía. Casi gimió cuando la cafeína comenzó a recorrer a través de su sistema, mientras tanto Yibo estaba sobre su cama mirándolo.

El pelinegro atrapo su mirada y parpadeo un par de veces; ¿Por qué lo estaba mirando así? Lo miro un par de veces más, esperando que Yibo alejara su mirada, pero no fue así, lo estaba colocando nervioso y no sabía qué hacer.

—¿Q-Que? — pregunto eventualmente un poco ansioso.

—Nada, yo solo... bueno ayer, cuando te quite la camiseta y esas cosas...

Xiao Zhan sintió su cuerpo congelarse cuando cierto hecho lo golpeo. Oh-Dios había estado usando una camiseta ayer, por supuesto que sí, y había despertado sin una, así que Yibo debió habérsela quitado y...¡Oh dios, Oh dios! Las campanas de pánico le estaban gritando código rojo a la vez que miraba a Yibo con la boca abierta, esto no era nada bueno.

My Only ExceptionWhere stories live. Discover now