Una agradable y linda chica se reencontró con un asesino que la intento matar en el pasado, ahora estos dos chicos se deben dejar sus diferencias para detener un mal mayor y para olvidar el pasado.
Una historia de amor, drama, asesinato, misterios y...
Por ese trabajo le pagaron una millonada, que aún no había gastado y estaba guardado en una caja fuerte en su armario de ropa. Y aparte de eso, le rogaron que fuera parte de su familia, lo cual rechazo la invitación amablemente.
"Se imagina que yo fuera de la mafia? ¡Ja! Seguramente todo el tiempo debo esconderme o pasar desapercibido y tendría que matar a todos lo que ellos pidieran , una completa pérdida de tiempo" Dijo el chico en su mente mientras, dejaba la carta en su mesita de noche y agarraba las llaves de su hogar y un pasaje para el bus.
Pico: Hoy será un día largo... y jodido *Dijo el chico guardando su UZI antes de salir de la casa y cerrando la puerta con fuerza, provocando un gran estruendo *
....
Después ya pasado aproximada 3 horas, llego a la ciudad. Había escuchado música todo el trayecto del autobús, rumbo a su antigua ciudad, haciendo que el celular se descargara.
Después bajarse del bus, camino por varios minutos por diversas calles. Hasta llegar a un barrio que era bastante elegante y con casa bastante lujosas, con hermosos jardines.
Pico: Mmm.. Según recuerdo... en esta calle esta la casa de Cherry... *Dijo le chico mientras miraba la diferentes fachadas de las elegantes casa*
Después, observo una casa que le pareció familiar y la identifico como la mansión de los padres de Cherry.
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Observo que el terreno estaba protegido por una reja de color negro, que no le permitía avanzar. A lado derecho de él, había un comunicador para pedir a los porteros, que le dejaran pasar.
Pico: Aggghhh como me jode estas cosas. Yo elijo mis puteras opciones *Dijo le chico gruñendo mientras miraba la reja con rabia*
Acto seguido el chico de cabellos naranjas, se aferró a la elegante reja y decidió escalar, para luego ir al grano de la visita. Sin que le correspondiese en esperar a que le contestaran y luego pensar si o no lo dejarían pasar a la residencia.
Después de escalar la reja y aterrizar perfectamente sobre el suelo de la residencia sin ningún rasguño suspiro de alivio.
Pico: Ja, que mala seguridad tiene esta mierda. Cualquier puto ladrón podría robarles *Dijo el chico riéndose despreocupadamente mientras caminaba tranquilamente para abrir la puerta de la casa.
Pero de pronto, mientras caminaba tranquilamente. Escucho un sonido un poco fuerte de un arma y acto seguido sintió una punzada fuerte en su cuello.
Y noto que era un dardo tranquilizante, clavado en su cuello con su delgada y fina aguja.
Pico: He...? Que es... *De pronto sus ojos se empezaron a nublar, y perdía perder la fuerza del cuerpo, causando que callera bruscamente al piso*
Pico: Mierda... *Dijo con su último aliento antes de que se desmayara y la medicina del dardo tranquilizante neutralizara por completo al chico*
