Parte 2: A solas

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Al verlo, se podía notar que estaba en el quinto sueño.
Estaba con su musculosa negra corrida hasta su pecho, dejando al descubierto sus formados abdominales. Me le quedé viendo por unos segundos y reaccioné.

Este idiota, se enfriara y luego estará chillando de que le duele la panza.

Me acerqué a él para acomodar su musculosa, dejando la bolsa en el suelo, me senté sobre su cama y cubri su abdomen con su musculosa.
Escuché un quejido que venía de él, aparté mis manos de él por reflejo. Y frotándose los ojos, los abrió.

-...Hola.- Le dije, formando una sonrisa. No tenía intención de despertarlo.

-¿¡Uh!?- Se levantó, quedándose sentado en la cama- ¿cómo entraste?- Preguntó, llevó su mirada a la campera y agregó- ¿De quién es la campera?

-Oh. Es de Nitori-kun, me la prestó para ingresar desapercibida, ¿podes creer que no se dieron cuenta de que era una chica?-Le respondí con pequeñas risas.

Rin se mantuvo callado y llevó sus ojos al piso. Luego also su mirada hacia mí.

-Llegaste hasta aquí. Nadie te está viendo, ya puedes sacarte la campera.- Dijo, con un tono frío. Pero sólo le hice caso, asenti y me la quité.

En un abrir y cerrar de ojos la tomó y se levantó de la cama para ponerla sobre su escritorio. Eso me asustó, lo hizo rápido.

Se quedó unos minutos parado junto al escritorio, mirando la campera. Reaccionó y se dirigió a la puerta, tomó la llave que estaba colgada en la pared y la llaveo, sin decir ninguna palabra.

A kilómetros cualquier persona se daría cuenta de que este chico estaba celoso. No podía creerlo, y del que estaba celoso era de su propio Kohai.

No pude aguantarlo y solté una risa. Trate de ocultarla sin éxito con mi mano.

-... ¿De qué te ríes?- Dijo, con una expresión algo molesta.

-De lo lindo que se ve un tiburón celoso.- Le respondí, apartando mi mano de mi cara.

Apartó su mirada de mí y la dirigió al costado izquierdo, mirando el suelo. Con su mano derecha escondió el rostro, disimulando rascarse la frente.

Sonreí. Ahora no sólo estaba celoso, sino, avergonzado. A éste pelirrojo no se le da disimular.

Sin darme cuenta, se acercó a mí. Apoyó su brazo izquierdo sobre la cama de arriba, ya que era doble cama, una arriba de la otra. Mirando hacia abajo, donde estaba yo y dijo, con su típica sonrisa a medias, mostrando sus afilados dientes.

-¿De qué otra forma te gusta verme? Dejando de lado el verme sin camisa.- No pude decir nada, ¿acaso estaba despierto en el momento cuando me le quedé viendo dormido?

Mientras nuestros ojos no paraban de hacer contacto, me acordé del porqué vine. Tomé la bolsa en donde estaba la camisa y se la entregué. -¡Felíz Cumpleaños!- Debido a que estiré mis brazos para entregárselo, dio unos pasos hacia atrás.

- Oye, por poco me noqueas.- Dijo.

-¡Pe-perdón! ¿Te golpee?- Pregunté, dejando la bolsa sobre mis piernas.

-No, sólo fue... no importa.- tomó mis manos- Gracias.- Dicho esto, se acercó a mi frente y levemente la besó.

-Oye, ¿hoy no tenías clases? -Preguntó Rin, tomando la bolsa.

-Sí, pero salí temprano por el club, hoy no teniamos actividades por lo que aproveche y vine.- Le respondí.

-Ya veo.

Se sentó en el suelo y comenzó a abrirla.

-¡Wow! ¿cómo supiste que ésta me gustaba?- Dijo sosteniendo la camisa con una sonrisa.

-¿Eh?¿La habías visto antes?

Ambos hicimos silencio y al segundo Rin comenzó a reírse.

-¿Porqué te ríes?- Pregunté, eso fue raro.

-Nada, nada.- Dijo, dirigiendo su mirada a la camisa con una sonrisa.

Estaba satisfecha, él estaba felíz. Fue como si tuviera la suerte de mi lado al verlo tan felíz.

-Rin, ¿qué te parece ir a comer pizza?- Le pregunté esperando una respuesta.

Él sólo me miraba, sin expresión, ¿Acaso no le gustaba la pizza?

-O ir a ver una película. O lo que te guste.- Llevé mi mano a mi nuca.- Pero... tendrá que ser algo que calse con lo que tengo.- Agregué, junto con pequeñas risas.

Aún así seguía sin expresión, mirándome.

-¡Oh, ya sé! Podemos ir a--...- Sin dejarme terminar la frase, Rin me interrumpió.

-(nombre)-chan.- Dijo, sin soltar la camisa se acercó a mí de rodillas.- Cualquier cosa está bien. Hoy, me bastó con que hayas venido.- Sonrió tiernamente.

Llevó parte de mi costado derecho de mi cabello detrás de mi oreja. Y, levemente posó sus labios sobre los míos, llevando sus brazos a mi cintura, rodeandola. Correspondiendo el beso, rodee su cuello con mis brazos.

Esta sensación era hermosa, besar a Rin me llenaba de energías, no quería separarme de él.

De repente, escuchamos que alguien llamaba a la puerta y por reflejo nos separamos.

Happy Birthday my SharkBoy (Rin Matsuoka y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora