CAPÍTULO 8 DE NUEVO ENFRENTADOS

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Amanda, escuchó el teléfono de Javier, lo sintió levantarse y luego escuchó como se abría la puerta de Afuera.

De inmediato se levantó, y lo siguió, desde dentro podía escuchar claramente su conversación, escuchaba la voz de Javier del otro lado de la línea, estaba gritando y Javier también estaba alterado, escuchó todo lo que se decían y su corazón se sobrecogió, Javier estaba en problemas por ella, no solo en problemas, su vida corría peligro, Román era muy impulsivo y en un arranque de furia podía hacerle daño de verdad.

Escuchó que regresaba y con rapidez corrió hacia la recamara, pero ya no le dio tiempo de hacerse la dormida, solo lo miró entrar con angustia, mientras él la miraba consternado, sin mediar palabras se acercó a ella y la rodeo con sus brazos. Las lágrimas fluyeron de nuevo, no podía evitarlo, como no podía evitar pensar en que ese hombre al que amaba, acababa de perder todo lo que tenía por protegerla, su estabilidad, su trabajo, su amistad, su salud y podía perder hasta su vida, todo por ella.

Perdida se dejó abrazar y consolar una vez más por él. Deseaba permanecer así, entre sus brazos, por la eternidad, pero ya había tomado una decisión. Era lo mejor por él y por ella

No sabía porque Javier se arriesgaba por ella, lo que sí sabía era que ella estaba enamorada de él, en cambio él actuaba por instinto, porque su naturaleza protectora lo movía a ayudarla, sabía que lo hubiese hecho por cualquiera que hubiese estado en su situación. Todo mundo lo conocía, tenía fama de hombre duro, era implacable con los hombres que manejaba, cuando había que mostrarse firme lo hacía, si se trataba de defender a los suyos era incluso capaz de asesinar, aunque lo evitaba a toda costa, pero cuando alguien estaba en desventaja o necesitaba ayuda jamás lo dudaba y salía en su defensa.

_ Todo estará bien. - lo escuchó decir.

Ella deseo permanecer toda su vida a su lado, pero era imposible, en primer lugar, porque él no buscaba eso y, en segundo lugar, porque Román jamás vería con buenos ojos que ellos estuvieran juntos, aun si le daba el divorcio, jamás los dejaría vivir en paz, estaba, segura de que primero los mataba antes que sufrir tal afrenta.

*****
Román daba vueltas furioso, había comprobado que Javier la tenía, su ex amigo siempre metido en las causas, perdidas.

Aunque no lo admitiera ni lo pareciera era un blando, pero ahora no se trataba de cualquier persona, era su esposa y él se estaba entrometiendo, incluso había antepuesto su amistad por defenderla, no lo podía creer y menos lo podía aceptar.

Tenía que encontrarlos, ambos tenían que pagar su traición.

Se dirigió furioso hacia su camioneta, cuando miró pasar a Teresa, estaba retirado de ella, pero aun así alcanzó a distinguir su mirada, no supo si era de reproche o de tristeza, quizás ambas.

Desde hacía una semana que había estado rehuyendola, él jamás se permitía sentir nada después de estar con una mujer y luego decirle que eso era todo, que estaba fuera de su vida, pero por alguna razón, con Teresa había sido diferente, y a pesar de que había sido en un arranque de locura, cuando no estaba en sus cinco sentidos, había significado más de lo que esperaba, pero... ¿qué podía hacer? Él era un hombre casado y ella lo sabía, ninguno de los dos se había detenido a pensar en las consecuencias, entonces... ¿porque se sentía tan mal, y no era capaz de acercarse a ella y cuando menos decirle que lo sentía, o hablarlo si ella tenía algo que decir? por el contrario, la estaba tratando como trataba a una más de sus aventuras y eso ella lo sabía y lo hacía sentirse aún peor, sin embargo ahora no podía detenerse, o no quería, para él caso daba lo mismo, ahora sus pensamientos y sus acciones tenían que concentrarse en poner en su lugar a los dos traidores.

POR UNA MUJER No.1️⃣0️⃣/SERIE HOMBRES DE LA SIERRAWhere stories live. Discover now