Cuando nos conocimos.

Capitulo 1. 《Nuevos Amigos》

Otro día mas, despierto y la misma historia de siempre se repite una y otra vez.
Llego al instituto, a la misma hora, para las mismas cases, a encontrar a las mismas personas.

—¡Mira quien viene llegando! Puntual como siempre, sabelotodo -la misma voz chillona que fastidia mis días siempre, todos los días.

—¿Que necesitas Ashley? —le pregunto cansada, no la aguanto un día más.

—No te hagas la idiota, sabes que quiero —ella comienza a reír. —Ahg, ¡mírate! Das asco mocosa —

—Ashley tiene razón, ¡Dios! Nos da vergüenza decir que vas en nuestro instituto —Alexa, una de sus arpías habla.

—Tiene razón Alexa, ¿porque no te mueres de una vez? —Y comienzan a reír, quisiera golpearla con el libro de quimica.

Solo las observo, me quedo callada, Ashley abrió la boca pero la cerro de inmediato.

Salvada por la campana.

[...]

Acomodo mis lentes, el silencio y el sonido de las manecillas del reloj son lo único que se escucha.
La campana suena, todos salen directo a la cafetería, ¿yo? No salgo, me dejo caer en mi pupitre.

Bufó.

Una cabeza azabache entra por el marco de la puerta; es uno de los chicos populares del instituto.
No se da cuenta de mi, así que solo lo observo, al parecer busca algo en su mochila.

—¡Tiene que ser una broma, no esta! —exclama, sus cejan se fruncen molesto.

Rodeo los ojos, y como si el mundo gritara atrás esta Fionna, voltea; él lo hace.

Me mira con curiosidad, comienza a caminar directo hacia mi.

—¡Hey! ¿porque tan sola conejita? —me pregunta una vez que llega a mi lado.

Lo miro de reojo, es alto, con piel pálida y ojos marrones obscuros.

—Soy Marshall Black, un gusto —se presenta.

¿acaso tengo un letrero en la cara que diga; preséntese gratis?

—Soy Fionna —contestó, no quiero ser descortés.

—Lindo nombre, Fi —pronuncia casi murmurando.

Una conversación entre ambos no tardo en llegar, hablábamos como si fuéramos amigos desde la infancia.

[...]

—¿Ya te vas? —Marshall quien se convirtió en mi compañero de pupitre, se levanta.

—Eh si, ¿por? —pregunto recogiendo mi mochila, colgandola en mi hombro.

—¿Te llevo hasta tu casa? —me sorprendo, y lo miro; me sonríe.

—¿Seguro puedes? Me refiero a que —miro de reojo a sus compañeros, indicándole que están ahí, esperándolo.

Creo que no les agrado.

—Mmm —los observa por un momento y luego su vista se dirige a mi. —No importa, ¿nos vamos? —él camina deprisa, y corro para llegar al menos a su lado.

¿Prefirió llevarme a casa antes que irse con sus amigos?

[...]

Caminábamos en silencio, estoy a sus espaldas, es ilógico, vamos a mi casa, yo debería dirigir.
En el transcurso del camino, nos encontramos con una heladería y el se detiene.

—¿Quieres uno? —me pregunta entusiasmado, como un niño pequeño de seis años.

—Claro —rió, por su carácter infantil.

Me senté en la banca que estaba enfrente de la dichosa heladería.

[...]

Llego a casa, cansada, fue un largo pero divertido día.
Entro a mi habitación, exhausta me tumbo en mi cama, y un ruido capta mi atención.
Es mi celular.

Desconocido.
¡Hey! ¿que tal? Soy Marshall, oye mañana podría pasar por ti para ir al instituto juntos, es más fácil ahora que se donde vives.

¿Que? ¿Como consiguió mi numero?

¿como conseguiste mi numero? Acaso esa amabilidad es porque en el fondo eres un acosador?

Le envío el mensaje y enseguida responde.

¡¿Que?! ¡No! ¿como puedo llamarme acosador? Tu numero lo conseguí porque se lo pedí a la profesora Grey, jajaja.

Los maestros no deberían hacer eso, ahg, mmm esta bien, oh por cierto, me agrado el día de hoy:)

¿Tu crees que a mi no?
Jajaja, mañana en la mañana te veo, nena. Te dejo descansar, buenas noches conejita.

Buenas noches lobo feroz.

Sonrió, hoy no fue un mal día.
Cierro los ojos y caigo dormida.

CAPÍTULO EDITADO [12/ 11/ 17]