-Ay mierda, no, no, no.

Llegó el azabache a mi rescate, yo recostada del mesón de la cocina con mi mano bañada en sangre tratando de tapar mis heridas.

Por instinto llegó, se quitó el suéter que tenía puesto junto con la camisa y esta me la envolvió en el brazo haciendo presión, cerrando las aberturas sangrantes de mi piel y conteniendo el flujo del líquido.

Mientras terminaba de envolverme me regañó como padre a hija rebelde.

-Te lo dije, te dije que no hicieras esto,- exclamó sin mirarme mientras hacía un nudo en la camiseta para que se sostuviera -pero nooo, tienes que siempre llevarme la contraria.

-No me regañes, no estoy en condiciones de rebatir con buenos argumentos en este momento.

Hizo silencio y terminó de atarme la camisa.

-¿George está bien?- inquirí preocupada.

-Si, ya está bromeando con Fred sobre su oreja.- esbozó una pequeña sonrisa para transmitirme calma.

-Puedo terminarlo de curar.- salí decidida en su dirección pero Potter me tomo de la muñeca de mi brazo sano y me detuvo.

-Primero cúrate a ti.

-Al pelirrojo le volaron la oreja, a mi solo me rajaron la piel.

-Pero no podrás recitar bien el hechizo si no estás concentrada y para estar concentrada no deberías tener dolor físico que aguantar.

Tenía razón y no tuve otra alternativa más que obedecerle.

Con mi brazo enmendado fui hasta el Weasley herido poniendo una mano en su oreja ya inexistente y recite el hechizo. No pude recuperar lo faltante de su piel pero ya no sangraba.

Mi abuelo me había pedido que no compartiera ese encantamiento con nadie y me vi en la obligación de susurrarlo.

~.~

Al día siguiente en la mañana ya todo estaba mucho más calmado, Harry con el cargo de conciencia por la muerte de Moddy y Hedwig.

En ese momento ya los chicos estaban ayudando a armar todo para la boda de Fleur y Bill. Yo me encontraba junto a Hermione platicando hasta que llegó un hombre del ministerio repartiendo lo que mi abuelo les dejo en el testamento.

Al terminar de hablar con ellos y entregarles lo que les correspondía se acercó a mi, evidentemente a comunicarme la parte que le correspondía.

-No, no puedo aceptarlo ¿sabe cuánto dinero es ese? Yo no trabajé ni me esforcé por el, no lo merezco.

-Esto va mucho más allá de la moral, señorita Dumbledore. Se trata de una herencia, por obligación debe recibir al menos una parte del dinero.

-¿Me está diciendo que puedo donar cierta parte?

-Ya que el señor Dumbledore no parece tener más parientes dentro de su testamento pues si, puede donarlo pero solo cierto porcentaje.

-Muy bien, entonces me quedaré con todas la pertenecías de mi abuelo y todo lo que sea dinero quiero donarlo.

-¿A quien?

-40% a la familia Weasley para que restauren su hogar y la otra parte restante quiero que vaya dirigido hacia cada uno de los orfanatos que se encuentran dentro del mundo mágico, claro, si es que el dinero da abasto para todos ellos.

-Créame que dará ¿pero está segura de esto? Ni siquiera sabe cuantos galeones está perdiendo.

-No los estoy perdiendo, señor, estoy dándoselos a personas que realmente lo necesitan. No pensaré como una niña avariciosa hambrienta de dinero, la cantidad de galeones es irrelevantes contar y pueda ayudar a otros con ellos.

Mariposas negras +18 (Editando)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon