Espionaje. [Stony, AU] Parte 1.

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Sabía que estaba mal pero, no podía evitarlo.

Cuando cumplió quince años, Tony supo que sería homosexual, sí, pero no un jodido enfermo acosador.

Pero ahí estaba, con los binoculares entre las persianas de su ventana, espiando a sus vecinos mientras tenían un poco de sexo duro en su recámara.

Hacía no más de dos meses que se había mudado de su antiguo vecindario, pues los vecinos lo miraban mal por meter a un hombre diferente cada fin de semana y por las pequeñas escenas que llegó a montar con uno que otro sin pudor, como la vez que Barton se asomo por encima de la cerca y lo vio follando sobre una de las sillas del patio, o la otra donde medio vecindario lo vio ser follado en el pequeño balcón de su habitación que daba directamente a la calle.

Sabía que estaba mal, que tenía alguna clase de problema mental al exhibirse así pero, hacer eso lo excitaba por las dosis de adrenalina que su cuerpo liberaba ante el temor de ser descubierto, como con el miedo que brotaba en él cuando finalmente alguien los veía.

Se dijo a sí mismo que en su nuevo vecindario sería diferente, y de cierta forma lo estaba cumpliendo, porque en lugar de traer un amante totalmente diferente cada semana, ahora se masturbaba viendo a uno que aún no lo había notado como para denunciarlo con las autoridades locales, o eso era lo que él creía.

Se relamió los labios, mientras su mano subía y bajaba por su polla al ritmo en que la esposa de su vecino subía y bajaba sobre la polla de su flamante esposo.

Ciertamente le tenía envidia.

Porque Steve Rogers era exactamente el tipo de hombre que a Tony le gustaba. Alto, rubio, de ojos azules, con una sonrisa brillante y un cuerpo bien trabajado.

Su pene se ponía más duro al recordar la forma en que le sonrió aquella mañana de domingo cuando se encontraron casualmente tirando la basura.

¿Qué se sentiría ser jodido por él? Que esas manos fuertes lo estrangularan, que esa enorme polla se abriera paso en su culo con rudeza para deleitarse con su grosor y longitud.

Su vientre se contrajo ante la imagen mental y por un momento tuvo que cerrar los ojos para dejar que las sensaciones imaginarias lo invadieran, pero espabiló un poco porque no se quería perder ningún lujo de detalle.

Y a través de los binoculares, Tony observó como aquella espalda ancha cubría el menudo cuerpo de su esposa mientras la penetraba rudamente con sus piernas enredadas en su cintura.

Tenía condición, pues ya llevaba rato cargandola en esa posicion y Tony trago en seco

Ojalá pudiera coger con él.

Su vientre se contrajo deliciosamente ante la visualización mental de ese pensamiento, avisándole que estaba cerca de su liberacion, así que en esos segundos más que nunca, no apartaría la vista de su pequeño fetiche, para venirse, como si ese hombre de cabellos rubios oscuros lo estuviera jodiendo a él.

En un segundo, para sorpresa de Tony, el hombre se giro, pasando de mostrar su ancha y sexy espalda a mostrar la de su esposa, la cual llevó hasta la enorme ventana para seguir jodiendola contra esta.

La fantasía de Tony se estaba haciendo realidad.

En sus más locos y salvaje sueños siempre terminaba corriendose con aquella mirada azulina sobre él, lasciva y cargada de lujuria mientras masturbaba ambos miembros con las manos que gritaban experiencia en el terreno.

Su éxtasis aumento cuando el rubio dejó de hundir su rostro en el cuello de su esposa, y levantó la mirada en su dirección.

Una corriente eléctrica le recorrió el cuerpo, de pies a cabeza pero con un énfasis sin igual en su polla que estaba tan resbaladiza por el pre semen que escurría en una cantidad exagerada desde la punta hasta los testículos.

Stony Random Series Vol. 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora