Capitulo 1. Meliodas.

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Si cabello gris brillaba cuan luna de noche mientras caminaba por el sombrío bosque, sus pies dolían y suplicaban por un poco de descanso; su respiración era tan inestable que sabía que en cualquier momento su cuerpo se tumbaria sobre el frío suelo, sin embargó, pese a todo su malestar, no desistió, tenía claro que debía alejarse todo lo que pudiece de aquel lugar.

Una sensación de alivió se esparció por todo su cuerpo, sus ojos azules brillaban intensamente al mirar aquel pequeño establecimiento, a la orilla de un barranco. Sentía la satisfacción de haber encontrado un lugar donde esconderse, pero todo aquel sentimiento desapareció al sentir sus piernas temblaban y sus párpados cerrar.

Sin más, su cuerpo cayó tendido frente aquel bar y frente a un pequeño rubio.

Sentía chocar el cálido aire contra su rostro mientras parpadeaba un par de veces para acostumbrarse a la luz que llenaba aquella habitación. Se encontró con un pequeño cerdito que dormía plácidamente en el suelo a su costado, parecía tener un especie de arete en su oreja y una tranquila respiración.

"Quién duerme así con plena luz solar" Pensó mientras ladeaba su cabeza y lo miraba curiosa.

Sin embargó, toda aquella curiosidad aumentó al darse cuenta de su situación, estaba recostada sobre una cómoda cama en una habitación con un cerdito dormido. 

Comenzo a inspeccionar con su mirada cada parte de aquel cuarto dándose cuenta que le pertenecía a un hombre, puesto las vestimentas y otras cosas comunes.

Con sumo cuidado se levanto intentando con todas sus fuerzas no despertar aquel animal que dormida tranquilamente. Solto un gran suspiro de alivió después de haber cerrado la puerta y se preparó para bajar los escalones, sentía sus piernas temblar aún y sabía perfectamente que debía comer algo o de nuevo desmayaría.

Ahora ya sabía al menos que se encontraba en un bar, sinceramente para aquella peliplata era bastante acojedor aún siendo que estaba vacío y no había siquiera un alma en toda la habitación. Se acercó a la barra y miro las botellas de tras de ellas, parecía que eran de un pequeño pueblo aquí cerca, tal vez allí era donde el dueño se suministraba y por ello su falta de presencia.

Entonces un cartel en la pared llamo toda su atención, había 7 personajes pintados allí. Claro, eran nada más y nada menos que los 7 pecados capitales. De pronto, recuerdos borrosos aparecieron en su cabeza, la sonrisa pintada en el rostro de un rubio mientras la levantaba del suelo con total delicadeza, como si de un cristal se tratase, una cómoda y suave almuada bajo su cuerpo mientras un castaño la miraba maravillado acostado a su lado, un peligris ebrio diciendo bobadas mientras ella reía, una gigante levantándola sobre su mano, un pelirosa con mucha curiosidad portando su ropa, una pelinegra enseñándole experimentos extraños y un anaranjado presumiendole lo impresionante que era.

Todo aquellos recuerdos hicieron que una punzada dolorosa recorriera toda su cabeza y perdiera el equilibrio, era como si algo hubiera hecho Click en su mente. Nisiquiera le  importo que fuera a golpearse contra el suelo, estaba tan mareada.

Sin embargó, el cuerpo de aquella azul fue tomado por alguien cuyo rostro se le hizo familiar. El rubio sonrió de oreja a oreja mientras la sostenia en sus brazos, parecia que sus ojos verdes brillaban mientras miraba los de la pequeña mujer en sus brazos.

–No creí encontrarte despierta–Habla y su voz parecía un presioso canto en los oídos de Maya.–Eres tan despiestada como siempre.

La peliplata frunce el ceño mientras mira incrédula al niño que la sostiene –¿Cómo puedes decir eso? ¿Acaso nos conocemos?

El rubio suelta una pequeña carcajada mientras la ayuda a estar de pie con un cuidado excesivo, mete sus manos sobre sus bolsillos y mira a la chica ladeando la cabeza.

I NEED YOU ▪️NANATSU NO TAIZAIWhere stories live. Discover now