Capítulo 20: Una noticia

357 43 49
                                    

En los últimos días se había sentido mareada y con mucho más apetito de lo usual, revisando su app con la cual controlaba su ciclo menstrual, se dió cuenta que llevaba 5 semanas de retraso. Pensó en miles de cosas, debía asegurarse de que no se tratara de un embarazo, aunque ciertamente le convenía mucho ahora.

Se acercó a la droguería y pidió la mejor prueba de embarazo, todo el día no había estado Harry en casa, así que se la hizo en el baño, esperando unos minutos hasta que aparecieran dos rayas de color Borgoña que significaban un resultado positivo, al lado aparecía que tenía 5 semanas de embarazo.

Por su lado Harry estaba preparando un evento en un hotel, sobre la promoción de los tés que ofrecerían. Louis a su lado, comportándose como perfectos profesionales. Sonriendo a la gente.

— ¿Este té que tiene?

— Té verde, menta y leche.

— La calidad de las plantas disecadas que se usaron para este té, lo hace delicioso.

— Yo las cultivo y las pongo a deshidratar, tengo un huerto en mi casa.

— Me encantaría pedir una cantidad de cajas de té, para brindarlo en mi empresa.

El hombre sonrió, era el dueño de una reconocida empresa de maquillaje. Era su primer pedido al mayor.

— La gente puede ver, lo maravilloso que es lo que haces.

Le ofreció una taza de café preparada por él, con la esperanza de que bebiera un poco. Para su sorpresa Louis bebió un sorbo.

— De tanto convivir con el café, estoy empezando a tolerarlo.

Harry sonrió, quedándose mirando como se llevaba a la boca esa tasa de café, esos labios delgados lucían tan irresistibles.

La jornada terminó y tenía ese bono regalo de una noche con un acompañante para una cena y un spa de pareja, Fiorella no contestaba sus llamadas y realmente no deseaba pasar una noche con ella de esas.

— ¿Louis te gustaría acompañarme en un spa? ¿Y luego en una cena y una noche en una suite especial? Es que gané un bono, por esto que hicimos ahora y creo que mereces esto tanto como yo, porque eres parte de todo este éxito.

— Solo diré que sí por el spa, en serio lo necesito.

Harry sonrió y lo llevó hasta donde se encontraba el spa en aquel hotel, allí a la entrada mostró el bono especial.

— Bienvenido señor Harry y su esposo.

— No, él es solo un amigo que decidió acompañarme.

Louis se puso rojo, al pensar en verse como esposos.  Harry también bajó la cabeza para ocultar lo colorado que estaba.

Las mujeres lo guiaron hasta una sala con camillas y unas masajistas, estaba decorado con flores y olía a aceite de coco y lavanda. Le pidieron que se quitaran la ropa.

Harry se dió la vuelta para no mirar a Louis mientras ese se desvestía, por el rabillo del ojo miró sin poder contenerse, estrellándose con los ojos azules de Louis que hacían lo mismo.voltearon la cara rápidamente.

Las masajistas soltaban unas risitas y murmuraban cosas entre ellas, sobre que había mucha tensión sexual de parte de ambos. Con la toalla enrollada ambos se tumbaron sobre la camilla y empezaron a hacerle masajes con aceite de almendras y coco, luego le colocaron unas piedras y por último un masaje final acompañado de una aromaterapia con lavanda.

— Muchas gracias chicas, fue muy relajante.

— Me quitaron un peso de encima — sonrió haciendo que le aparecieran arrugas al lado de los ojos.

Él lo dirigió hasta la suite, dónde los esperaba una cena romántica para dos, estaba todo repleto de pétalos de rosa rojos, de luces azul con verde, como si hubiera sido hecha específicamente para ellos. Botellas de champán dorado y una cena de pollo asado con postres de chocolate.

— Las luces parece que representaran el color de los ojos de cada uno.

Harry lo estaba mirando fijamente y lo hacía poner nervioso.

— Harry deja de mirarme así o no podré resistirme.

— Louis, le pedí un tiempo a Fiorella, estoy pensando en cancelar el matrimonio y sabes perfectamente cuál es la razón.

— Pensé que preferias no hacerle daño.

— Quiero dejarme guiar por mi corazón, pensé que sería más fácil, casarme con ella, pues pensé que era la mujer que amaba pero me he dado cuenta que ya no lo hago y que me gustas mucho.

Louis se acercó y lo besó, sentía un fuerte conmoción por aquellas palabras, su boca entreabierta, mientras movía su lengua dentro de la boca de él y saboreaba el dulce sabor a té de menta. Harry lo atraía un poco más a él y luego se detenía.

— Necesitamos comer — soltó una carcajada.

Comieron del pollo con puré de papas, luego bebieron champaña que salpicó hasta el techo, sonreían sin parar. Cuando llegaron al postre, Harry le daba de comer.

— No soy un niño, puedo comer por mi mismo.

— Pero quiero darte de comer.

Él abrí su boca y recibió el último bocado de su postre de chocolate. Se levantaron y se tiraron sobre la cama, mirándose él uno al otro. Harry se acercó más y acarició el cabello de Louis, luego pasó a tocar sus labios mientras él cerraba sus ojos, bajó hasta su pecho y aquél tatuaje.

— Eres hermoso.

Louis abrió los ojos.

— Tú también lo eres.

Se juntaron de nuevo sus labios, sus manos recorriendo el cuello de Louis, luego quitando su camisa y después él la de él. Mirando sus pechos desnudos, para volver a besarse y separarse de nuevo para quitarse el pantalón mutuamente.

— ¿Estás seguro? — le preguntó Louis dudoso de que estuviera haciendo esto por la emoción del momento y una copa de champán.

No estaban borrachos ninguno de los dos, pero siempre estaba esa duda, de que él luego se arrepintiera.

— Sí lo estoy, quiero esto más que nada.

Louis deslizó su boxer apretado, dejando ver su miembro erecto, lo colocó en su boca mientras le proporcionaba placer. Harry apretaba las sábanas. Él se detuvo y volvió a besarlo.

— ¿Tienes condón y lubricante?

Harry totalmente excitado fue a buscar en las gavetas algo y encontró un par de condones y además unas esposas, un vibrador, junto con el lubricante sabor a cereza. Soltaron una carcajada.

— Definitivamente esto era una suite para parejas.

— Shh, házlo ya, muero de ganas.

Louis agarró el condón y se lo colocó, volvió a darle placer al miembro de Harry hasta que se detuvo antes de que llegara al orgasmo para hacer que se diera la vuelta e introduciera sus dedos húmedos del lubricante. Volvió a acariciar el pene de él y fue lentamente introduciendo el suyo en la parte trasera  de él.

— Dime si lo hago demasiado duro.

— Así está bien.

Louis comenzó a penetrarlo lentamente, una y otra vez, mientras ambos soltaba gemidos.

— Hazlo más rápido, estoy a punto de venirme — dijo suspirando.

Él se movió más rápido hasta que llegaron juntos al orgasmo, quedando exhaustos, quedando frente a frente.

— Esta fue como mi primera vez, antes había estado con otros hombres y otras mujeres pero nunca había sentido tanto como en esta.

— A mí me pasa lo mismo.

Se durmieron tomados de la mano, desnudos, deseando con despertar y que la magia no terminara.





¿Café o té? L.S Where stories live. Discover now